Еrica

La abuela y la madre estaban seriamente preocupadas. Еrica les habнa dicho que estaba enamorada y que se iba a casar. En principio, habria que alegrarse: la hija y nieta habia encontrado su felicidad juvenil y queria disfrutarla con un matrimonio legal. Pero no tardo en llegar la afliccion. Aunque seria mucho mas correcto llamar a su reaccion... perplejidad – no, mas bien confusion. – їPero por que estais tan alteradas? !A que viene todo esto? !No eres tu, mama, y mucho menos tu, abuela, las que tengais que advertirme de algo! !Recuerdate a ti misma! Y, yaya, no deberias olvidarte tampoco con quien te casaste, – Erica casi grito por telefono.
– Pero nuestra situacion era... hm... completamente diferente...", Susana trato de no desviarse y hablar con calma, dirigiendose a su hija de veinticinco anos.
– En que es diferente? En el color?

Una atractiva mujer de mediana edad con un peinado elegante, orgullo de un peluquero conocido, se sonrojо ligeramente cuando escuchо esa pregunta. Igual que de la broma matutina del portero no carente de sentido del humor de la casa donde vivia su amado. Al ver la melena desigualmente cortada de su hermoso cabello negro, donde el lado izquierdo estaba acortado intencionadamente y con estilo dejaba al descubierto la oreja, el portero sonrio con aprobacion e incluso con admiracion, pero solto:
– Oye, y tu peluquero... hm... no sera bizco?

Ella se habia sentado ya en la cocina con su madre y estaba hablando con Erica por el movil, encendiendo el altavoz:
– La cuestion no es esa, hija mia. Ahora estas en otro pais. Tu novio es un residente local, esta acostumbrado a las tradiciones de su gente, de su familia. Alli eres extranjera, y pronto volveras a casa, a Espana. Acaso quereis venir juntos?
– Si, seguramente. Sera lo mas probable.
– Pero, mi nina, el no sabe espanol. Al menos tu no tienes problema con el frances. Pero que va a hacer el aqui? – intervino en la conversacion Martina.
– Yaya, tu misma me ensenaste siempre que somos la tipica familia de inmigrantes. No nos dan miedo las barreras del idioma. Seguiste al abuelo desde Paris hasta un remoto pueblo espanol. Y, por cierto, con una hija pequena nacida en Francia. No entendias ni papa de espanol. Y mama se divorcio. Encontro a su querido ruso, se apunto a unos cursos de ruso, donde acudia corriendo cada dia. Y ahora las dos me salis con las dificultades de los emigrantes? Basta de mentiras. Es que esa no es la cuestion!
– Y entonces cual es? – preguntaron al unisono las mujeres ligeramente abochornadas.
– Pues que es vergonzoso que las emigrantes se vuelvan racistas. Si, mi futuro marido tiene la piel oscura. Si, el es de aqui, de Marruecos. Se llama Ahmed. Y no es tan negro. Es aceitunado. Yo le llamo “datil”. Ahora os enviare una foto. Os gustara: es guapo!
Al cabo de unos instantes, en la pantalla del nuevo iPhone - un regalo de Erica a su "querida mama"-, ya destacaba, precisamente, la cara sonriente del pretendiente. Un joven y encantador mulato con una amplia sonrisa, que mostraba unos dientes de una blancura lechosa, miraba a las damas boquiabiertas. La primera impresion la expreso la potencial suegra:
– Muchos dientes. Aunque tampoco es un monstruito, gracias a Dios. Una mujer esbelta de edad avanzada se levanto de inmediato y entro en la habitaciуn en busca de unas gafas para apreciar tambien al pariente recien salido del horno. Regreso rapidamente, puso sus “segundos ojos” sobre su nariz aguilena y echo un vistazo a la foto. Estuvo mirandola un buen rato y luego anuncio el veredicto:
– No es un datil, es el desastre. Hay que ir urgentemente a Marrakech.

