Pudiera pasar
El primer dia. Una muchedumbre. La muchedumbre, donde habia solo chicas y mujeres de diferentes edades. Y esta muchedumbre estaba reunida en una sala muy pequena de aire viciado, con dos paredes de espejos y las ventanas desmenuzadas. En los poyetes anchos y altos se amontonaban paquetes, bolsas y otras cosas, que la muchedumbre consideraba como algo de gran valor. La muchedumbre se estaba preocupando, el rumor de voces estaba llenando la sala. Se queria tapar los oidos.
El rumor nacia por el murmullo de la gente, mas parecido al zumbido de un enjambre de abejas, por el susurro de las faldas largas con volantes brillosos de mal gusto, y por el zapateo sobre la madera del suelo cubierto con el linoleo negro.
Las mujeres se dividieron en grupos de cuatro-cinco personas. Susurraban, sonreian, se contaban las noticias y mostraban una a otra movimientos aprendidos. Solo dos chicas, por lo visto, las mas jovenes, en la mitad de la sala, molestaban a todas y mirando delante de ellas. No eran parecidas a las otras, no sonreian; parecia, que cada una de ellas estaba en su propio mundo. Ellas estaban vestidas iguales: camisetas estrechas negras con tirantes finos y faldas negras con volantes brillantes del color carmesi. Las chicas se ajustaban la ropa siempre, a veces con susto mirando a todos lados.
Una de estas dos chicas tenia dieciseis aсos, aunque aparentaba mas edad, era muy seria, miraba desde su interior, intentando encontrar algo en su alma o simplemente teniendo ganas de tranquilizarse. Esta chica es alta y esbelta, con el pelo castano oscuro hasta los hombros, recogido en una cola baja. Su mirada, normalmente viva y llena de energнa, parecшa ausente y cerrada de todo el mundo. Era obvio, que la chica se sentia incomoda, tenia miedo de algo y estaba nerviosa, aunque intentaba hablar sobre problemas abstractos y bromear. Sus ojos del color del cafe negro, en un principio miraban al suelo; despues, su mirada traslucia por la sala, observando y apreciando otras, y por fin se paro en la imagen de la chica en el espejo. La mirada se inflamo por un momento y se apago. Se llama Catorina.
Otra chica, casi una niсa, estaba cerca de Catorina. Tambien, aparentaba diecisiete an'os, pero mirando mas detenidamente, se podria decir, que tenia quince. Ella estaba muy cerca de su compaсera, a veces la rozaba con su hombro inclinado. En un principio esta chica miraba su imagen en el espejo: cara ovalada, tIpica eslava, mas no le gustaba su nariz. Los ojos eran verdes, con pestan'as pequen'as (a diferencia de Catorina). Las cejas eran espesas y no le gustaban. Bajo la ceja izquierda tenia un lunar oscuro, que no le adornaba la cara. Su figura no se podia comparar con la de Catorina. La chica no era alta y su cuerpo no era perfecto, caderas y hombros grandes era lo que se podia ver claramente a primera vista. Pero ella ya entendio hace tiempo que tenia que acostumbrarse a esto. Se llama Elena. Y ahora mismo ella se ha vuelto de su imagen en el espejo grande, pasу un poco atras y poso su mirada en el suelo. Parecia, que ella estaba a punto de arrancarse y salir corriendo de la sala.
La muchedumre zumbaba. Todo el mundo esperaba algo. No, mejor dicho, esperaba alguien. Puede ser, que solo estas dos chicas, dos amigas entre todas las mujeres, encontraron las primeras al profesor, a la llegada a este edificio.
el entrу imperceptiblemente, pensando en algo. Sus pasos eran como los pasos del gato, silenciosos, pero firmes, que se hacian respetar. Lentamente, el quito la vista del suelo, levanto la cabeza y miro a la muchedumbre, que se estaba calmando.
