Contra - drama en espanol

Arkady Skachkov
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CONTRA

“;Qui;n ha abandonado la Patria, podr; huir de s; mismo?”
Goratzi.
“Cuando hay deseo se puede mendigar todo:
Dinero, fama, poder.
Pero no la Patria, se;ores.
Especialmente una como la m;a.
;Rusia no cabe en el sombrero!”.
M. Bulkakov “La corrida”

Drama esp;a.
PARTE I

Cap;tulo 1

A;o 1942. Leningrado.
(En 1942, los alemanes ocuparon  parte Este de Russia y ciudad Leningrado estaba en circulo de enemigos sin comida. Los ciudadanes estaban muriendo de hambre)
No se apiadaron de los ni;os que estaban muriendo de hambre, que estaban siendo evacuados de la ciudad en lanchas.
Con ca;ones y ametralladoras, destruyeron las lanchas que en un dos por tres se hundieron hasta el fondo. Los barcos que iban detras de ellos  solamente vieron en las olas oscuras los abrigitos, sombreritos, guantecitos y los juguetes de los ni;os flotando. Hab;an muchas mu;ecas y conejitos en el agua.
";Los odio!" - susurr; Gregory, mirando a la ventana. - Los odio.
;l guardaba este recuerdo para casos extremos. En el alboroto de la guerra trataba de no pensar en ello, porque no quer;a que este recuerdo se desvaneciera y perdiera su fuerza. Pero cuando el oy; la canci;n: "Deja que la furia se levante, como una ola", el vio exactamente esta triste ola del Ladoga y un conejito de peluche en ella.

;l reconoci; al conejito, lo ten;a una ni;a que estaba en el muelle. Los ni;os, a pesar de la guerra, todo el tiempo re;an, provocando sonrisas. Su presencia y alegr;a derret;an la severidad de los militares. Los ni;os fueron llevados hacia la escalera, la ni;a se dio la vuelta y de repente le sonri; tan alegre y abiertamente a Gregory, que ;l no pudo resistirse y tambi;n le sonri;, despidi;ndose de ella.

Ahora este recuerdo era inoportuno, Gregory alejando su frente del cristal fr;o, se enderezo y se fue al camarote. Era necesario alistarse. Inesperadamente lo llamaron del estado mayor.

Diario de Arsh.
Hoy fui a disfrutar del atardecer e la fortaleza de El Morro.
Mir; las siluetas de las palmas en la Isla de Cabro, La Canuela. Y pens; en Rusia.
Aparentemente, todos necesitamos vivir en otro pa;s un tiempo, para ver a nuestro pa;s desde el exterior.Para comenzar a extra;arlo, verlo y sentirlo de otra manera.

Antes de que yo llegara a Puerto Rico,  del todo no hab;a pensado en ;por qu; nosotros - los rusos- existimos en este mundo?. ;Por qu; terminamos siendo el pa;s m;s grande, con reservas ilimitadas de minerales? Y luego me di cuenta que era una pregunta est;pida. Tanto el pa;s como la familia, deben vivir para su gente en primer lugar. Por su felicidad y no para otra cosa.

Es interesante lo que piensan los puertorrique;os sobre su pa;s. Se sienten incomodos cuando les pregunto sobre eso.Esta isla se encuentra exactamente en el centro de Am;rica. Aqu; la cultura latinoamericana se encontr; con la norteamericana. As; como Rusia no se ha vuelto occidental ni oriental, Puerto Rico ha tomado un lugar muy especial entre las dos culturas, los dos modelos de valores.

Los personajes principales de los cuentos rusos son las personas perezosas, que disfrutan de la vida y se levantan de la hamaca solo cuando surge un gran problema. Cada puertorrique;o en su coraz;n tiene un j;baro. Su profunda motivaci;n de la existencia es el deseo de vivir despreocupado y alegre.

En la clase de "Historia y cultura de Puerto Rico" me enter; de que durante muchas d;cadas los puertorrique;os se iban a las grandes ciudades de Estados Unidos para trabajar. En Estados Unidos hay m;s puertorrique;os que en Puerto Rico. A mi me parece que esta gran pereza, alegr;a y tranquilidad son nuestra contribuci;n a la alcanc;a com;n de la civilizaci;n. ;Acaso no es en el mundo occidental donde todos se ajetrean, le temen al futuro, donde se necesita apaciguamiento y alegr;a?

Yo quer;a hablar de esto con Andrey esta noche. Al atardecer fui a visitarlo y lleve los CD de Bichevskaya y Vertinsky. "A mi mama realmente le gustaba ;l", dijo Andrey. "Ella nunca acept; que ;l regresara a la Uni;n Sovi;tica". En este momento, Bichevskaya cant; el viejo himno pre-revolucionario ruso: ";Dios salve al zar!" Y Andrey, de repente, sonri;:";Oh! ;Esto es para mi hermano! "Se estaba refiriendo a Vladimir. Vladimir es quince a;os mayor que Andrey. Naci; cuando la inmigraci;n rusa a;n cre;a en la posibilidad de derrocar a los comunistas y restaurar la monarqu;a. Es necesario que les hable de ;l con m;s detalle.
;Y V;sia viene de Rusiaa verme ma;ana! Hay que mopear el piso.

El perdi; su trabajo y se pele; con su novia. Ahora est; resentido con todo el mundo y, en particular, con las mujeres. Quiere curar sus heridas, tumbarse en la playa, beber cerveza y quejarse de la vida. Bueno, y entonces. ;As; es mi profesi;n!. Escuch; una an;cdota de un psic;logo aqu;. Cuando lo llaman por telefono, en lugar de ";Hola!", ;l dice: ";Quejese!"
Por cierto, los puertorrique;os tienen un h;bito incre;ble aqu;. Te llaman y te preguntan: ";Qui;n me habla?"

A;o 20.... San Juan.
El padre Andrey era un hombre grande y apuesto de cabello gris, con frente alta, nariz delgada y labios ligeramente carnosos. ;l se movia muy suave y lentamente. No se parec;a en nada a su hermano mayor Vladimir. Vladimir viv;a con Andrey, en una casa grande, donde, adem;s de ellos, viv;an el hijo de Andrey, su familia y algunos otros invitados regulares, sobre quienes Arsh no sab;a mucho. La casa estaba abierta para sus allegados, como Arsh, Liosha e incluso V;sia; que llegaba solo de visita, y asi se convirtieron en allegados. A todos ellos Vladimir los llamo para trabajar en la corte federal, cuando los estadounidenses llevaron al puerto un barco con una tonelada de coca;na a bordo.

La casa de los hermanos le gusto mucho a Arsh. Parec;a oler a Rusia, pero no a la Rusia que cambi; su nombre por la URSS, si no la otra que viv;a en las personas que conduc;an los taxis por las calles de Par;s, la que escuchaba canciones de Vertinsky aun cuando est; no hab;a regresado,y esperaba a que la misma URSS se convirtiera nuevamente en Rusia. Cuando Arsh comparti; este pensamiento con Vladimir, hizo un gesto y sonri;. Vladimir vio esta vida desde el lado donde tales sentimientos eran incomprensibles.

- Ustedes en la Uni;n Sovietica, inventaron un Par;s inexistente, una cultura occidental inexistente, y creyeron en su propia invenci;n. Las primeras palabras que escuch; en Par;s fueron "un extranjero sucio". No hab;a nada para comer. Cuando los alemanes reclutaron rusos para el frente, muchos fueron solo porque all; eran alimentados. Y yo tambi;n fui.
- ;Y t;?
- S;. Nos subieron al tren, nos llevaron. Pero no daban de comer. Yo rob; un ganso en una estaci;n, com; y me baj; del tren. Luego llegu; a Portugal. De all; a Canad;. Desde Canad; a pie hasta Am;rica. Aqu; me dijeron que era necesario ir a la oficina de inmigraci;n y mirar si me dar;an una greencard o no. Ellos me la dieron. Andrey y su madre se quedaron en Par;s. ;ltodav;a era peque;o.

Cap;tulo 2

El sol de repente, como sucede en el sur, se oculto en una brillante abertura entre el cielo violeta y la mar de berenjena oscura, y Arsh repentinamente se dio cuenta de que ya no pod;a ver ni una sola letra. Arsh puso el diario, levant; su cara hacia arriba y mir; hacia la oscuridad que se espesaba sobre la ciudad. ;l se reclin; un buen tiempo en el sof; viejo que ten;a en el techo de la casa, donde alquilaba un apartamento. El techo se alquilaba junto con el apartamento, el propietario insisti; en que desde el techo habia una vista maravillosa.

Lo que no mencion;, es que de d;a el sol calentaba tanto el techo que era imposible caminar descalzo sobre ;l, y el apartamento se convirt;a en un horno. Incluso los techos que por tradici;n eran de cinco metros de alto no ayudaban. Pero el apartamento de abajo estaba vac;o y result; que toda la casa estaba a la disposisi;n de Arsh.