Erica fue una criatura inquieta desde la infancia. Todo le incitaba constantemente a no dejar de moverse. Ni un minuto podia quedarse quieta en un lugar. Corria, saltaba, liberaba las manos, no queria sentarse en silencio en la mesa del comedor, a menudo se escapaba a la calle sin pedir permiso. Y hablaba exactamente como si estuviera saltando. Por extrano que pareciera, sus discursos eran muy claros, correctos y con una excelente estructuracion. Regordeta, con rizos negros en coletas cuidadosamente trenzadas por la abuela, literalmente se comia con sus ojos oscuros a cualquier nuevo interlocutor, escuchaba atentamente antes de sonreir con aprobacion y banar al personaje que aparecia ante ella con una rafaga de ametralladora de exclamaciones carinosas, o le daba la espalda en silencio sin hacer ningun ruido. Con los anos, esta caracteristica afecto a su forma de pensar. Parecia que no pensaba mucho en lo que estaba garabateando, pero el atento oyente inmediatamente adivinaba detras de una serie externa de frases rapidas un profundo analisis preliminar de lo que Erica queria decir. Ella no hablaba, explicaba lo que siempre habia querido expresar en voz alta. Poco a poco, la nina con rizos se convirtio en una joven tremendamente atractiva con tirabuzones de color negro. Pero siguio siendo inquieta e inquisitiva. Decidio estudiar antropologia. Extrana profesion para una muchacha de familia acomodada, pero no para Erica, ya que lo que realmente le gustaba era comparar a personas diferentes, descubrir su origen, comprender las caracteristicas culturales y raciales de los distintos homo sapiens. Se graduo brillantemente en la Universidad, recibio su titulo y se marcho a Nicaragua a hacer unas practicas. Hasta que se dedicase a la ciencia propiamente dicha - lo que ella en realidad queria hacer y que todavia estaba lejos - tuvo que hacer de trabajadora social. Sumergiendose de lleno en las desgracias de los mas pobres, ayudando a los ninos sin hogar en un pais para ella totalmente desconocido, donde hablaban un extrano espanol y vivian con unos valores muy distintos y estaban mucho mas apegados a la tierra, Erica aprendio a amar realmente a su patria, a su familia y a sus amigos. Llamaba a menudo por telefono a casa para hablar con su madre y su abuela, les escribia cartas. Era capaz de hacer frases elaboradas, brillantes y elegantes a partir de palabras simples. No es de extranar que se sintiera tan atraida por el periodismo. Una vez le escribio a una amiga: “El tiempo pasa muy rapido. Y las personas que estan a mi lado tambien persiguen algo o a alguien. No entienden, ni quieren darse cuenta, de que deben detenerse, disfrutar del momento de felicidad que se desvanece, tender una mano a alguien que lo necesita, compartir al menos algo con los demas. Quiero beber vino tinto contigo, Natalia. Solo eso. Igual, no tendre otra ocasion luego... ".
Erica volvio distinta, como una persona renovada. Comenzo a fijarse en los chicos. Se puso a buscar trabajo. Pero en vano, no encontraba nada. Ni por especialidad ni por intereses. Pero el chico aparecio, parecia que le gustaba. Al principio se veian fugazmente en la Universidad. Y luego coincidieron en el cumpleanos de la propia Natalia y hablaron. Javi era conocido por su inteligencia y su humor. Era guapo, trabajaba como programador en una gran empresa industrial. La primera experiencia sexual de su vida resulto ser decepcionante, como una ajetreada obligacion impuesta por la vida. Por supuesto, no hubo ningun sentimiento de celebracion en su alma. Pero no lo evito. Y empezaron a verse.

– Escucha, Erica – le dijo una vez Javi en su cita habitual, con una entonacion exclamativa y misteriosa.
– Dime, que ha pasado? – con calma, pero con cautela, pregunto la chica.
– Pronto me trasladaran a Madrid por trabajo. Y… estaba pensando que… por que no nos vamos juntos? Mis padres ya me han buscado un piso. De una habitacion, eso si, pero no es nada caro. Y encima en el centro. Erica, como siempre antes de un giro inesperado en cualquier conversacion, se lo comio con ojos de ciruela durante un minuto, luego respondio a la pregunta con otra pregunta, al estilo judio:
– Me estas pidiendo que nos vayamos a vivir juntos?
– Pues si.
– Y que voy a hacer yo alli?
– Lo mismo que aqui: nada. Bueno…, ejem... buscar trabajo, es lo que queria decir. Seguro que en la capital hay mas oportunidades que aqui.

Erica estuvo de acuerdo, aunque en su interior ese dialogo le dejo una cierta desazon. Le habia dejado rasgunos en el corazon y dudas en el cerebro, a causa de un “nada” temeroso y moralista, pronunciado con tanta confianza y facilidad que olia a machismo despectivo. “Bueno, no pasa nada! Nos apanaremos sobre la marcha", penso ella.

