Cuaderno de Apuntes, Parte 26

Parte 26

Involuntariamente, casi como un automatismo, reiteraba una y otra vez los mismos reflejos, las mismas respuestas aprendidas, a pesar de que todo habia cambiado.

De alguna manera me estaba debilitando. Tuve que sumergirme en esta realidad para entender de que se trataba toda esta farsa.
Hasta donde podria continuar...
La motivacion para seguir viviendo, gradualmente estaba desapareciendo.
Senti la presencia de la soledad como nunca antes. Percibi que entre tantas ausencias, tambien estaba la de mi sombra.

Era evidente, que ya no queria seguir viviendo. Sin embargo y a pesar de todo, me sentia en paz. De un modo inusual y desafiando cualquier hipotesis estaba por primera vez, frente a dos certezas.
De las dos, la mas importante era el saber, que no seria un lastre para nadie.

Mi casa seguramente habria sido tomada ilegalmente. Esto era algo que, lamentablemente sucedia con mucha frecuencia en el barrio.
Ladrones y usurpadores daban vueltas, estudiando el momento oportuno para ingresar cuando veian una casa deshabitada.

Recuerdo a la gente luchando por un sueno, por la libertad. Todo suena tan romantico y seductor que, honestamente, me genera lo contrario.
La vida es un absurdo y todo lo que hacemos desde el nacimiento hasta la muerte es evitar pensar en el final.
Para lograr este fin existen todo tipo de paliativos. Desde el arte, pasando por la religi;n hasta llegar a la ciencia. Incluyo a la cultura, en todas sus formas y manifestaciones.
En la historia del universo, la humanidad representa tan solo una fraccion infinitesimal. Ese segmento fue mas que suficiente para sembrar odio, sufrimiento, destruccion y muerte.

Entre otras cosas y tambien por estas ideas, nadie me soportaba. Hablar conmigo era exponerse a terminar lastimado.
Con frecuencia me acusaban de pesimista e insoportable.
Ahora me doy cuenta de que era algo reciproco. Por algo me vine a morir a este tunel olvidado, lejos de todo.
cdg