Esta parte de la ciudad era considerada un centro hist;rico, aqu; en su mayor;a alquilaban extranjeros y bohemios locales: poetas, escritores, m;sicos y otros desocupados que se reun;an en un caf; abierto en la Plaza de Armas y se sentaban todo el d;a a la sombra de los toldos con tazas de caf; tan fuertes que incluso en el calor a Arsh se le congelaban las manos y le temblaban. Los extranjeros alquilaron los apartamentos no por mucho tiempo. Tarde o temprano se dieron cuenta de que la vista a la fortaleza, el puerto y al antiguo cementerio no reemplazar;a la comodidad de los apartamentos modernos y se fueron, pero Arsh se qued;.

Tal vez era culpa de ese sof; enorme, medio roto, pero tan c;modo que estaba en el techo, en el que le gustaba prepararse para las clases por la ma;ana y por la noche, y en el que ahora se estaba quedando dormido. De repente, Arsh ronc; y se despert;. Ya estaba completamente oscuro a su alrededor.

;l record; a Julian. El contrabandista al que ;l le traducia. Varias veces junto al abogado llegaron a la prisi;n federal ante el tribunal. El abogado pidi; traducir un poco. Explic; que el juez los invit; a cooperar con la justicia y confesar que cometieron un delito. Pero Julian estaba m;s interesado en el destino del barco en s;.

";D;nde est; parada la nave?" Le pregunt; a Arsh.
Arsh no lo sab;a, pero ;l tradujo la pregunta al abogado.
"Acaban de dejarla en el cementerio de barcos en el rinc;n m;s alejado del puerto", dijo el abogado, desganado, distra;do de sus papeles.
- ;Qu;?, ;y sin seguridad?
-El barco est; confiscado y nadie lo necesita. Incluso pueden llenarlo con combustible y prenderle fuego en el mar abierto. Y cuando se apague, venderlo como chatarra.
- ;En serio?
- No lo s;. Tal vez en una subasta se vender;. El due;o del barco no apareci;.
El abogado obviamente se molest; con las preguntas innecesarias.
Julian mir; a Arsh, que estaba traduciendo todo esto, pero no dijo nada.

Cap;tulo 3

A;o 1942. Leningrado.
- Entre las personas que fueron transferidas por el gobierno de Gran Breta;a, qued; ;l.
Este buen hombre sac; y mostr; la foto.
 - Este es el general de la realeza Nicolay Urusov. Seg;n nuestra informaci;n, su esposa se qued; y trabaja para la inteligencia extranjera en Rusia. No pudimos encontrarla. Por lo tanto, a cualquier costo, su tarea es; tan pronto como ;l suba a bordo, descubrir todo lo que sabe sobre ella. ;De cualquier manera!. El general en Francia, tiene una nueva esposa y ni;os, esto le dara una sola elecci;n. Si ;l no entrega a su ex-esposa, tendremos que liquidar a su nueva familia. Podr;a darte a un agente para que te ayude, pero tengo instrucciones de informar sobre la operaci;n a una sola persona, para que pienses bien c;mo llevar la conversaci;n. No tengas compasi;n por el general. ;l tiene tanto en su conciencia...
El buen hombre volvi; a mirar en la carpeta y puso una cara melanc;lica.
- Tan pronto como encuentre la ubicaci;n de la esposa, env;e un mensaje al instante. ;Est; completamente claro?
Gregory asinti;.
- ;Y porqu; tanta urgencia?
- No necesita saber eso, Gregory Nicolaevich. Y tampoco tenemos otras fotos.
- Nada. Lo reconocer;, - respondi; Gregory, maravillado por el hecho de que realmente sent;a una incomprensible certeza de que ahora reconocer;a a este hombre en todas partes. La cara del general en la fotograf;a de su nueva familia parec;a tan familiar, como si realmente lo conociera bien.

Diario de Arsh.
"Yo quer;a escribir m;s sobre Vladimir, para despu;s no olvidarlo. A pesar de que ya tiene m;s de ochenta a;os, nos hicimos amigos. ;Vladimir Nicolaevich Urusov es un viejo asombroso! Naci; en Francia, en la familia del general de la realeza. Su abuela fue sentenciada siete veces a muerte por sus actividades contra la Rusia sovi;tica. Y ;l es probablemente el ;nico mon;rca ruso vivo que he conocido. Creo que lo sac; de su padre. Su padre, un general de la realeza o general blanco, Nicolay Gregorevich Urusov, fue secuestrado y fusilado por los volsheviky durante la guerra. El padre esperaba que los fascistas derrocaran la autoridad de Stalin y el general secretamente visit; Gran Breta;a para organizar inmigrantes blancos rusos all;, pero fue capturado y entregado a los sovi;ticos. Vladimir, cuando se enter; de esto, se uni; a los alemanes para vengarse, pero, ir;nicamente, estaba en la resistencia francesa. En la Francia ocupada, muchos inmigrantes rusos se mor;an de hambre, y los alemanes los reclutaron en el ej;rcito de voluntarios. Muchos fueron solo porque los alemanes prometieron alimentarlos.

Vladimir tambi;n se inscribi;. En el tren que pasaba por Francia, nunca se les dio comida. Por lo tanto, en una estaci;n ;l atrap; un ganso, lo comi; con sus camaradas y huy;. Despu;s de eso, ;l estaba con la contra francesa. Y tres a;os m;s tarde, caminando atraves; Espa;a, lleg; a Portugal y de all; en barco de vapor lleg; a Canad;. Desde Canad;, se mud; a los Estados Unidos a pie y recibi; la Greencard. En los Estados Unidos, ;l, debido a que sab;a varios idiomas, trabajaba para servicios secretos. Y cuando se jubilo, se fue a vivir con su hermano en Puerto Rico. El habla ruso, franc;s e ingles como si fuera su propio idioma. Pero aqu; en poco tiempo, a pesar de su edad, consigui; hablar espa;ol con fluidez. Pero en verdad, en cualquier idioma que habla, constantemente inserta palabras de su franc;s en su discurso. ;l no tiene auto, ;l conduce una scooter.
As; fue como lo vi por primera vez: en moto, con gafas de cristales amarillos, casco, pantalones cortos y sandalias. Fuma y cree que todo el da;o no est; en el tabaco, sino en el papel de fumar. Por eso,el fuma en pipa. Hizo la pipa ;l mismo de un pedazo de ;bano, aunque no puedo llamar pipa a un pedazo de madera en el que, por un lado, taladr; un agujero para el tabaco, y en el otro un agujero para una varita de paja, que utiliza como una boquilla. Y sin embargo, a su edad, sigue siendo un mujeriego. Adem;s, se las ingenia para coquetear con las jovencitas. Ahora anda detr;s de una dominicana y se comporta con ella como si en vez de ochenta a;os, tuviera dieciocho. ;C;mo lo hace? Solo Dios lo sabe.
;l es tan activo que no puede estar sin trabajo. Por lo tanto, ;l trabaja en el centro cultural franc;s, pero lo que hace all;, ni yo, ni nadie m;s lo sabemos ".

A;o 20... SanJuan.
Gracias al padre Andrey, la iglesia rusa en San Juan se convirti; en internacional. Todos los domingos. Coptos, griegos, ucranianos, serbios y b;lgaros se reun;an en la iglesia. Los b;lgaros y serbios hablaban ruso bastante bien, y para algunos ucranianos, el ruso era su idioma principal, no el segundo nativo. El servicio se llevaba a cabo en tres idiomas: en el antiguo eslavo, como fue el caso con la “Iglesia Ortodoxa Rusa Fuera de Rusia” (IORF), en ingl;s y griego. El antiguoeslavo lo entend;an m;s los b;lgaros y Arsh, entend;a el antiguo eslavo porque la abuela, que naci; antes de la revoluci;n, ten;a una Biblia y las oraciones estaban en ese idioma, y le explic; a Arsh palabras incomprensibles. En la Rusia moderna, el servicio se realizaba en ruso, los inmigrantes de Rusia, el antiguo eslavo lo entend;an a medias. El padre Andrey cre; una atm;sfera en la que todos se sent;an como hermanos. Otro sacerdote, el padre Peter, era m;s estricto.

Un d;a ley; un serm;n enojado en contra de la insineraci;n de los muertos. Se trataba de una pobre b;lgara que muri; en Puerto Rico y pidi; enterrar sus cenizas en su tierra natal. Todos escucharon en silencio, pero por dentro entendieron que era casi imposible llevar un cuerpo al otro lado del oc;ano. Sin embargo, la rigidez de Pedro por el estricto seguimiento de las reglas de la iglesia era comprensible. La mayor parte de su vida vivi; en el monasterio, donde el reglamento era mucho m;s estricto que en el mundo laico. Y su rigidez con respecto al reglamento fue completamente nivelado por el hecho de que en la vida ;l era la persona m;s cordial que Arsh conoci;.

Cap;tulo 4

Arsh se estir; en el viejo sof; y mir; a su alrededor. Ya estaba bastante oscuro. La noche aqu; a veces solo tra;a oscuridad, sin frialdad. Arsh sac; los binoculares que estaban debajo de ;l, los uso para mirar el puerto durante el d;a, los tom; y los puso a un lado. A esa hora ya no eran necesarios. Pero en el d;a Arsh encontr; el buque “La Familia” en el estero y descubri; c;mo llegar a ;l. Sin pensar volti; la mirada  hacia el puerto, y luego se levant; bruscamente y comenz; a golpear la bolsa de boxeo que colgaba en la viga. Despu;s de veinte minutos, baj; las escaleras, se dio una ducha y se cambi; de ropa. Era posible esperar un poco m;s, pero Arsh sinti; que si no sal;a ahora, simplemente perder;a su determinaci;n. El comenz; a prepararse, mientras pensaba que probablemente no era bueno tomar el bote del padre Andrey sin permiso, pero, aun asi no pod;a decirle para que queria tomar el bote por la noche.

