Эпоха готов. Евреи 3

Jose  Orladis

La vida en Espaсa en tiempo de los Godos

Madrid, 1991

Capнtulo VI

JUDНOS Y JUDAIZANTES


3. їQuiйnes eran los judнos espaсoles?

   No parece que los judнos espaсoles fueran un grupo cerrado de semitas puros, integrado tan sуlo por los descendientes de los antiguos inmigrantes. Los judнos de la “diбspora” fueron de ordinario proselitistas y parece que lo serнan tambiйn los venidos a Espaсa. La preocupaciуn por la captaciуn de cristianos para el judaнsmo era un sentimiento latente desde йpoca romana. Existнa ya en torno al aсo 300, como queda patente en el concilio de Elvira, que prohibiу expresamente – sin duda porque se estimу necesario hacerlo – las uniones mixtas judeo-cristianas. Aurelio Prudencio y Gregorio Eliberitano, dos ilustres escritores cristianos de la Hispania romana, expresaron tambiйn su inquietud por el contagio de prбcticas judaicas. Una preocupaciуn anбloga deja entrever el “Breviario” de Alarico II, la compilaciуn de leyes romanas que mandу hacer el ъltimo monarca del Reino visigodo de Tolosa. El “Breviario” recogiу tan sуlo diez de las cincuenta leyes sobre judнos contenidas en su principal fuente, el “Cуdigo Teodosiano”, y entre ellas figuran las destinadas a reprimir el proselitismo. Se recibiу tambiйn en el “Breviario” la prohibiciуn de que los judнos tuvieran siervos cristianos, pues la servidumbre era – junto con el matrimonio – una situaciуn propicia para hacer prosйlitos entre los cristianos.
   Los judнos hispano-visigodos no serнan, pues, en su totalidad semitas de raza, ya que la convivencia con la poblaciуn espaсola y el proselitismo, prolongado durante siglos, hubieron de determinar por fuerza la mezcla y el mestizaje. Mas ello no obsta para que constituyeran un grupo social bien cohesionado y con acusada personalidad. Los judнos espaсoles – cualquiera que fuese su ascendencia – formaban comunidades compactas, en las cuales la endogamia, que serнa lo habitual, habнa contribuido a imprimir a sus miembros unos rasgos comunes. Otro factor de homogeneizaciуn “somбtica” pudт ser la dieta alimenticia, que llegу a crear hбbitos muy arraigados. Sorprende ver cуmo, incluso en momentos de dura represiуn, motivada por la infidelidad religiosa de los conversos, que ocultamente seguнan judaizando, los reyes visigodos mostraron en un punto una rara tolerancia: autorizaba a los judeo-cristianos a no comer carne de cerdo, y ello – dicen – por razуn de la invencible repugnancia que ese manjar les producнa.
  La vida en comunidad de los judнos, prolongada incluso despuйs de la recepciуn del bautismo, tuvo todavнa otras notables manifestaciones. Una de ellas fueron los compromisos religiosos corporativos, como el placitum mencionado mбs arriba. Otra muestra de la naturaleza de grupo cerrado, segregado del resto de la poblaciуn, que caracterizaba a las comunidades hebreas, lo constituyу el llamado “tributo judaico”, que recaнa sobre la comunidad en cuanto tal. Del impuesto se liberaban los judeocristianos que abandonaban la comunidad; pero esos abandonos no afectaban a la cuota global del impuesto, que se mantenнa invariable y habнa de repartirse, sin menguas, entre los que permanecнan en el grupo comunitario. Esto vale, tanto para los tiempos en que los miembros de las comunidades eran judнos e religiуn como para la йpoca posterior del siglo VII, en la cual – como luego se verб – los “judнos”, con raras excepciones, habнan recibido el bautismo y eran formalmente cristianos, pero continuaban haciendo vida comunitaria y eran tenidos como cristianos suspectos.


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