Испания времен Страбона исп

Старенький испанский журнальчик


Cabot José Tomás Viajeros extranjeros por España. Los amigos de Estrabón Historia y Vida
Número 44
Noviembre 1971

Cuando Estrabón, griego romanizado que vivió en el siglo primero antes de Jesucristo, escribió su importante “Geografía”, España era todavía “Hispania”, colonia romana.
   El libro tercero de la Geografía de Estrabón contiene muchas y sabrosas noticias sobre la España de aquel tiempo. Para componerlo, el autor se basó, por una parte, en el testimonio escrito de personajes anteriores que habían visitado la Península – Polibio, Poseidonios, Artemídoros – y por otra, en los relatos orales de amigos suyos, que volvían a Roma después de haber vivido en la más occidental de las colonias.
   Estrabón, geógrafo cuidadoso, excelente escritor, no vino nunca a España. Fueron sus amigos y sus corresponsales anónimos quienes pisaron el suelo maravillosamente fértil de la Bética y quienes trataron, en la alta Meseta, con los activos lusitanos y los bravos carpetovetones.
   Hace dos mil años, lo que más sorprendía a los viajeros de Hispania era la diferencia – señalada por Estrabón – entre el sur del país, la llamada Bética o Turdetania, región rica y floreciente, romanizada con facilidad, y el norte de la Península, tierra pobre y árida, habitada por razas más independientes, de temple belicoso y admirable sobriedad.