Arsh tom; el bote para llegar al buque que estaba detenido con todo el equipaje. La Marina de los EE. UU. detuvo y trajo al puerto de San Juan un buque a bordo donde se encontr; el mayor env;o de coca;na durante todo el per;odo de trabajo de la DEA. La mercanc;a fue realmente impresionante, m;s de una tonelada. El equipo, compuesto solo de ucranianos y rusos, estaba esperando juicio en una prisi;n federal, y los pocos rusos que viv;an, estudiaban y trabajaban en San Juan fueron invitados a la corte federal a traducir. Vladimir el hermano del sacerdote de la Iglesia local Ortodoxa llam; a todos. Vladimir Urusov era mucho m;s viejo que el padre Andrey, pero a pesar de su edad era tan delgado, como joven. Parec;a que alguien deliberadamente se hab;a penetrado en ;l con una mirada clara de ojos azules, la barbilla levantada y la postura firme y arrogante. Su apellido se veia divertido en el pasaporte franc;s “Ourousoff”. Vladimir no ten;a una ocupaci;n en espec;fico. Trabajaba m;s por aburrimiento que por necesidad en un centro cultural franc;s en la Embajada de Francia y estaba al tanto de casi todas las noticias.

A;o 1942. El Mar B;ltico. Los escoltas.
Gregory Smirnov no conoc;a a su padre. Su madre dijo que muri; en la primera guerra mundial. El no regres;. En el formulario Gregory escribi; que su padre era un obrero. Tal vez debido al hecho de que hab;an demasiados hu;rfanos despu;s de la primera guerra mundial y de la guerra civil,  nadie pus; en duda su historia, y la carrera de Gregory en el departamento de contrainteligencia era exitosa y iba sin problemas. La mam; se esforz; para darle una buena educaci;n a su hijo, y ;l destac; entre sus compa;eros trabajadores y campesinos como una persona inteligente. Las autoridades a menudo lo ponian como ejemplo, pero la modestia natural y la simpat;a lo salvaron de las personas envidiosas, y trabaj; tan duro que fue dif;cil encontrarle defectos.

Diario de Arsh.
"Vladimir cont; c;mo atraparon el barco que transportaba coca;na. Un sat;lite estadounidense rastre; que el buque estaba a la deriva frente a la costa de Venezuela. Cuando el barco entr; en aguas neutrales y viaj; a Europa, un buque de guerra estadounidense lo intercept;. El an;lisis i;nico mostr; rastros de coca;na. Una inspecci;n m;s cercana revel; el secreto escondido en el barco, ;UNA TONELADA! de coca;na. El buque fue llevado a Puerto Rico. Todo el equipo fue transportado a una prisi;n federal. Me sorprendi; que el equipo result; ser de habla rusa, pero Vladimir dijo que no estaba sorprendido en lo absoluto. ;l no se sorprender;a si los estadounidenses transportaban opio desde Laos. Dijo que despu;s de la visita de los estadounidenses a Afganist;n, la producci;n de opio all;, aument; en cuarenta veces. Yo no le di importancia a sus palabras. Vladimir tiene su propio punto de vista. Y a menudo no coincide con el de los demas. En mi opini;n, ;l ley; demasiadas novelas de esp;as y detectives.

Y V;sia contin;a quej;ndose de las mujeres. Honestamente, hace casi un a;o atras yo presentia que V;sia se separar;a de su novia. Es decir, mucho m;s antes que ;l mismo. ;Por qu;? No quiero presumir, pero ahora yo puedo predecir el futuro de una relaci;n solo con hablar con la persona. La mayor;a de las personas piensan que saben muy bien como debe ser una relaci;n y qu; deben hacer las esposas para que as; sea. Sin embargo, pocos comprueban cu;nto coinciden sus convicciones con las de su pareja. Alg;n d;a V;sia entender; que cada "yo debo" y " t; deber;as" muy f;cilmente se convierten en un "t; tienes la culpa" y "no, t; eres el culpable".

Ahora V;sia est; haciendo exactamente eso, lo que me demuestra que tan cabrona es su novia. Y probablemente, ella cuenta lo mismo sobre ;l a sus amigas. Y esto es asi con todos. Todos tienen una lista de rencores y m;ritos. En mis consultas, cualquiera puede decir lo que hizo bien para un compa;ero ingrato, pero pocos saben lo que su compa;ero realmente espera de ;l. Nosotros decidimos por la otra persona, que necesita de nosotros, queremos hacer solo lo que creemos que es correcto y esperar gratitud por lo que el otro no necesita.
En general, creo que todo esto es solo porque nos separamos de nuestras ra;ces. Antes, cuando las personas vivian en familias muy grandes, los ancianos ve;an los errores de los ni;os y pod;an aconsejarlos. Ahora todos viven separados en las grandes ciudades y est;n indefensos ante sus relaciones. Por algo comenzamos a hablar de este tema con el padre Andrey.

A;o 20… San Juan.
Al padre Andrey le agrado V;sia el amigo de Arcadio, que llego donde ;l de visita. A pesar de sus ataques contra la iglesia en general y sobre los ortodoxos en particular, Andrey qued; impresionado por su deseo de entender. Deseo de comprender. ;l vio en V;sia a un hombre sabio, lo que nadie m;s ve;a en ;l: la iglesia era atacada, V;sia buscaba la reconciliaci;n con su propia conciencia.

- Ahora, ustedes est;n ense;ando misericordia, pero ustedes mismos expulsaron a los viejos creyentes, los quemaron, los excomulgaron de la iglesia", - dijo V;sia agitado.
Andrey se convirti; en un servidor del llamado interno del coraz;n y nunca estuvo interesado en los conflictos pol;ticos dentro de la iglesia, pero al relacionarse con los viejos creyentes, que eran muchos en Am;rica del Norte, el sabia mucho sobre este tema.
- La Iglesia Ortodoxa Rusa Fuera de Rusia se arrepinti; ante los viejos creyentes", - dijo. - Tal vez la tuya tambi;n alg;n d;a se va a arrepentir. Para todo se necesita tiempo, y para el arrepentimiento, a;n m;s.

V;sia por un tiempo lo dej; tranquilo. Unos d;as m;s tarde la siguiente disputa se di; por el tema de la familia y el poder. V;sia, al igual que Arsh, ahora trabajaban como traductores en una prisi;n federal y en un tribunal. V;sia traducia a Anatoly. Anatoly, probablemente, era el m;s fracasado de los miembros del equipo. Toda su vida trabaj; como marinero en buques de carga. En los ;ltimos a;os, el trabajo era dif;cil y convenci; a su amigo de hacer un viaje con carga ilegal. En otra situaci;n no habr;a aceptado de ninguna manera, pero la familia no ten;a suficiente dinero, y este viaje prometia sustentar a la familia por mucho tiempo. Este era su primer viaje. Y as; termin; aqu;. V;sia sentia l;stima de ver a este hombre, que por el bien de la familia, decidi; romper la ley, y no solo no adquiri; nada, sino que lo perdi; todo.

Arsh se inclin; sobre la cornisa y mir; hacia la calle. ;l not; a Hary. Un mendigo local.
"Hary", lo llam; Arsh. - ;Quieres comer?
";Oh man, por supuesto!" – Hary conmocionado.
"Entonces no te vayas". Yo ahora te lo llevo. ;l baj; del techo y se fue a la cocina y, saco una sart;n con paella del refrigerador, le sirvio bastante en un plato desechable. Despu;s de pensar un poco, tom; una cuchara desechable sucia, la limpi; con una servilleta y la inserto en la comida. Luego, volvi; a abrir el refrigerador y sac; una botella de cerveza. Ya en la puerta, sac; su billetera, sac; un d;lar y se lo pus; a Harry en el bolsillo de la camisa.
A la salida, le dio a Hary comida y un d;lar y se fue al Instituto de Neurobiologia, donde mantenia su carro.
El guardia, el viejo Genio, estaba durmiendo en el sill;n. Arsh lo llam; y ;l se estremeci;.
Arsh coloc; una botella de cerveza frente a ;l y se fue al auto.
- ;Cu;ndo me presentar;s a una chica de Rusia? Le grit; el genio.
"Ma;ana", sonri; Arsh.
Encendi; el carro y sali; del estacionamiento del instituto.
" ;Vete, vete! Yo cierro", grit; el genio.
Arsh generalmente cerraba las puertas el mismo.