- Hola! – saludo el con voz alta, sonreindo seriasamente, pero con cariсo. Elena todavia no sabia, que desde este dia, toda su vida iba a cambiar completamente. Algo le pico y ella deseo que la tierra se le tragase en ese mismo momento, solo con tal de no escuchar esta voz... Un poco ronca, esta voz le encanto a Elena y completamente conquisto su atencion. Ella no podia quitar la vista de este hombre, aunque le daba mucha verguenza: no era muy joven, la edad entre 30-35, fuerte, no alto, un poco mas alto que ella, pero era proporcional. Todo esto lo destacaba su piel morena, en comparacion con la de Elena que parecia totalmente blanca. Cuando el hablaba, sus manos con todos los gestos graves, eran suaves y tiernas, de modo asombroso.
el estaba a diez pasos – como mucho - de ella. En el medio de los dos se encontraban las demas mujeres... Elena sintio un perfъme dulce y fresco, que le iba bien a este hombre maduro con una presencia correcta y con un encanto inexplicable...
Siempre el tenia la cabeza derecha, el pelo corto, que era antes de color oscuro (ahora su pelo se puso un poco canoso) hacia destacar de una forma ideal su cabeza. Su cara no era muy interesante, probablemente, demasiado sencilla, no era bonita, como le parecio a Elena al principio. Pero esa nariz! – absolutamente recta, aristocratica, y los labios finos, que casi nunca se apretaban... En general, la mнmica de este hombre era impresionante, no parecida a ninguna otra, la cual era totalmente diferente a lo conocido en este pais! Su cara nunca se endurecia, como las caras de estas mujeres, que atrapaban cada suspiro y palabra suyos. La expresion de su rostro cambiaba con cada frase, dicho por esa voz tan especial...
Elena no podia entender, por quй ella le escuchaba con tanta atencion? Pues el hablaba del baile, de las cosas que ella sabia perfectamente, pero... De repente ella quiso olvidar todo y escuchar con nuevo sentimiento, ella deseaba los primeros movimientos, los suyos que serian seguros y elegantes; despues deseaba bailar por si misma: insegura e incapaz. Lo mas importante es repetir, repetir de esta manera, para que le guste.
Empezo. Elena se concentro hasta que no veia nada a su alrededor, tampoco a su amiga. Parecia, que ella le veia solo a el, intentaba repetir sуlo los movimientos suyos. No resultaba. –“Entonces, hazlo como puedas – siempre le decнa a Elena su voz interior. – el te correguira”. Pero la voz se equivoco. el no la veia, no la captaba, por culpa de esto Elena queria olvidarlo, empezar a llorar en ese mismo momento, gritar algo indistinto y salir corriendo. Asi, por sen'as, la primera sensacion fue correcta...
Pero la chica seguia repitiendo los movimientos, le seguia con la vista, pero el, solo notando que le miraba incorrectamente, la seсalaba con la mano: “No, desenvuelvete! Mira a donde vas!” Pero Como ella podia mirar alla, cuando el estбba aqui, mostrando lo que no sabia todavia y que no era claro!” Elena se ponia roja, pero poco a poco se tranquilizaba …
Antes de terminar las clases, el, a pesar de todo, llego a ella, la corrigio solo con un toque: con los dedos toco sus hombros, sus caderas...Elena en este momento quiso caer entre sus brazos: de verdad, ella no sentia los pies, y cuando el empezo a corregirla, ella tuvo mucho miedo de perder el equilibrio... “Callate, Elena, y no llores ” – imploraba ella a si misma. Alrededor la muchedumbre de mujeres, incluso Catorina, la miraba criticamente. “Ayudame, por favor” – susurraba Elena, mirandole a la cara seria de su amiga... el se alejo de ella, al gritar solo:
- !Si!
Esta palabra corta era como si hubieran clavado en la chica una varilla acerada. Por fin, Elena pudo dejar la posicion incorrecta.