La vida en Madrid resulto ser aburrida hasta limites insospechados. Desde por la manana, Javi estaba absorbido por el trabajo, volvia a casa tarde, pedia algo de cenar y se marchaba a la cama. Los fines de semana iban sus padres. Con su inteligencia y humor caracteristicos, de inmediato encontro su verdadera esencia: ser hijo de mama. La mamaita trato de poner a Erica en el camino correcto. En ello estaba.
– No debes preocuparte demasiado por el trabajo, Erica. Busca algo de media jornada. Javi, ya lo ves, tiene un buen sueldo, pero nunca va mal algo mas de dinero en casa, – le solia decir esa magnifica dama con papada mirandola. Al mismo tiempo, apartaba a un hombrecillo endeble que, por alguna razon, siempre caminaba detras de ella, como si llevara una correa.
Al principio, Erica asintio, pero apenas con monosilabos, luego tuvo la habilidad de responder ininteligiblemente: "Si, tiene razon" o "Por supuesto que lo hare". Pero en ese momento no pudo soportarlo:
– Ahora, madame, escucheme. El papel de ama de casa obediente de ninguna manera encaja en el repertorio de mi vida. Ni por todo el oro del mundo voy a servir a su hijito, y mucho menos a usted. Y que coсo me esta diciendo ahora de una boda? Ni Javi ni yo hemos hablado de eso para nada. Vayanse todos a freir esparragos! La boca en la cara de la fallida suegra se cerro solo despues del estruendo ensordecedor de la puerta principal.

En casa se esta mejor, al lado de una abuela carinosa y una madre atenta. Siempre se puede hablar con ellas con calma, no atosigan con moralinas ni instrucciones, no critican, ni reprochan nada. Los amigos, ahi estan de nuevo. Pero es aburrido. La inaccion acecha. No habia trabajo, nada de nada. Ninguno. En ningun sitio. Era hora de emprender. Erica se lanzO de cabeza a Internet. Envio su curriculum, traducido a cuatro idiomas, por todo el mundo. A veces llegaban respuestas, era necesario completar algo, especificar o presentarse al dia siguiente, por ejemplo, en Amsterdam. Pero todo eso con sabor a engano, no convencia en absoluto. Luego comenzo a rastrear anuncios con la palabra inicial "Busco". Y zas! Ya! "Estoy buscando una chica sociable para el puesto de secretaria gerente en una prestigiosa empresa marroqui para ensenar danza moderna". Luego ponia el telefono y el nombre: Soad. “Llamo? No llamo?”
La abuela abrio los ojos como platos: “Marruecos?” Mama estaba asustada. Como siempre, por otra parte. Los amigos, pesimistas y deprimidos. Y entonces aparecio el companero ruso de la madre. El hombre se llamaba Vladimir, como no podia ser de otra forma. Vino de visita, a ver a su carino espanola, justo en el momento de una acalorada discusion entre Erica y su madre. Que feminas tan beligerantes. Sin embargo, el las escucho atentamente. Medito un momento. Pidio algo de beber. Erica se callo y lo miro con una larga y fulminante mirada. Le conocia desde hacia tiempo, desde la infancia. No sentia por el ninguna simpatia especial, ni mucho menos amor, aunque el, en broma, la llamaba hijastra. Pero le respetaba. Solia escuchar su opinion. Era un tio inteligente, aunque muy tajante en sus apreciaciones. Ahora ella le miraba con la esperanza de un buen consejo, porque aquel tipo, a juzgar por lo que le contaba su madre, solia encontrarse en situaciones dificiles.
– Llama, Erica. No pierdes nada. Al menos algo sacaras en claro. Y tampoco es el fin del mundo. Erica miro a su madre con alivio y cogio el telefono.

La persona llamada Soad resulto ser una mujer con un agradable timbre de voz. Al enterarse de que la llamaban desde Espana, se sorprendio y se puso a hablar sobre las excelentes condiciones de vida de Marrakech, prometio ayudar con la vivienda al principio, anuncio las condiciones de pago y, durante un buen rato, no paro de decir lo contenta que estaria de recibir a una espanola, y lo dispuesta que estaba para ayudarla en lo que fuera, etc., etc.

