Cuaderno de Apuntes, Parte 4
Sin embargo para mi, todos los dias eran iguales. Veia con incredulidad y asombro muchas de las actitudes de la gente que me rodeaba.
En realidad, eramos todos rehenes del sistema.
La luz, era cada vez mas tenue. Gradualmente me fui acostumbrando a la oscuridad. Pense en la oficina, en mis jefes y companeros de trabajo. A esta hora, seguramente se estarian preguntando por mi ausencia.
Un sentimiento de libertad me invadio mientras seguia caminando por las vias. Las piedras dispersas entre los viejos durmientes de quebracho, daban un ritmo y sonido a cada paso de mis pies enfundados en las gastadas botas de cuero marron. Por momentos sentia el eco de voces lejanas que se alternaban con profundos silencios.
Perdi la nocion del tiempo. Tampoco llevaba mi reloj de pulsera, creo que me lo habia olvidado en la mesa de noche. Con cada paso que avanzaba, mas me convencia de que no queria regresar. A lo lejos me parecio distinguir un tenue destello de luz, pero luego me di cuenta, de que este fenomeno, estaba siendo producido por mi sistema nervioso.
cdg
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