Cuaderno de Apuntes, Parte 20

Parte 20

Dormia muy poco, con un sueno poco profundo.
Mis pasos eran lentos y la respiracion agitada.
Recordaba la luz del sol y el cielo azul celeste en las frias noches de invierno. El aroma de las hojas secas de los eucaliptos, quemadas en el otono y mi pasion por los veleros.

Un vagabundo ciego, perdido por voluntad propia en las entranas de la tierra. Al menos podia escribir con el lapiz imaginario de lo que quedaba en mi mente, que ya no era mia, pues me habia convertido en una ausencia.
La evocacion del mundo me acercaba al desencanto. Aunque ciertamente, no podia evitar lo aprendido. Por momentos sentia destellos de lucidez, que rapidamente se desvanecian.

En realidad, ya no queria recordar. Mas bien, queria olvidar. Lo intente muchas veces pero fue inutil.
Entonces llegaron a mi mente unas antiguas estrofas...

Hay mucho de cielo en tus ojos y tambien algo de tristeza, mezcla de inquietud y sentimientos encontrados.
Abajo en la calle, quedaron mis viejos zapatos gastados y un punado de suenos. De a ratos todo se tine de azul. Siento el encierro entre paredes y un atardecer sin miel ni canela, tal vez miedo a la soledad en un domingo de otono.

Viejas fotos amarillentas, con los bordes ajados por el paso del tiempo, me regalan la tierna e inocente mirada de una nina, cuando el mundo era un lugar mas amable y menos hostil. O al menos esa es la impresion que quedo en mi memoria, deteriorada por el paso del tiempo.
Hoy miro en la distancia y veo un mar de gorriones revoloteando alegres en un bosque de abetos. El cielo esta nublado, pero el fuego permanece encendido. Y aunque la nieve es un hecho inminente, mi corazon permanece a tu lado.

El pasado y el tiempo que se aleja. Pensamientos y recuerdos en el ocaso de la vida o en la resurreccion de la muerte, siempre acorralada por el deseo.
cdg