Erica bajo la escalera del avion, miro a su alrededor y sonrio. Ese nuevo mundo de alguna manera le agrado de inmediato. Las conversaciones desconocidas con personas vestidas con atuendos multicolores le aturdian la cabeza, el olor a especias le pellizcaba la nariz, le asombraban los milagros exoticos y artificiales que veia por todas partes, como si estuviera especialmente dirigido a su mirada maravillada. “Me gusta esto, me gusta, me gusta!” - una sencilla y vieja cancion le vino a la cabeza al galope. La chica salio corriendo a la calle con alegria y agito la mano. Cerca de ella paro un Petit Taxi amarillo y de pequena cilindrada. El conductor balbuceo algo en un idioma incomprensible. Erica respondiO en frances que necesitaba llegar a la ciudad, mostro la tarjeta de visita de Soad en la pantalla del telefono. "Pas de probleme" – espeto el dueno del "pequeno taxi" esbozando una sonrisa. En este pais sonrien todos, siempre y en todo lugar. "Esto no es un pais, sino un festival de risas" - penso Erica, ya en el recibidor de la oficina de Soad. – Entra, querida! – se escucho detras de la puerta la ya familiar y suave voz.

... Y lo cierto es que la vida le mejoro de inmediato, la vida se volvio mas divertida. Erica se instalo en un apartamento alquilado amueblado con elegancia, ubicado en el centro de la ciudad, no lejos del trabajo. Desde su pequena terraza se divisaba una magnifica vista de la ciudad, especialmente por las noches, cuando de repente se tenia de color esmeralda. La iluminacion era increible, fabulosa. El alquiler de esta joya de casa era de unos pocos dirhams (moneda marroqui), pues la duena era la omnipresente Soad. Esta mujer alta y delgada con hermosos rasgos negroides realmente - tal y como prometio por telefono - trato de ayudar en todo. Se movia mientras hablaba. No paraba nunca. Parecia que bailaba, en vez de caminar. E incitaba a hacer lo mismo a su interlocutor. Su caminar era rapido, pero suave, elegante. "Me gustaria saber si duermes, callas y dejas de moverte alguna vez. Por lo visto, no. Eres nuestra revoltosa" - Erica se rio para si misma.

Un chico vino a matricularse a los cursos.
– Como te llamas, bombon?
– Erica
– Casi como “Eureka”. Encantado, mi angel celestial. Yo soy Ahmed. Nos vemos luego.