   Iberia, en su mayor extensión, es poco habitable, pues casi toda se hala cubierta de montes, bosques y llanuras de suelo pobre y desigualmente regado. La región septentrional, muy fría, accidentada en extremo, se halla privada de relaciones y comunicaciones con las demás tierras, de manera que es muy poco hospitalaria. La meridional casi toda ella es fértil…
   El río Tajo y el Anas (Guadiana actual) proceden de Levante; pero el primero, mucho mayor que el otro, corre derecho hacia Poniente, mientras que el Anas vuélvese hacia el Mediodía, formando así entre ambos una “mesopotamia”, cuya población está integrada en su mayor parte por celtas y algunas tribus de lusitanos, trasladadas por los romanos a la orilla opuesta del Tajo. En las zonas altas habitan los carpetanos, oretanos y vetones en gran número. Esta país es regularmente fértil; pero aquel que le sigue hacia el Mediodía no cede a ninguno de los más ricos territorios del mundo por las excelencias de sus bienes, tanto terrestres como marítimos. Esta región es la que riega el río Betis (actual Guadalquivir).
   Dicha región se llama Bética, del nombre del río, y Turdetania, del nombre del pueblo que la habita. Sus habitantes tienen fama de ser los más cultos de los iberos; poseen una gramática y tienen escritos de antigua memoria, poemas y leyes en verso…
   Tanto en su latitud como en su longitud, el tamaño de esta región no excede de los dos mil estadios. Las ciudades son, empero, numerosísimas, pues dicen ser doscientas. Las más importantes por su tráfico comercial son las que se alzan junto a los ríos, los esteros o el mar. Entre ellas destacan Córdoba, fundación de Marcelo; y por su gloria y poderío, la ciudad de los gaditanos; ésta sobresale además por sus empresas marítimas y su adhesión a su alianza con los romanos; y aquélla, que domina un gran techo del Betis, por la fecundidad y amplitud de su territorio. Habitáronla desde el comienzo un núcleo selecto de romanos y de indígenas vecinos, pues fue ésta la primera colonia que los romanos enviaron a dicho territorio. La más ilustre, después de esta ciudad y de Cádiz, es Híspalis… (la actual Sevilla), también fundación de los romanos…
   La Turdetania es maravillosamente fértil; tiene toda clase de rutas y muy abundantes…De Turdetania se exporta trigo, mucho vino y aceite; éste de calidad insuperable. Expórtase también cera, miel, pez, mucha cochinilla y minio…
   La abundancia de ganados de toda especie es allí enorme, así como la caza. Los animales dañinos son raros; excepción hecha de unas liebrecillas que agujerean la tierra (son, por supuesto, conejos). Estos animales, como se alimentan de raíces, destruyen plantas y semillas. Así ocurre en casi toda Iberia…
   A tanta riqueza como tiene esta comarca, se añade la abundancia de minerales. Ello constituye un motivo de admiración; pues si bien toda la tierra de los iberos está llena de ellos, no todas las regiones son a la vez tan fértiles y ricas…Hasta ahora, ni el oro, ni la plata, ni el cobre, ni el hierro nativos se han hallado en ninguna parte de la tierra tan abundantes y excelentes.  El oro no se extrae únicamente de las minas, sino también por lavado. Los ríos y torrentes arrastran arenas auríferas…
   Tienen los turdetanos, además de una tierra rica, costumbres dulces y cultivadas… Sobre todo los que viven en las riberas del Betis, han adquirido enteramente la manera de vivir de los romanos, hasta olvidar su idioma propio…
   Al norte del Tajo se extiende la Lusitania, la más fuerte de las naciones iberas y la que durante más tiempo luchó contra los romanos…
   Dicen que los lusitanos son diestros en emboscadas y persecuciones, ágiles, listos y disimulados. Su escudo es pequeño, de dos pies de diámetro, y cóncavo por el lado anterior; lo llevan suspendido por delante con correas y no tiene, al parecer, abrazaderas ni asas. Van armados también de un puñal o cuchillo…
   Entre los pueblos que habitan sobre el río Duero dicen que hay algunos que viven al modo lacónico. Calientan sus recipientes con piedras enrojecidas al fuego, se bañan en agua fría y no hacen más que una comida, mesurada y sencilla. Los lusitanos hacen sacrificios y examinan las vísceras… Amputan las manos derechas de los cautivos y las consagran a los dioses.
   Todos estos habitantes de la montaña son sobrios: no beben sino agua, duermen en el suelo y llevan cabellos largos, aunque para combatir se ciñen la frente con una banda. Comen principalmente carne de cabrñon… Practican luchas gímnicas, hoplípticas e hípicas, ejercitándose para el pugilato, la carrera, las escaramuzas y las batallas campales. En las tres cuartas partes del año, los montañeses no se nutren sino de bellotas, que, secas y trituradas, se muelen para hacer pan, el cual puede guardarse durante mucho tiempo…
   Comen sentados sobre bancos construidos alrededor de las paredes, alineándose en ellos según sus edades y dignidades; los alimentos se hacen circular de mano en mano; mientras beben, danzan los hombres al son de flautas y trompetas, saltando en alto y cayendo en genuflexión…
   A los criminales se les despeña, y a los parricidas se les lapida, sacándolos fuera de los límites de su ciudad. Se casan al modo griego. Los enfermos, como se hacía en la Antigüedad entre los asirios, se exponen en los caminos para ser curados por los que han sufrido la misma enfermedad…
   Así viven los montañeses, que, como dije, son los que habitan en el lado septentrional de Iberia, es decir, los gallegos, satures y cántabros, hasta los vascones y los del Pirineo…

Список иллюстраций

Guerrero ibérico esculpido en un sillar de ángulo; procedente de Osuna (Museo Arqueológico Nacional de Madrid)

Flautista (detalle) procedente también de Osuna. Fueron famosas enla antigüedad las “muchachas músicas” de Cádiz

Jinete ibérico procedente de La Bastida de les Alcuses (Mogente, Valencia), que se conserva en el Museo Arqueológico de Valencia. Obsérvese el casco de gran cimera y la falcata; con la mano izquierda sostiene un escudo redondo que queda oculto, en el grabado, por la cabeza del caballo. En la página siguiente, estatuas de guerreros lusitanos, con los característicos pequeños escudos redondos (Museo “Martins Sarmento”, Portugal).

Примечание.

En esta sección se utiliza, siempre que es posible, la versión original del texto seleccionado, que cotejamos después con las traducciones españolas más autorizadas, si las hay. Pero en el caso presente nos hemos obligados a servirnos exclusivamente de dos versiones españolas de Estrabón, las consideradas más dignas de confianza: la de Miguel Cortés (1835), que reproduce García Mercadal en la excelente antología editada por Aguilar, y preferentemente la del profesor García Bellido (1945), que va acompañada de un estudio preliminar y de un vallosísimo conjunto de notas. (Espasa – Calpe, Colección Austral).