Cap;tulo 5

Arsh naveg; al lado del barco ;La familia;, buscando un lugar donde poder lanzar el ancla y pensando, que lo habia hecho aceptar. ;C;mo y con qu; pudo Julian convencerlo?
Julian Kravchenko, los Ucrainos del equipo de los detenidos, al que fue asignado Arsh, parec;a un chico regordete, con una cara carnosa y mirada penetrante. A Arsh no le agradaba Julian. Arsh confiaba en sus instintos y se comportaba con ;l de manera formal, pero el mismo no estaba buscando el afecto de ;l, habl; solo del caso y poco a poco desperto en Arsh el respeto por ;l, porque viv;a en calma y con confianza, una vida sobre la que Arsh leia s;lo en las historias de detectives. Al igual, le gusto su severidad y solidez interna. Poco a poco sus charlas pasaron a ser no solo de negocios y de la investigacion, sino de temas personales y, en alg;n momento, despu;s de algunos chistes de los cuales los dos se rieron, Julian de repente se puso serio y dijo mirando a los ojos a Arsh:
- Sabes, yo ya asegure a mi familia. Y es suficiente hasta para los nietos. Lo siento por los muchachos que se ariesgaron por primera vez. Pero all; qued; mi dinero escondido en el barco. ;Ahora todo se perder;! - Julian habl;, sin apartar la mirada de Arsh. -  D;jame decirte d;nde est; el dinero. Simplemente tomalo.
Julian hizo una pausa, mirando cuidadosamente a Arsh. Arsh levant; la mirada hacia ;l.
- No s;... Bueno, si de todos modos se perder;, sin duda es una pena.
- Bueno, qu;, lo tomar;s?
Arsh vacil;.
- Anda te dibujo un plan. Es una pena despu;s de todo. Se perder;. Bueno... ;te dibujo el plan? Y luego decidir;s si lo necesitas o no.
- Bueno, vamos, - dijo Arsh.
- Y para m;, solo toma un paquete del barco. No, no pienses, no son drogas. Es una cosa inofensiva. Consegui microesquemas para la gente. Nosotros no hacemos de esos.Y son muy necesarios. ;Entiendes? ;Muy necesarios! No le des nada a nadie todav;a. Solo guardalo, para que no desaparezca. Y yo, si hay alguna oportunidad, de alguna manera lo recogere yo mismo, o llamar;, te dir; a qui;n darserlo o quiz;s alguien te contactar;. T; mismo decides. Bueno, si quieres, d;jalo en el barco, no lo tomes, si quieres...
Luego hizo una pausa, mir; a Arsh y de repente habl; convincentemente otra vez.
 - Escucha, si lo recoges, estar; en deuda contigo. No lo estoy pidiendo. S; que esto no se hace asi. Pero si ... en general ... haz lo que sabes. Yo no te lo hubiera pedido pero, est; claro que eres una persona honesta y decente. De todos modos llegaras al barco. Tomar;s el dinero, hay cincuenta mil. D;lares.  Pueden ser ;tiles.

Arsh callado y abatido agacho la mirada. Por alguna raz;n, no era capaz de negarse a esta persona pr;cticamente ajena, pero era desagradable imaginarse c;mo lo atrapaban. ";Sabe qu;?", Ash quer;a decir. - "D;jeme pensarlo y la pr;xima vez le responder;". Pero, en lugar de esto, por alguna raz;n dijo:
- Dibuje el plano, pero que sea exacto, para no perderme.
- El plano esta listo - Julian sac; de su bolsillo un pedazo de papel con el esquema de la nave y enfrente de Arsh dibujo dos puntos.
- Aqu; est; el paquete. Aqu; est; el dinero.

A;o 1942.El Mar B;ltico. Los escoltas.
Gregory estaba de pie en la cubierta alejado de los otros y mir; a los antiguos soldados zaristas entregados por los brit;nicos.
- ;Por qu; andarlos de un lado a otro? - Justo aqu;, y hundamos a esta "contra", - alguien dijo desde abajo y en el agua vol; una colilla de cigarrillo, y luego escupieron. Gregory mir; hacia abajo, pero solo vio unas manos agarrando la baranda de la cubierta. ;l nuevamente comenz; a buscar al general.
;l lo reconoci; de inmediato. Por un momento, pens; que incluso sin la fotografia, habr;a reconocido a esta persona entre la multitud, donde quiera que lo hubiera visto. Y en el instante siguiente Gregory not; con insatisfacci;n que no le agradaba al general. ;l era demasiado confiado. El general se mezcl; entre el resto de los antiguos militares zaristas transferidos al lado sovi;tico y no se distinguia entre ellos ni la ropa, ni su estatura. Pero entre las personas agachadas y asustadas en sus t;nicas, ;l se mantuvo firme y la expresi;n de su rostro era diferente. Entre la multitud de condenados, despistados y perdedores, ;l se miraba como un sacerdote, que estaba separado del mundo, pod;a parecer una persona mundana y vanidosa. Cruzaron las miradas,  Gregory casi ahogado por la claridad que brotaba de los ojos azules y claros del general.

- Mantengalo separado de los dem;s, - dijo Gregory dirigiendose al oficial, se volteo y  sali; de la cubierta.Gregory estaba de pie, apoyando la frente en el fr;o cristal de la ventanilla y mirando las olas. Desde el primer vistazo se sinti; extra;o. Como si no solo hiciera su trabajo, ahora tiene un deseo personal irresistible de ganar. Como si el general le hubiera transmitido algo con su mirada.

Diario de Arsh.
"Cuando fuimos a recoger a V;sia, el avi;n habia llegado una hora antes. Un conocido piloto  me explic; que los pilotos suelen utilizar propulsion para volar m;s r;pido. V;sia estaba agotado por el camino y lo llevamos a nadar a la playa cerca de la casa de Liosha y luego en su casa bebimos por el encuentro. Liosha no hace mucho se divorci;. Su ex-esposa hizo todo lo posible para evitar que viera a su hijo. Entonces, al instante V;sia encontr; un tema en comun de conversaci;n con ;l. Lo que es m;s interesante es que los amigos en tales situaciones rara vez ayudan a reconciliar. Por el contrario, fomentan en t; el sentimiento de rectitud y enojo. Yo no interferi. Por el contrario, convenc; a V;sia de pasar la noche en el apartamento de Liosha porque tiene aire acondicionado. Yo tambi;n pod;a encender el aireacondicionado, pero la cuidad es vieja y los techos son altos y no hay vidrios. Es muy costoso e inc;modo poner el aire acondicionado all;. Y asi me gusta m;s. Cuando siempre vives en el calor, te acostumbras. Con el aire acondicionado solo te resfrias. Los puertorrique;os a menudo dicen: ";Que calor!" Pero ellos nacieron en este clima, y yo los sorprend;a con mi adaptaci;n n;rdica.
Hoy los hermanos de Vladimir y Andrey organizaron una fiesta en el techo. Liosha lleg; con V;sia. Vladimir incluyo a Liosha como traductor tambien. Hace dos d;as tuvimos una reuni;n en el tribunal federal. Nos presentaron a los abogados y todos tuvimos que firmar un documento sobre la no divulgaci;n. No s; si esto siempre se hace o si el caso es secreto ".

A;o 20.... San Juan.
En la fiesta de los hermanos, V;sia desde la puerta comenz; el dialogo con Andrey sobre las autoridades.
- Ustedes siempre est;n del lado de la autoridad, - dijo, aunque era evidente para todos los presentes que Andrey pertenec;a precisamente a la rama de la Iglesia Ortodoxa que no acept; este poder y huy; al extranjero despu;s de la revoluci;n. - Les gusta decir " no hay autoridad sino solo de parte de Dios". Y si la autoridad misma aleja al hombre de Dios, ;quiere Dios que una persona lo abandone?
El padre Andrey consider; necesario aclarar.
- ;Qu; quieres decir con que la autoridad aleja de Dios?

- Y aqu; est; que: la autoridad toma la tierra,aumenta los impuestos sobre esta. Y todos los campesinos se encuentran en grandes ciudades malolientes. En Rusia simplemente nos quitaron la tierra. Aqu; los impuestos se han puesto extremadamente pesados. Pero la esencia es la misma. Y aqu; vivimos en ciudades; tanto hombres como mujeres trabajan, los pol;ticos apoyan leyes que dividen a;n m;s a la familia y obligan a las personas a querer conseguir autos nuevos y cosas innecesarias. Las mujeres se vuelvuen locas. Ellas quieren m;s y m;s. ;Y qui;n hace esto? ;Se puede ver que, esto se hace centralizado!. Yo de mi ex solo escuchaba: ";D;nde est; el dinero?" Y yo... "V;sia respir; hondo. - Y es repugnante. Me gustar;a jugar con mi hijo y educarlo, ir con ;l al bosque para cazar o pescar, cultivar la tierra, construir una casa y ense;arle todo lo que s;. Y en cambio, solo pienso como ganar dinero. Los ni;os est;n todo el d;a con extra;os. Y no me gusta este tipo de vida. A nadie le gusta. En Rusia, aunque sea hay invierno. Y aqu; est; la tierra del para;so. Tira un palo y crecer; todo que quieras. ;Yo! en el lugar de los puertorrique;os a como sea volver;a a mi tierra, con mi familia. De cualquier forma no hay dinero. Trabajas como burro, pero no hay dinero. Y no habr;. ;Sabes qu; tipo de pensamiento est; matando a toda la humanidad?
- ;Qu;? - pregunt; Andrey.