El mundo desaparecio. La tierra se resquebrajу. El sol se apago.
“Iluminacion”, “aclaracion” o “resplandor”, a saber como diablos se llama; volvio mas tarde, pasados dos minutos.
"Creo que me he enamorado" - murmuro Erica con voz compasiva.
– Realmente me gustas tambien, – retumbo desde arriba.
Extendiendo su pasaporte, el siguiente cliente, completamente diferente, sonrio, como el pais entero.
Erica empezo a verse con Ahmed cada dia. Primero en el trabajo, luego los fines de semana, el la invitaba al riad, donde el chico trabajaba y vivia. Un riad es un hotel tradicional privado, de estilo marroqui. En pocas palabras, un hotel normal, solo que autentico, con un patio interior, mucha vegetacion y una piscina. A menudo, especialmente para los extranjeros, se transforma en una especie de club de ocio. Y fue alli donde Erica conocio la infatigabilidad de Ahmed en el trabajo. Con ella debajo de las sбbanas. El joven musculoso trabajaba incansablemente, sudaba, pero olia agradablemente, y le daba a Erica un placer indescriptible. Susurraba palabras de amor, la llamaba diosa y de nuevo se ponia a trabajar. Despues de Javi y sus inquietudes en la cama, la atencion masculina de Ahmed le parecio a Erica como el descubrimiento de la felicidad. No, no lo hizo. Ella estaba muy feliz. Ella amaba profundamente al currante. Por lo tanto, acepto casarse con el. Comenzaron a vivir juntos. Ahmed demostro ser un companero de piso cuidadoso y atento. Un autentico amo de casa. Sabia cocinar y se manejaba en la cocina con placer, no escatimaba esfuerzos y tiempo a la hora de guisar, preparar y sazonar todo tipo de tajines (el tajin es un plato a base de carne y verduras, popular en los paises del Magreb, asi como el recipiente especial para cocinarlo), recogia la casa a diario y no le hacia ascos ni a lavar ni a planchar. Por las tardes, cuando salian a pasear, protegia a Erica a toda costa de que sus rivales potenciales le pusieran los ojos encima, siempre estaba listo para romperle la cara a cualquiera de los bribonzuelos que corrian de un lado para otro, que de vez en cuando se atrevian a lanzarle piropos obscenos a la muchacha. No era un novio, era un primor, casi siempre! Aunque rezaba muy a menudo sobre la alfombra en un rincon de la habitaciуn. Pero de momento Erica no le prestaba mucha atenciOn a esto. Y resulta que hasta hubo dos bodas: la primera en Tiznit, una pequena localidad donde vivian los padres de Ahmed; la segunda, ya en Espana. Afortunadamente, la primera de ellas coincidio con la visita ex profeso de Martina y Susana. Alocadas por las noticias que recibieron, al dia siguiente de las llamadas de Erica, nerviosas y alteradas, llegaron apresuradamente a Marrakech. Ahmed las recibio en el aeropuerto, pues Erica estaba ocupada en el trabajo (otro distinto, por cierto), donde habia un verdadero zafarrancho y no le dieron permiso para ir. Habia conseguido trabajo en una empresa de comunicaciones conjunta franco-marroqui bastante grande, especializada en crear sitios web para otras empresas y promover nuevas tecnologias, hacer spots publicitarios y promociones. Despues de leer algunos articulos de Erica sobre la necesidad de combatir el cambio climatico, la llamaron inmediatamente para hacer una entrevista y al momento se incorporo a la plantilla.
– Hola, querida mami y querida yaya! – dijo el "datil" alto y fuerte ante las progenitoras asombradas. Habia motivo para sorprenderse: era realmente hermoso, bien formado y atractivo. Hablaba un frances extrano, con errores, pero bueno, que se le iba a hacer, era otro pais, despues de todo, y encima africano.
– Bonjour, Ahmed - respondieron las mujeres para empezar, sin signos de exclamaciуn.
–Estoy tan feliz de veros en la tierra de Ala! Listo para serviros en todo lo que deseeis, mesdames. No os preocupeis. Erica no se pudo escapar del trabajo, pero ya esta en casa, me acaba de llamar y nos esta esperando con impaciencia.

“Manda narices. Pero al menos ha sido amable” - penso la abuela. La madre se quedo estupefacta.

La primera boda fue de andar por casa, modesta, pero acogedora y calida, sin solemnidades. No hubo muchos invitados, solo unos pocos familiares directos del novio. Del lado espanol, solo fue a Tiznit el padre de Erica, que mantenia con su hija una relacion muy estrecha. A todos los "infieles", incluido el, los vistieron inmediatamente con las chilabas nacionales (camisas holgadas, hasta las rodillas, como unas batas grandes) y se sentaron a la mesa. Tanto el padre como la madre de Ahmed hablaban un dialecto bereber. Tuvieron que traducir sus hijas en edad escolar, tres chocolatinas la mar de risuenas. El padre de Ahmed tenia una piel color petroleo y una voz de trompeta profunda. Hablaba con majestuosidad, solemnemente. La madre, una arabe con la cabeza gacha, siempre esforzada en esconderse detras de el, estaba mas callada, solo ocasionalmente hacia preguntas timidas. Pero en general, todos estaban satisfechos.

Paso medio ano. A la abuela le detectaron cancer de colon.

– Yaya, que dicen exactamente los medicos? Es un tumor maligno? Manana mismo me voy a Zaragoza. No importa. Pedire permiso. Bueno, pues que me despidan. Lo mas importante para mi es estar contigo. No te preocupes antes de tiempo. Todo ira bien, yaya. Que que pasa con Ahmed? Pues que ira directamente a la boda. Pero que dices? Claro que lo superaras. Aun tienes que cuidar a tus bisnietos. Te quiero, yaya. Hasta pronto.

