Cuaderno de Apuntes, Parte 8
Haberme introducido deliberadamente en estos tuneles, era una alegoria sobre la oscuridad de mi propia mente. Estaba desencantado con el mundo de la superficie pero interesado en mi busqueda. El mundo vivia dentro de una gran mentira, enmascarada en los mil rostros de la desesperacion. Habiamos sido adoctrinados, como los soldados de un ejercito ausente.
A nadie le importaba si vivia o moria. En el mejor de los casos, despues de mi muerte y si encontraban mi cuerpo, el Estado se ocuparia de mi. Luego de los tramites formales y ante el hecho de que nadie reclamara mis huesos, seria incinerado. Fin de la historia, de un hombre mas entre tantos, nada de extraordinario, excepto la singularidad de mi propia vida. Una vida irrepetible y por tanto, unica. Esta imagen me conecto una vez mas, con la idea de la busqueda.
Imagine tantos caminos como millones de personas hay en el mundo. Recorde una escena extraida de un cuadro de Magritte. Se presento ante mi la imagen de gente llorando ante una perdida irreparable. Pero la vida continuo su curso, con matices variados y nuevas reconstrucciones en el alma de cada penitente.
cdg
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