- ;D;nde conseguir dinero?. Somos lo que pensamos y nuestra vida es a como la valoramos. En lugar de vivir en la tierra, en familia y regocijarnos, nos vimos obligados a huir a grandes ciudades malolientes. Le entregamos nuestros hijos a los cuidadores, las esposas en los supermercados y nosotros trabajando. Y que, al menos alguien est; feliz? ;Ni una maldita cosa! Los ni;os no respetan a los padres, las esposas son infelices, las familias se separan. Y a;n as;, todos contin;an haciendo lo mismo. Cada vez vemos menos a nuestros hijos, pagamos pensi;n alimenticia y no hay sexo. Y todo esto no solo es respaldado por las autoridades, sino que lo impone. Y los sacerdotes siempre repiten: "no hay autoridad sino de parte de Dios".  ;Qu; clase de Dios es este?
El padre Andrey escuch; con calma, d;ndose cuenta de que V;sia a;n no hab;a terminado.
";Y solo uno puede salvarnos!". V;sia grit;.
";Qu;?"
- ;Una mujer!, una mujer que dice: ";No necesito dinero! No vayas a trabajar ;Estar; contigo incluso si eres un mendigo! "El mundo ser; salvado por una mujer.
Arsh estaba sentado,escuchando y no pudo evitar re;rse. Los pensamientos de Vasia eran muy comprensibles para ;l. Pero Arsh nunca pens; culpar a  alguien, por el hecho de que el mundo est; tan arreglado.
;l accidentalmente record; esta conversaci;n en el barco vac;o. Recordo lo que padre Andrey le hab;a respondido a Vasia y sonri;.

Cap;tulo 6

Para Arsh era espeluznante estar solo en el barco. Mientras estaba arriba, todav;a era tolerable, pero al estar adentro, experiment; tal emoci;n que se detuvo y esper; en la oscuridad hasta que se tranquiliz;. Luego encendi; la linterna y recorri; el pasillo. Poco a poco, se lleno de curiosidad. Abri; la puerta de una cabina y se encontr; en una oficina m;dica. Al mirar los armarios met;licos con medicinas e instrumentos m;dicos, Arsh qued; fascinado. Puso en su mochila varias pinzas, que son muy convenientes para sacar anzuelos de la boca de los pescados. ";Voy a relagarle uno al padre Andrey!" -  pens; Arsh, cuando de repente un destello de luz lo ceg;. La oficina llena de luz. Arsh del miedo se sent;, enseguida se di; cuenta que la luz de su linterna en la ventana de la nave vac;a podr;a llamar la atenci;n.

A;o 1942. El Mar B;ltico. Los escoltas.
- Hola, Nicolay Gregorevich! - dijo Gregory, pero el general no se mostr; sorprendido de que ;l supiera su verdadero nombre. Los documentos que el ten;a eran falsos.
- Hola -, respondi; cortante Urusov.
- Bueno...- ;es probable que quiera ver Rusia de nuevo?
- Quiero, - respondi; el general de nuevo de manera breve y cortante.
- ;Extra;a a su esposa?
Esta vez el general no dijo nada.
- ;De verdad no? Ah, s;. Ahora tiene una nueva familia. Su esposa es hermosa. S;, y ;los ni;os! los chicos. Sondos. ;Cu;les son sus nombres?

Gregory sab;a como se llamaban. En la foto que se le mostr;, vio a una mujer hermosa con un rostro noble y bello, en sus brazos un beb;, Andrey. Junto a ella un chico con hermosos ojos como los de su madre. Este es Vladimir. Y de hecho, los agentes sovieticos lograron conseguir una fotograf;a en el Par;s conquistado.
El general nuevamente no dijo nada, pero quedaba viendo tanto a Gregory, que este quiso detener este espectaculo y explicar breve y claramente a este hombre que el tiempo en el que sus modales, edad y dignidad significaban algo, hab;a terminado. Pero al momento siguiente Gregory se retir; mentalmente y a pesar de la mirada del general, dijo:
- Sin embargo, el asunto no est; en como se llaman, sino en c;mo crecer;n. ;No es as;?
Gregory se obligo asi mismo a no continuar. ;l sent;a un gran enojo consigo mismo por el hecho de que el general lo obligo a perter su autocontrol. Con que y c;mo lo hizo, Gregory no lo entendi; en el momento. Se encontr; con varios acusados. Entre ellos hab;a fuertes individuos, tales como, aquellos que cuando entraban a la oficina, pod;an llenarla tanto con su presencia que era dif;cil sentarse frente a ellos y no querer doblegarte, como si una fuerza te presionara los hombros. Pero Gregory sab;a que tarde o temprano esa fuerza desaparecer;a si los dejamos sin dormir, sin comer o simplemente arrojarlos en la noche a una celda con criminales. Pero ahora, por alguna raz;n, quer;a una victoria "limpia" sobre este hombre. Su propia victoria. Lo quer;a, y por alguna raz;n no pudo. Y esto caus; en si mismo una ira sofocante y en el general.
- Pero pueden no crecer.
El general al parecer no entend;o la indirecta y a Gregory no le gust; esto. Por eso decidi; aclararlo.
- Nosotros no acostumbramos a compadecer a las familias.
El general lo mir; con una mirada de comprensi;n.
- Es bastante natural, - dijo ;l, y en Gregory rondo la idea de que el general no pensaba jugar con ;l, y hace mucho se hab;a dado por vencido y estaba listo para cooperar, pero en el siguiente instante el general continu;.
- Ustedes no tienen compasi;n cuando matan a mujeres y ni;os con ametralladoras. Ese tipo de gente son ustedes.
Gregory apret; la mand;bula, pero no dijo nada.

Diario de Arsh.
"Seg;n la ley, se supone que cada uno de estos contrabandistas debe tener su propio int;rprete y un abogado. Para m;, francamente, se volvi; embarazoso. Los jurados puertorrique;os ahora pensar;n que los rusos no solo bebemos vodka, sino que tambi;n vendemos drogas. En general, no saben casi nada sobre nosotros. Una estudiante de mi clase me pregunt;: ";En Rusia hay invierno?". Respond; que s;. ";Siempre?", Pregunt; ella. Y una vez en la clase de historia y cultura de Puerto Rico, nuestro profesor le pidi; a una puertorrique;a que mostrara donde est; ubicada Rusia en el mapa mundi. Ella no sab;a d;nde est;. El vendedor en la tienda de materiales de construcci;n descubri; que soy ruso y me dijo "hola" en alem;n. Le pregunt; por qu; me hablaba en alem;n y ;l respondi;: "Porque, eres ruso".

Esto es lo que aprendes con mucha claridad en el extranjero: hay que ser m;s modestos. Toda esta grandeza de la naci;n no vale nada cuando cruzas la frontera. Bueno, ;es realmente consolador? Miras c;mo otros viven y piensan: por lo menos, somos una gran naci;n. Hay que estar orgullosos de que la poblaci;n en tu pa;s vive bien. Todo lo dem;s es demagogia.
Antes, no pensaba c;mo nos veian las otras naciones, pero ahora entiendo que se guian en m; para juzgar a todos los rusos. A veces me siento avergonzado por los rusos que est;n aqu;. No por los rusos que viven aqu;, sino por los que vienen de vacaciones. A veces nos miramos rudos y patanes descarados, y todo porque por alguna extra;a raz;n tomamos las reglas y leyes como algo que ofende nuestra dignidad, y las prohibiciones como un insulto. Yo por mucho tiempo pens; ;por qu; esto es asi?. Seguramente la raz;n radica en nuestro af;n por la libertad. Yo pienso que esto se debe a que nosotros, asi como, los puertorrique;os por mucho tiempo no hemos tenido libertad de verdad. Para el poder siempre fue mas conveniente que hubieran rebeliones, pero no que un ruso fuera due;o de su propia tierra.

Los puertorrique;os tambi;n son muy amantes de la libertad. Si a un puertorrique;o se le pide que haga algo, es posible que alg;n d;a lo haga. Pero si comienzas a presionarlo, nunca har; nada para ti. Pero los puertorrique;os no son agresivos. No se indignar;n ni har;n nada por rencor. All; donde un ruso va a revelarse, el puertorrique;o, simplemente no va a hacer nada y va a desaparecer. Aparentemente, esta es la sangre de los indios Ta;nos. Los indios Ta;no, a diferencia de otros indios, eran marineros pacificos, recolectores y camioneros. Pero tuvieron dificultades con los espa;oles. Un puertorrique;o me dijo, que los conquistadores espa;oles no pudieron obligar a los indios a trabajar. As; que tuvieron que traer a los negros de ;frica. Por cierto, los espa;oles importaron m;s negros del norte de ;frica, y no del centro, como los gringos. Por eso aqu; tienen la nariz y los labios finos como los europeos».