La segunda boda fue de lo mas clasico: en un restaurante en el campo, con menu de un famoso chef, la novia con un elegante vestido blanco, con un monton de invitados. Ahmed aparecio con un traje perfectamente confeccionado a su medida, con una camisa blanca como la nieve y con pajarita al cuello. Una tia suya que llego de Francia no tardo en hacer estragos entre el personal masculino con su belleza de ojos negros y ardientes. Se notaba que se habia invertido mucho dinero en el "evento". Incluso el ruso Vladimir fue invitado y presentado a Ahmed:

– Ahmed, te presento a Vladi, un amigo... hm... de mama, es decir, de la familia. Es ruso, – explicу Erica algo confundida.
– Rus? Partisano? - el novio reaccionO, sonriendo.
– Y usted, monsieur, aleman, o que?
La sonrisa del rubio alto era menos amplia.
– No te ofendas, Vladi. Solo que esta es la unica palabra rusa que conoce – aclaro Йrica.
– No me ofendo. Estoy evaluando.

Luego hubo que aclararlo con Susana un buen rato: "їNo te gusto en absoluto?" – No es una mujer para gustarme... bueno, en el sentido de persona... – Se sonrie de boca a oreja, pero los ojos no rien. Algun tipo de mirada extrana, mala. Lo siento, tal vez me parecio...

Martina asistiу a la boda. Todavia aguantaba, pero con dificultad. Ultimamente se hacia la fuerte. Pero solo ella era consciente del coraje que eso requeria.

Murio en noviembre, al cabo de cuatro meses. Su cuerpo frio y sin vida fue descubierto por su amada nieta. Erica volo a casa nuevamente, un mes antes. Se instalo en su casa, cuido de su abuela durante dias, la llevaba en la silla de ruedas. Parecian haber cambiado de puesto en el tiempo: la nieta cuidaba a la abuela.

Todo habia cambiado de nuevo. Todo, de alguna manera, estaba desolado. La abuela ya no existia. Ahmed llego a Zaragoza. La yaya le habia dejado su piso a Erica. Se fueron a vivir alli. Ahmed necesitaba obtener un permiso de residencia, de lo contrario nunca encontraria trabajo. Que angustia...

"Estan sucediendo cosas extranas en mi vida, me enamore a primera vista, ame con temblores por todo el cuerpo y ahora parezco perder atraccion y confianza en mi marido, que ni siquiera vino al funeral de la abuela. Nunca hablo conmigo de ella, no pregunto nada sobre cуmo me siento, sobre cуmo sufro la perdida de un ser querido. Le trae sin cuidado lo que me esta pasando. Solo reza a su puto Ala". La tension que cada dia se instalaba mas y mas en su alma, amenazo con crear un incendio. Y no tardo en desencadenarse todo... En escena aparecio el sagrado Coran, que, con la entrega de Ahmed, se le asigno el papel de controlador de la vida de Erica. Aunque era atea por principios, desde nina. Resulto que ella se estaba comportando muy mal, indignamente: fumaba demasiado; el vino, no solo no se podia beber, sino que estaba prohibido tenerlo en casa; coquetear con hombres con un marido vivo, incluso por telefono, era un pecado terrible, inaceptable e inadmisible. Eso dice el Coran. El pobre telefono fue sometido a inspecciones casi diarias. El ordenador de Erica fue arrestado y posteriormente interrogado con torturas. Se le pidio una copia del disco duro para una inspeccion exhaustiva en busca de cosas comprometedoras. Erica resistio lo mejor que pudo. De alguna manera ella trato de convencer a su marido, discutio con el, con argumentos razonables, cediendo de vez en cuando y evitando las disputas que se estaban gestando. Todo en vano. El despotismo se hizo mas fuerte, estallo en acusaciones de infidelidad y mentiras. Ella a veces no podia soportarlo y se iba corriendo a casa de su madre una semana o dos. Luego reflexionaba y regresaba. Pero algo habia seguro: una se enamora y esta colada por un cabrito. Susana llamo al ruso para concertar una cita con el. Tenian que hablar.