Por hoy las clases se terminaron. el dijo que los esperaba a todos man'ana. Diciendo adios, se sento junto a la pared de espejos cerca de la salida. A su lado, en la silla mas alta, se sento una mujer, que antes se transladaba por la sala, el corredor y, por fin, ella le empezo a hablar algo. Ella charlaba muy alegre y vivamente, ayudandose a si misma con gestos y sonriendo amablemente. Pero el echo atras la cabeza y la escuchaba con los ojos cerrados. “el esta cansado – penso Elena, cerrando su bolsa en el poyete. – el quiere estar solo”. De repente el abrio los ojos. Elena se volvio un momento. En cuanto el aparecio en la sala, su mirada era dura, no dejaba pasar la luz, era como una cortina de acero. Algun pensamiento muy pesado siempre estaba en su mirada, que no tenia nada que ver con lo que el decia. Y ahora su mirada no cambio, pero dejo ver su interior solo un momento. La misma dureza de los ojos negros, el mismo cansancio, pero todo esto se dulcificaba con un cierto manto blando y caluroso de terciopelo...
Elena se volvio, leyendo en sus ojos: “ Dejadme solo, por fin! Me gustaria estar solo, por lo menos, un minuto...”
- Vamos a tardar un rato – de repente escucho Elena muy cerca de su oido. Eso dijo Catorina. Ella susurro a su amiga esta frase, cambiando de un paquete al otro sus cosas. Por sen'as, ella le dijo esto, ya que queria decнrselo hace mucho tiempo.
Elena miro a su compan'era con la vista enajenada, despues miro alrededor: “todo el mundo ya se ha ido y quedarnos mas tiempo es un poco tonto. Ademas esta mujer que esta con el, ya nos estaba mirando con desconfianza”
- Vamos a abrir la ventana – propuso Catorina, poniendo a un lado su paquete y acercandose a la ventana pintada con el color gris-verde.
- De acuerdo – dijo Elena, sintiendo su mirada concentrada y la mirada un poco mas carin'osa de la mujer. Elena se sentia muy incomoda, le parecia que ella y su compan'era estaban de mas y que necesitaban irse rapidamente.
Ella llego tras Catorina, ayudandola a abrir una hoja estrecha de ventana. Pero de nuevo algo la hizo volverse hacia atras. La mirada cansada y torturada se encontro con la suya – asustada, un poco atemorizada y timida.
- Open? - le pregunto Elena en voz baja. La mujer se dio la vuelta y miro a las chicas mas indulgentemente. Pero el, solo pestan'eo, hizo entender: “No me importa, si quereis, abrid, pero por favor, dejadme en paz....” Elena aviso a Catorina y las chicas corrieron con mucha prisa a la salida. Observando la sala – no hay nada olvidado? – Elena se paro en la puerta. el volvio la cabeza a su lado: la mujer seguia contandole algo con mucha energia.
- My head… - solo con los labios susurro el, como si le estuviera disculpando por su aspecto. De nuevo, el cerro los ojos y echo atras la cabeza, creyendo que le iria mejor contra el dolor de cabeza. Elena asentio con entendientemento y salio de la sala.
En el corredor ya no habia nadie: parecia, que todo el mundo se habia muerto. Por sen'as, Catorina ya habia ido al guardarropa, aunque nunca antes habia dejado a su amiga sola. Elena quiso sentarse. Aqui, junto a pared blanca habia un sofa pequen'ito, y Elena se sento cerca de la puerta sin pensar. Ella se sento asi, si de repente se abriese la puerta, entonces esconderia a Elena. Elena suspiro, como el cerro los ojos, echa atras la cabeza y tapo su cara con las manos. Ella no estaba llorando, simplemente deseaba lo mismo que el: “Dejadme en paz, por dios, dejadme con mis pensamientos a solas”. Asi ella estuvo sentada durante poco tiempo y despues se abrio la puerta. Feliz, con una sonrisa grande, salio la mujer, pasando rapido. La puerta se quedo abierta, tapando a Elena. A la chica, ya le estaban buscando: Catorina estaba observando el corredor del guardarropa y no podia entender donde estaba su amiga. Sin pensar mucho, Catorina llego hasta la sala y, sin echar una ojeada, salio corriendo por la escalera abajo. Ella ya estaba llegando a su casa. Pero Elena no queria que nadie la viera: aqui todo es tan tranquilo, en el guardarropa y en el corredor ya no habia nadie.