A;o 20 ...  San Juan.
El padre Andrey analizo todo durante un largo tiempo, antes de responderle a V;sia.
- Est;s hablando de c;mo los valores falsos hacen que las personas luchen por el poder, la riqueza y el lujo, - dijo ;l. - Pero una persona siempre elige lo que es m;s importante para ;l. La iglesia nunca ha cambiado sus valores. Fe, esperanza y amor. Y la rebeli;n debe ir en contra del mal que hay en s; misma, y no del que est; alrededor. Si quieres educar a tu hijo en tu propia casa y sin la escuela, hazlo. Encuentra a una mujer que confie en t; y huye con ella de la ciudad.
- S;, en este tiempo no hay de esas, que le digan NO al dinero y a la comodidad. No la encontrar;s.
- ;No la vas a encontrar?  Significa que t; no eres ese hombre en el que una mujer puede confiar. Ella ve que t; solo sabes quejarte. Aquel que se mantiene ocupado, no tiene tiempo para quejas.
- ;Yo no me quejo de nada! - Vasily aull;.
- Sabes, ahora muchos hombres presentan desde su punto de vista quejas justas hacia las mujeres, pero - pens; Andrey. - Y las mujeres tambi;n hacen lo mismo. Cuando yo trabaj; en Nueva York, mas que todo ten;a que escuchar quejas. Yo aqu; habl; con padres y era lo mismo. Y el problema no est; ni en los hombres y ni en las mujeres.
- ;Yenqu;?

- En la guerra. Todos viven seg;n el antiguo testamento. Ojo por ojo, diente por diente. Todos saldan sus cuentas. Yo hac;a algo por ellos pero ellos no hac;an nada por m;. El amor es cuando haces algo sin pedir nada a cambio.
- S;, - dijo Arsh. –una deuda ya no es amor. Es ego;smo. Comercio. A m; me pasa lo mismo en las consultas. Las mujeres se quejan de que no reciben amor, ni atenci;n, y los hombres de que la mujer solo consume y no da nada a cambio. Y todos se quejan padre Andrey. Todos se quejan de los otros.
- De su pr;jimo.
- Exactamente. Por cierto, sabe que en la Biblia en espa;ol no se traduce como pareja, sino como vecino. Pero da igual. Todos tenemos exigencias. Como si solo necesitaramos de los dem;s, para conseguir nuestros objetivos. Nadie esta preparado para aceptar al otro tal y como es, ni a estar con esa persona solo por amor. Y no importa contra quien tienes pretextos. Contra las mujeres, contra el poder, contra la iglesia.
- S;, - el padre Andrey estaba de acuerdo. - Las personas dejaron de entender que la felicidad est; en la fidelidad, la honestidad, la misericordia, el perd;n, en la fe y la gracia. Creen que un trabajo prestigioso o un autom;vil caro los har; mejores,m;s que sus cualidades espirituales, porque ya no creen en ellas. Para eso esta la iglesia. Es un faro. ;Est;s perdido? ;Bueno! Navega hacia la luz.

Cap;tulo 7

Arsh se sent; en cuclillas,congelado de temor, vio como la luz del reflector lentamente pasaba alumbrando el cabinete medico. Despu;s de esperar un poco, Arsh mir; por la ventana y se dio cuenta de que por ah; cerca estaba girando un bote grande, que por alguna raz;n encendio un potente reflector que tra;a en la proa. En el bote, unas personas bailando se gritaban. Arsh respir; profundo un par de veces, sali; del cabinete y sigui; caminando de acuerdo al esquema, que hab;a trazado Julian para ;l.
El nervio pr;cticamente se hab;a ido. R;pidamente encontr; el lugar que necesitaba, tom; un pesado baul, lo envolvi; con cinta marr;n y lo guardo en la mochila. ;l not; que Julian hab;a hecho trampa. En aquel lugar, dibujado en el esquema, donde deb;a estar el dinero, result; que solo hab;a un paquete con cosas electr;nicas.

A;o 1942. El Mar B;ltico. Los escoltas.
Nicolay Gregorevich sab;a muy bien lo que le esperaba en Sovdepia (URSS), pero, por encima de la l;gica razonable, estaba tranquilo e incluso algo entusiasmado. En una corta visita en 1917, el aun en aquel entonces coronel, besando a su esposa embarazada, antes de ser enviado al frente, ;pudo haber sabido ;l, que no volver;a a verla? ;Pod;a haber imaginado ;l, lo que suceder;a con ;lla y con el pa;s?
Record; la cara de Mar;a, hinchada por causa de las l;grimas y del embarazo, cuando estaban en la plataforma. ;l no vio nada m;s hermoso en su vida. Estuvieron ah; de pie mucho tiempo. La eternidad paso alrededor de ellos, y el tiempo se detuvo.

En inmigraci;n, Nicolay Gregorevich clasific; a sus compatriotas exiliados en dos categor;as. La primera, los que se safaron, se organizaron, sobrevivieron y se lucraron. La segunda, los melanc;licos insoportables por la Patria, a los que les quitaron las fuerzas y el sentido de vivir.Se planifico la derrota del poder rojo con mas energ;a, los dem;s se dispararon, se ahorcaron, se emborracharon , simplemente murieron de nostalgia. Algunos dejaron mensajes de muerte llenos de odio por aquellos que les quitaron su patria, otros escribieron brevemente: ";No puedo vivir sin Rusia!", Pero todos ellos, incluso los que se animaron, limpiaron los botones y las medallas en sus t;nicas, parec;an ;rboles viejos de Navidad,con solo jalar de una rama todas las agujas se derrumbaran en un instante y se ver; que el ;rbol ya estaba seco y se hab;a muerto hace mucho tiempo y que del agua del cual se alimentaba, ya no quedaba nada.
Nicolay Gregorevich revivi; gracias a una nueva familia. Hiendo al frente en 1917, Nicolay Gregorevich le dijo a su esposa embarazada:

- El ni;o nacer; sin m;, ll;malo Gregory, en memoria de su abuelo.
Mar;a lo mir;. La gente pasaba.
- Nicolay. Cu;date -, dijo Mar;a.
- Lo prometo-, dijo ;l.
Qui;n naci;, ;l no lo sup;. El hijo que naci; aqu; en inmigraci;n, lo llam; Vladimir.
;Amaba a su segunda esposa? S;, lo hizo. Como una persona madura y tranquila ama,  como alguien que  sabe que el amor crece gracias al cuido, la ternura y el servicio. Amaba, como todos aman, sabiendo que esta es la salvaci;n de una vida sin sentido. Amaba, sabiendo que adem;s del amor, no hab;a nada m;s. Saber que necesitas de algui;n, eso es la salvaci;n. Despu;s de todo, no le quedaba nada. Miedo a pensar, ;nada!
Pero como amaba a Mar;a, el general no am; a nadie nunca. Y ahora ;l no solo fue hacia la muerte. ;lfuehaciaella. ;l  fue asutierranatal. Ha regresado.

Diario de Arsh.
"Los puertorrique;os no se categorizan en blancos y negros. Casi no hay racismo en ellos. Mi vecino Javier es muy oscuro, dijo una vez: "Soy puertorrique;o, pero mi hermano es (afroamericano)"black" porque yo vivo en Puerto Rico y ;l en los Estados Unidos".
Por supuesto, hay una cierta separaci;n de la sociedad, y entre el establecimiento de personas blancas se da un poco m;s, pero no alcanza a verse. Y, gracias a Dios
Ca; en una buena sociedad, no por el color de mi piel, sino porque fui educado. La mayor;a de los rusos aqu; son profesores y estudiantes que trabajan o estudian. Por eso nuestro c;rculo son estos profesores, maestros e ingenieros de este lugar. Y esta bien, porque nos tratan no como en otros pa;ses, donde hay muchos rusos y los tratan como tratan a los puertorrique;os en E.E.U.U. y aunque en puerto Rico no es dif;cil recibir una educaci;n superior, la mayor;a son personas sencillas, trabajadores, vendedores, conductores, y a las afueras de San Juan hay mucha gente pobre. Ahora, gracias a estos contrabandistas, todos estamos rodeados de abogados, jueces y funcionarios. Antes yo no sab;a que el problema de las drogas aqu; es muy serio, pero uno de los abogados, que trabajaba en la DEA, dijo que la situaci;n es simplemente catastr;fica.

Result;, que uno de los abogados que trabaja en el caso de las drogas con nosotros – es el padre de ;l actor Benicio del Toro. Una persona muy amable y modesta. Hablamos sobre nuestros clientes en el comedor  de la corte federal. Y de repente Natasha dijo -mejor hablemos de tu hijo-. ;l se derrumb;. Result; que ;l no quer;a que Benicio fuera actor, mientras la fama no lleg; a ;l, se preocupaba mucho por su hijo. En lo personal yo pienso que Benicio no solo es bueno sino un grandisimo actor. En ;l hay una profundidad intransmitible. De estos actores hay muy pocos en todo el mundo. ;l no act;a, ;l lo vive. Se cree que esto es muy peligroso para un actor, meterse tanto en el personaje, por eso muchos actu;n superficialmente. Natasha tambi;n es rusa, pero ella emigr; a Nueva York hace mucho tiempo con sus padres, cuando ella ten;a 14 a;os. Se cas; con un puertorrique;o y se fue con ;l. Es extra;o que ella tenga acento americano y  no ruso, cuando habla espa;ol. Los rusos tienen menos acento. Nuestros idiomas son parecidos fon;ticamente. Yo quer;a aprender a hablar como puertorrique;o, pero los puertorique;os y los rusos se re;an de m;. Los puertorrique;os decian que no hay que hablar en puertorrique;o a hablar en espa;ol correctamente, y los rusos se burlaban y me decian que no habia nada mas gracioso que escucharme decir Polto Jico en lugar de Puerto Rico o cajjo, en lugar carro. En fin, me olvide de todo eso y ahora hablo a como puedo. Y sin embargo, sigo pensando que hay que hablar con el dialecto del lugar donde est;s. ;Qu; quiere decir "correcto"? Cualquier charla es una tarjeta de visita del pueblo. El espa;ol puertorrique;o no es peor que el castellano ".