– Vladi їquй hacemos?
– La verdad es que me sorprende que todavia estйn juntos.
– їPero por quй?
– Escuchame, no me interrumpas, por favor. Siguio un monologo bastante largo. El hombre hablaba con calma, tal vez un poco brusco. Pero con aplomo: "Creo que conozco bien a tu hija. A su marido no mucho, pero esto no es necesario para entender lo siguiente: este matrimonio estuvo condenado al fracaso desde el principio. Pertenecen a dos galaxias completamente diferentes, alejadas entre si por una gran distancia cosmica. No pueden coexistir en una misma dimension. Y no solo es una cuestion de religion. Ni siquiera eso, supongo. Combinar estos dos mundos es lo mismo que servir un esturion y patas de cerdo juntos en el mismo plato. Ahora te lo explico. Mira: por un lado esta Erica, una chica europea bien educada. Es curiosa, lee mucho, se interesa por todo lo que esta sucediendo en nuestro planeta, quiere evolucionar y no quedarse congelada en el mismo lugar. Por otro lado, pero como por casualidad y guidado por las emociones, Ahmed resulto estar a su lado, un musulman siempre obsesionado y permanentemente limitado y que no quiere cambiar. No ha recibido ninguna educacion, y no es inteligente. En el mundo hay una gran cantidad de personas inteligentes, aunque sin instruccion. Ahmed es otro caso. No solo tiene la piel oscura, tambien el cerebro. Recuerdas cuando me pregunto que me interesaba en la vida? Yo le dije: las celulas madre. Y el respondio que tipo de animales eran esas. La verdad es que es un caso complicado. Solo tenia una cosa en su mente: conseguir los documentos necesarios para vivir en Espana. Y ahorrar dinero para un Mercedes ultimo modelo. Es solo un imbecil, Susana. Es tonto de remate. Y utiliza descaradamente a Erica. Necesitan divorciarse antes de que lleguen los hijos.

El fatidico discurso del zar ruso comenzo a confirmarse. Sus predicciones aumentaron catastroficamente dia a dia. Ahmed empezo a pedir dinero para comprar el coche. Despues para el tratamiento de una madre repentinamente enferma. Una vez mas, hubo que pagar sus clases en el gimnasio: le gustaba mucho jugar con sus musculos frente a la camara, publicar selfies en Facebook y despues contar los “me gusta”. Despues de recibir el permiso de residencia, consiguio un trabajo en una fabrica, pero fue despedido casi una semana despues: se resfrio y no fue a trabajar. "Un simple resfriado no es motivo para no venir a trabajar", - le explicaron serios en la fбbrica. Y el dinero comenzo a escasear. Erica nunca encontraba trabajo. En general, no tenia buen aspecto: el nerviosismo y los escandalos constantes en el hogar afectaban a su apariencia. Se comprimio y estropeo un poco. A veces sentia verguenza. Apenas podia soportar el estupido comportamiento de su marido con la gente y en lugares publicos. La ultima gota, que acabo con la paciencia de Erica y que se extendio hasta un zumbido insoportable en sus oidos, cayo sobre la mesa de la terraza de verano, donde estaban sentados con unos amigos. Bebian, hablaban, se reian. Ahmed llevaba unas gafas de sol negras. Incluso estaba orgulloso de ellas, pero eran tremendamente horteras, estaban completamente pasadas de moda. El ya entendia algo de espanol e incluso chapurreaba algunas frases con verbos en infinitivo. Uno de los amigos bromeo:
– Eres clavado a James Bond con esas gafas, Ahmed.
– Solo te falta la pistola", – anadio Erica en voz baja.
Todos se rieron, pero de manera amistosa, sin malicia. Indignado, Ahmed se levanto de un salto, rompio las gafas y grito furioso:
– Es un regalo de mi madre! No te atrevas a reirte de ella, zorra asquerosa! – se volvio hacia Erica levantando la mano.
Los extranos que pasaban, agarraron al enfurecido tipejo por detras y lo apartaron arrastrandolo.

Erica finalmente se fue de casa. A vivir con su madre. Con Ahmed solo hablo ya por telefono. Despues, hasta a eso renuncio. Se divorciaron. Todos los tramites legales fueron realizados por Susana. No hubo ningun problema especial para conseguir el divorcio. No se requeria el consentimiento de Ahmed, pues era extranjero. Pero Erica y Susana decidieron actuar honestamente, dandole a el la oportunidad de aceptar un acuerdo amistoso por haberse producido un ano despues de llegar a Espana. De esta manera, podria prorrogar su permiso de residencia. Pero Ahmed desaparecio repentinamente, sin dejar rastro, como si se hubiera evaporado. Incluso dejo sus cosas en casa, incluidos los gatos, que el y Erica compraron en Marrakech y llevaron a Zaragoza. Gato negro y gata blanca.

Segun los rumores, se fue a Paris. Erica ahora tiene un trabajo interesante y bien remunerado, dentro de su especialidad. El interes por la antropologia no se ha extinguido. De nuevo esta mas guapa, ha recuperado la mirada abierta, pero hasta ahora no arde en deseos de dirigirla hacia otros hombres.