- Estoy sola – con placer penso Elena, sonriendose a si misma. Ella se tranquilizo y extendio los pies cansados, levanto un poco su falda para dejar enfriarse los musculos. Elena de nuevo se tapo la cara con las manos.
De repente la puerta se cerro – Elena se estremecio, pero se quedo en la misma posicion, esperando ver lo que pasaba.
el cerro la puerta con llave y, pasando al lado del sofa, donde estaba sentada Elena, le pregunto:
- Que paso? – su voz sonaba baja y muy tranquila. el como si hubiera cantado esas palabras en espan'ol, un poco inclinando la cabeza al hombro derecho y pareciendose a un lindo cachorrito. Por sen'as, despues de estar solo un poco, el recibio mas energia. Elena se quito las manos de la cara y levanto la cabeza a un hombre joven que estaba tan cerca, a un hombre que, sin embargo, se dirigia solamente a ella.
Elena cabeceo, sonrio debilmente y murmuro en voz baja en ingles:
- No, I’m fine – ella tenia miedo que el se marchara. Pero el no se fue, al contrario, como si no creyera a la chica, se sento a su derecha, muy cerca de ella, poniendo la mano en su hombro. Elena se quedo sin aliento de la emocion, se puso roja y no sabia donde podria esconderse de esta mirada tan directa, que de repente nacio de esos ojos tan duros. el la miraba con curiosidad e interes, despues se acerco a su oreja y repetio su pregunta:
- Pues yo veo, que paso algo. Cuentame...
Su tono era tan tierno, que Elena se desconcentro y con mas fuerza empezo a cabecear, ya que la pregunta fue dicha en espan'ol. Aunque ella sabia algunas frases, tenia mucho miedo de hablar. Ella entendia perfectamente lo que significaba “la barrera linguistica“, pero no tenia ni idea de como romperla. Elena puso las manos sobre sus rodillas, con prisa arreglandose la falda. el solo sonrio. Elena encontro fuerzas para poder volver la cabeza a su lado, pero no quiso parar la vista temblorosa en su cara. el estaba tan cerca! Ella sentia como el respiraba, el calor de su mano estaba quemando su hombro, la chica escuchaba como estaba pulsando la sangre en su sien y, parecia, que Elena intentaba respirar al compas del latido de su corazon.
El silencio se hizo demasiado largo. el no hablaba nada, comprendiendo que ahora cualquier palabra tonta confundiria a la chica. Ella callaba, porque no sabia que decirle, ni que pedirle. Tontamente, ella eligio un punto de su zapato derecho y lo miro. el noto hasta eso y empujo el pie con su pie izquierdo, invitando a jugar un poco de esa manera. Elena se sorprendio y escondio los dos pies bajo el sofa, lo que le hizo reir al hombre. el quito la mano de su hombro, y Elena, la cual tenia miedo de moverse un poco durante todos esos minutos, de repente sintio que sin ese toque ella ya no podria vivir en adelante. Ella pensaba que si el quitaba su mano, se sentiria mas libre, pero ocurrio todo lo contrario. Ahora ella necesitaba algo. Lentamente, el se levanto del sofa, mirando a la cara de Elena llena de verguenza y miedo, intentando seguir su mirada, y Elena tuvo miedo de levantar la cabeza y quitar la vista de sus dedos frios. el se levanto, llego muy cerca de la chica, cogio su mano fria y levanto a Elena. Ella se puso a temblar como si hubiera 33 grados bajo cero, aunque los dedos de el estaban calientes, ahora tocaban uno a uno los dedos un poco cortos de Elena. Ella levanto la cabeza hacia el y le miro con los ojos llenos de lagrimas:
- No hace falta hacerlo – empezo a murmurar ella en ruso. Ella estaba segura que el la entenderia. el sonrio solo con los labios, su mirada se puso mas caliente, el acaricio el pelo de la chica, diciendo en espan'ol:
- Todo esta bien, tranquilizate... Asi,ves? Yo te he preguntado, todo esta bien?, no paso nada? Pero tu has callado. Pues algo paso?.. y ahora estas llorando... Tranquila...