A;o 20 ...  San Juan.
- Sabe, Es verdad, - dijo Arsh. - La gente est; confundida. Yo tengo un amigo puertorrique;o. ;l quiere tanto ser rico, pero odia a los ricos. Aqu; antes vivian los hibaros,tenian un vida sencilla, y luego los estadounidenses introdujeron impuestos en la tierra, que todos tuvieron que irse a la ciudad y se volvieron infelices.
- Los subestimas, - sonri; Andrey con su bigote. - Seg;n las encuestas, los puertorrique;os siguen siendo una de las naciones m;s felices del mundo.

- Pero de todos modos-, dijo Arsh. - La mayor;a no tiene duda de que las cualidades que hacen rico a una persona rica – son el egoismo y la perseverancia para si mismo. Y la mayor;a no considera que estas cualidades sean positivas, pero casi todos quieren ser ricos.
-lo ves, - dijo Andrey. – el ego;smo esta en todos. La pregunta es, ;a qui;n consideras de los tuyos? Y el cristianismo, como una idea de que todos somos hermanos,hace que todos sean de los tuyos. Lo malo es que el hombre moderno incluso a su familia no siempre la consisera de los suyos. Nos apartamos y dividimos, y he aqu; donde el hombre se queda completamente solo. Pelear contra el ego;smo no tiene sentido. Pero puede que sea confiable que consideres de los tuyos a tu esposa, tu familia, tu patria, a todo nuestro planeta.  El tambien es de nosotros. ;como poder alejarse de lo que consideras tuyo? Tu mismo te empobreceras.

- Bueno, usted ha vivido toda una vida  con una sola esposa. Y Vladimir, creo que es la septima ya. ;C;mo es posible que en una misma familia y de un mismo vientre nacieran ustedes tan diferentes?.
Andrey sonri;.
- Yo soy casi veinte a;os mas joven que ;l-. A ;l lo cri; papa. Y yo ya casi no lo recuerdo.
Andrey se quedo pensando. El en verdad no recordaba a su papa. De los recuerdos solo quedaban algunas sensaciones. Recordo las manos de su padre. Incluso ahora mismo este recuerdo lo sent;a como una dulce ola. Que manos tan c;lidas, grandes y suaves tenia papa, cuando ;l lo sostenia en sus brazos. Y los botones metalicos en su t;nica, una barba oliendo a ... Andrey recordaba muy bien este olor. Lo recordaba pero no podia decir que era. Andrey mir; a Arsh.
- Andrey, ;usted conoce bien a su hermano? - Pregunt; Arsh.
Andrey aparto la mirada.
- ;l siempre vivi; su propia vida. No se dedico a m;. Yo lo siento a ;l, como persona. Es sangre de mi sangre, despu;s de todo. La misma sangre.
- Y sin embargo, - interpuso V;sia. - El hombre no necesita riqueza. ;l solo trata de impresionar a la mujer y se esfuerza por ella.

Cap;tulo 8

Al subir la escalera desde el otro lado, Arsh apareci; en la cubierta al lado de la sala de oficiales y decidi; mirar adentro. Considerando los estantes con libros rusos y cintas con pel;culas sovi;ticas, lament; haber tra;do con ;l solo una peque;a mochila. Buscando con la mirada, comenz; a tirar los manteles de las mesas al piso y poner libros sobre ellos. ";Que locura!", Pens;. ";La obra completa de Chejov! ;Los Doce Tomos de Leskov!, pero ni en Petersburgo los ten;a.
De repente, un nueva idea lleg; a su mente. Fue a la cocina y comenz;, uno por uno, a abrir los armarios con comida. Finalmente, encontr; lo que estaba buscando. ;T;!
Pan negro y t;, es lo que le hace falta a cualquier ruso en el extranjero. Al mirar los libros, la harina de centeno y el t;, Arsh se sinti; como un rico. Se dej; caer en un suave sof;, pero tan pronto como su cabeza toc; la pared, de repente record; que hab;a olvidado tomar el dinero del que hab;a hablado Julian.

A;o 1942. El Mar B;ltico. Los escoltas.
El general se r;o de su pensamiento: " tanto quise visitar mi patria, ver a mi esposa ... ya veo, Dios me escuch;". El general comenz; a pensar en la persona que lo hab;a interrogado. En su condici;n todo era tan extra;o para ;l. Not; que le gustaba estar en un barco ruso, entre los rusos. Al general le agrad; el investigador. Un hombre joven de unos treinta a;os. Con una mirada inteligente. Sinti; que el investigador ten;a inseguridad. El hecho de que preguntara por su esposa le dio esperanza. ";y si puedo llegar a verla!" - pens; el general y sinti; una calidez en su pecho.

Busc; debajo de la t;nica un medall;n sellado y cubri;ndolo con la mano, sonri;. ;l comenz; a recordar a su esposa. Desp;es de treinta a;os de separaci;n, en su memoria casi todo estaba borroso, pero hab;a algo que recordaba con claridez. El roce de sus dedos y el aroma de su cabello.
Encerrado en una prisi;n brit;nica, a menudo se preguntaba c;mo pudo haber sido atrapado tan f;cil y est;pidamente. Ahora, al recordar su despedida con Maria en la estaci;n, comprendi;. Todo se quem; en el alma de Nikolai Gregorevich. No ten;a fuerzas para odiar, ni la creencia de que alg;n d;a devolverian su patria. Todo hab;a perdido sentido. Y solo la esperanza de que alg;n d;a podr;a reencontrarse con  Maria y  su primog;nito, incompresibles senderos la condujieron hacia ;l.
El general se dio vuelta en la cama. ;l inculc; en  Vladimir el amor por la patria y el desprecio a aquellos que lo alejaron de ella. Pero ahora la Patria est; perdida, y el general no entend;a, pero ;qu; ama Vladimir? ;Qu; Rusia? ;La que ya no existe? Y, ;qu; es lo que ;l odia? La patria nueva que vivir;. La patria donde se qued; su primer amor y su primog;nito. El general de repente sinti; f;sicamente c;mo cae al abismo, que ;l mismo cre; en su mente.
Amaneci;. El general puso una mano debajo de su cabeza y cerr; los ojos. Un balanceo lo calm;. El general no se dio cuenta de c;mo se qued; dormido.

Diario de Arsh.
"Y, sin embargo, es interesante c;mo una palabra puede influir en la cultura y el desarrollo de una naci;n". La palabra "pr;jimo ", que en ingl;s y espa;ol se traduce como "vecino". Creo que si lo tradujeramos como "c;nyuge" o "pareja", todo el desarrollo del mundo cristiano hubiese sido diferente.

Hoy nos volvimos a encontrar y fuimos a visitar a Vladimir y Andrey. Sin invitaci;n. Pens; que era una mala idea. Encontramos a Andrey en una sotana completamente cubierta de aserr;n. Trataba de hacer una reja de madera para el barco, y V;sia inmediatamente comenz; a ayudarle, juntos terminaron m;s r;pido. No s; si fue por eso que Andrey nos invit; a una pesca nocturna. Para ser honesto, me sent;a sorprendido. V;sia no apreci; el gesto de Andrey y continuaba criticando a la iglesia.
De veras, nosotros no somos un pa;s de ateos, como piensan en el Occidente. En Rusia tenemos muchos creyentes y tambien aquellos que critican a la iglesia por lo que critican a cualquier otra organizaci;n grande, influyente y rica. Sin embargo, el padre Andrey no tiene absolutamente nada que ver con eso. Toda su vida trabaj; como ingeniero y nunca vivi; del dinero del reba;o porque en el extranjero la iglesia ortodoxa nunca hab;a tenido tanta cantidad de reba;os como en Rusia. Los sacerdotes eran aquellos que realmente sent;an la necesidad de servir a Dios y a las personas. Si esta conversaci;n sucediera en Rusia, comprender;a a V;sia, pero no lo apoyar;a, pero aqu; me pareci; inapropiado. Pero Andrey toleraba con mucha paciencia todos los reproches de V;sia.

Yo pens;: "Para cualquier iglesia, la prueba m;s grande no era la persecuci;n, sino el acercamiento al poder. Es malo cuando la fe es ordinaria. En Rusia, de alguna u otra manera todos son ortodoxos, porque nacieron en un pa;s ortodoxo. Lo ordinario se vuelve vulgar. La devocion se ha ido perdiendo. Se convierte en un ritual. Reglas. Como cepillarse los dientes todos los d;as. Aqu;, despu;s del servicio del Padre Andrey, sientes que est;s unido no por ritual, sino por una idea. Que la gente se reuni; para hacer el bien y no para poner una vela.
Probablemente depende del sacerdote. En general, todo depende de personas concretas. Un sacerdote, un m;dico, un maestro, un vecino, un amigo o amiga de ellos es que depende que est;s o no vivo, feliz y saludable. Y como resultado t; tambi;n eres vecino, amigo y un ejemplo para quienes te rodean. T; tambi;n eres un projimo ".