Elena entendia todo lo que decia, lloraba sin temblar. Simplemente, las lagrimas goteaban por sus mejillas y despues se cayeron en las manos del hombre y en su camisa blanca, de aroma fresco. Como los nin'os, Elena queria meterse de narices en su hombro, pero ella no se movia, le dejo su mano, que el apenas acaricio, y por eso sus dedos empezaron a ser mas insensibles. Pasado el tiempo, el se puso junto a ella, comprendiendo que ahora necesitaba el calor de la piel. Elena ya no lo pudo aguantar y se recosto sobre su hombro, lloraba y lloraba, y las lбgrimas calientes goteaban desde sus mejillas hasta el cuello de el.
el acariciaba su pelo rubio, un poco enmaraсado sin decir ni palabra. La expresion de su rostro era como si estuviera ante su padre. Elena no queria tranquilizarse, queria estar asi toda su vida, abrazada a su caluroso cuello, siempre pegada a su hombro, sentiendo como su suave y tierna mano tocaba su pelo, se sintio como una nin'a debil a diferencia de el... Ella lloraba, sin querer pensar , lloraba sin entender la causa de sus lagrimas. Pero el entendio todo y de nuevo se sentaron en el sofa, la chica empezo a temblar de repente. Entonces el la abrazo con sus brazos, agarrandola fuertemente hacia si mismo, y Elena de repente se tranquilizo, escuchando que – ahi – esta latiendo su corazon y alli, un poco mas arriba - esta pulsando la sangre caliente. Pero compendiendo que eso no podria durar mas tiempo, ella se alejo de el, moviendose rapidamente, y se quedo inmovil, mirandole directamente a los ojos y no encontrando alli nada, ni siquiera su imagen. Esperando un poco, el levanto su mano y con delicadeza limpio las lagrimas de la cara tranquila de la chica. Despues el sonrio y pregunto:
- Ahora todo esta bien?
Elena movio la cabeza casi sin fuerzas: pensando que ahora todo estaba peor. “Yo pensaba que tu me entenderias, que mirarte para mi es una gran tortura, pero cuando tu me abrazas y limpias las lagrimas todo pasa en un instante!.. Probablemente, para ti no significa nada, sin embargo yo me sentire en un minuto, no, ya me siento muy tonta, absolutamente tonta!” Elena se dio media vuelta, deseando: primero, olvidarle y salir corriendo hacia el guardarropa, despues a casa. O segundo: ahora mismo abrazarle y nunca dejarle. Ella todavia estaba pensando, cuando el se levanto imperceptiblemente. En un momento, Elena escucho solo sus pasos alejandose... Entonces ella giro la cabeza y su pelo dio un latigazo a su cara humeda.
- Adonde te vas?.. – queria susurrar ella, pero ya era tarde: el, sin mirar hacia atras, salio rapidamente y desaparecio de su vista atraves del corredor largo.
Elena se quedo sola. Ella no sabia que hacer ahora: esperarle pareceria humillante; volver a casa? – Pues si, seria lo mejor...
En el interior de Elena todo se estrechaba y con mucho sufrimiento empezo a despegar despues. La sangre se alejo del cerebro, y a la chica le parecia que su cabeza estaba a punto de explotar... Las lagrimas no goteaban, pero parecia que la herida de su corazon estaba cubierta de sal... Sin pensar, Elena miro adelante,se levanto y se marcho al guardarropa. Se fue a casa.
Al dia siguiente ella de nuevo llego a la sala.
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Редко можно встретить на Прозе текст на иностранном языке, тем более, на испанском, тем более - на очень хорошем испанском. Было приятно почитать, это окунуло меня в специфическую атмосферу и дало положительный заряд. Ещё раз огромное спасибо, и не обращайте внимания на некоторых...
С уважением, Наталья.
Доминика Дрозд 06.03.2007 14:04 Заявить о нарушении
Ещё раз спасибо,
Bailaora
Алена Журавлёва 07.03.2007 19:39 Заявить о нарушении