A;o 20... San Juan.
Atardeci;. Del oc;ano se vino una brisa. Se puso oscuro y fresco. El padre Andrey se levant; de su silla, encendi; la luz e inclin;ndose sobre la barandilla del patio, llam; a su nuera. Ella sali; al patio y ;l le pidi; que trajera t;. Volvi; a salir el tema sobre las mujeres, y V;sia estaba en su charco.
- La mujer  solo necesita un hombre. S;, pero ;qui;n es ella? La reina, ;o qu;? Si ella fuera bella e inteligente, yo lo entender;a. Y entonces ...
- Si para t;, ella no es una reina y no es la mejor, ;para qu; pierdes tu tiempo en ella?
- No entiendo, - dijo V;sia.
- Bueno, si esta mujer no es para t; la mejor, la ;nica, sino simplemente otra m;s, una pasajera, y siempre encuentras un reemplazo para ella si algo no te gusta, entonces ;por qu; te involucras en una relaci;n con ella?
- ;Y qu; tipo de relaci;n deber;a construir con ella? – Dijo V;sia casi gritando. - Si ella es una reina, entonces que ella misma me lo demuestre, sino que pide coronaci;n.
- Tonto, - Arsh se encogi; de hombros.

- ;Muy bien!" ;Y t; por qu; no te casas? Tu mismo dices que aqu; est;n las mujeres m;s bellas del mundo.
- S;, hermosas aqu; hay muchas. Pero yo no quiero una mujer para exhibirla en la ventana. Necesito una amiga, una hermana, una compa;era. La belleza es buena, pero tan pronto como dejas de mirar los culos y las tetas, y empiezas a buscar a una persona, un ser humano, entonces te das cuenta de que aquellos que son para t;, son pocos. Encontrar una pareja no es m;s f;cil que encontrar un mejor amigo.
Arsh guardaba silencio.
- En fin, en las relaciones las personas se han convertido en imb;ciles. Los chicos miran al culo, y las chicas al potencial y a la cartera. Pero toca vivir no con una mu;eca, ni con una cartera, sino con el caracter. Con un grupo de valores. Si ves a la chica hermosa y lo dem;s no te importa, o si ella mira el dinero y le importa un carajo lo dem;s, entonces no se quejen de que todo lo dem;s no coincidide.
- ;Nadie se est; quejando contigo! - V;sia grit; de nuevo y mir; al padre Andrey.
El silenciosamente le dio unas palmaditas a V;sia en el hombro, pero no dijo nada.

Cap;tulo 9

Arsh arrastr; los ba;les hasta la puerta, y luego regres; a los camarotes, busc; el lugar que necesitaba y meti; su mano detr;s del fregadero, sinti; el paquete con el dinero. Quer;a abrirlo y ponerse a contar, pero su mirada se pos; en el marco  de una fotograf;a. Arsh alumbr; con una linterna y vio que Julian lo miraba desde la foto, con un mujer a la que abrazaba por la cintura y una ni;a agarrada a su pierna. Arsh meti; el marco en su mochila y se regres;. "Se lo dar; a Julian", pens;.
Al salir a la cubierta a bordo, Arsh no ve;a la cuerda que hab;a atado al bote. Se inclin; para ver a los lados  y se quedo congelado. El bote no estaba abajo. Arsh se derrumb; de impotencia en la cubierta.

A;o 1942. El Mar B;ltico. Los escoltas.
"Es extra;o", pens; el general. "Aprend; a amar mi tierra natal solo estando separado de ella. ;Por qu; es as;? ;Por qu; antes no not; la fragilidad de mi patria? "La idea de la fragilidad le parec;a interesante al general. "Rusia est; en ruinas", afirm;. "Naci; un nuevo estado. Pero la gente era la misma. ;C;mo as;? Yo serv; al zar, a la patria, a la forma de vida en que viv;a. Pero todo result; que era temporal. Todo esto esta destruido, pero la gente es la misma. La Fe y la creencia se quedaron en el exilio ". El general pensaba en ello desde hace mucho tiempo y no pod;a detenerse. Y no solo ;l. Todos ellos, los que se quedaron sin patria, tambi;n fueron rehenes de la incomprensibilidad de lo que hab;a sucedido. Algunos dec;an que fue el pueblo quien traicion; al zar, la fe y a su propio pa;s. Otros cre;an que una fuerza extra;a y ajena arranc; a la gente de sus ra;ces, de su forma de vida, y la dirigi; a un negocio perverso. Debemos recuperar al pueblo y a la patria. Y por eso cualquier medio es bueno. Hitler? D;jalo, tambi;n. Es para recuperar a la patria.
El general tambi;n pensaba as;. Pero result; que este pueblo se salv; a s; mismo. Defendi; cada pedacito de su tierra y al general se le vino a la mente la terrible idea de que, o el pueblo de Rusia ya es otro pueblo, no es ruso, o ... O que desde el comienzo ;l nunca sirvi; a este pueblo. ;l sirvi; al zar, sirvi; al sistema, sirvi; a s; mismo en este sistema y perdi;. Ahora el pueblo obedece a otros generales, la iglesia reemplaz; al partido y los sacerdotes a los comisarios. Y el pueblo ... el pueblo se qued;. ;Qu; pasar; con ;l? Tambi;n sobrevivir; a estosnuevosgobernantes.

Diario de Arsh.
"En esta isla todos se conocen. Todos son "de los nuestros". Para conseguir trabajo, tambi;n debes tener gente de los tuyos. Es necesario que alguien interfiera o te recomiende. De lo contrario, es dif;cil conseguir. Es bueno que los puertorrique;os saben hacer amigos. Aqu; me ayudaron mucho porque ellos son buenas personas. En Rusia, no entendemos que la persona se siente sola en todas partes. Que una persona puede ayudar a otro m;s que unos diplomas, dinero o la apariencia. Ahora entiendo por qu; los jud;os se ayudan mucho entre s;. Uno fuera del pa;s puede contar solo con los suyos. Y en el extranjero hay muchos. Nosotros los rusos no lo hacemos. Y hablando de Jud;os. Empezaron las clases y un profesor de los EE. UU., al enterarse de que soy ruso, dijo: ";Oh! Lo que yo s; de ustedes es que Stalin mataba a los jud;os ".   Repentinamente me enoj; y respond;: "Y lo que yo s; es que los jud;os mataron a Jesucristo". El silencio domin; el sal;n, luego pregunt; a los estudiantes que estaban sentados a mi lado: ";Ustedes saben a cu;ntos jud;os mataron los alemanes?" Todos respondieron en coro: seis millones. "Bien", dije. ";Y a cu;ntos estadounidenses, rusos, puertorrique;os?" Todos guardaron silencio. "Lo ven", dije. "Saben cu;ntos jud;os murieron, saben que Stalin mat; jud;os, pero no saben cu;ntos estadounidenses y puertorrique;os murieron. Y esa es su historia. Me es desagradable que hablen de los rusos, pero tambi;n tengo lastima de lo que no saben de ustedes mismos". La lecci;n continu;. Result; que el profesor tambi;n vive en Viejo San Juan. Y nos fuimos juntos. Hablamos. Un gran hombre. Me sent; avergonzado de m; mismo. ;l no quer;a ofenderme. Habl; sin pensar. Result; que ;l era jud;o. Sus padres emigraron de Italia justo antes de la Segunda Guerra Mundial. Huyeron de los facistas.

S;, es dificil ser un extra;o. Muchos jud;os hablan de que no los quieren. Aunque ... pero a nosotros los rusos que, ;nos aman? ;Y a los dem;s los aman? ;Por qu; alguien tiene que amarnos? ;Por qu;? Cuando vas a otro pa;s eres t; el que debe recordar que eres una visita. Debes respetar la historia, la gente, y las tradiciones de este pa;s. Y si quieres ser feliz aqu;, entonces ama a este pa;s. Haz algo por el y no critiques. Aqu; hay un buen ejemplo: Jack Delano. No todo el mundo sabe que, de hecho, su nombre es Yakov Ovcharov. ;l emigr; de Rusia hace unos cien a;os y se enamor; de esta isla. Cuando le preguntaron qui;n era ;l, respondi;: "Soy puertorrique;o". ;l, por supuesto, se lo merec;a. En el Banco Popular en Viejo San Juan hubo una exposici;n de sus obras. ;l es uno de los fot;grafos puertorrique;os m;s famosos. Y el secreto es simple: en cada foto tu ves el amor a estas personas y a este pa;s ".

A;o 20 ... San Juan.
La nuera de Andrey trajo una bandeja con una tetera y tazas.
 -;Te casar;as con un puertorrique;a? - pregunt; Vasia con sarcasmo.
- Lo har;a. Aqu; en la clase dos chiquillas me hechan el ojo, - Arsh mm..muahh. - ;Pero son jovencitas! Tontitas a;n.
- ;Y qu;? T; mismo dijiste que aqu; en el pueblo a los quince a;os ya hacen familia.
- Bueno, ;y c;mo te imaginas a un psic;logo en el pueblo? All; no necesitan psic;logos. Es en la ciudad donde la gente se vuelve loca.
- ;Ser;s un jibaro! Trabajar la tierra.  T; mismo dijiste que debemos regresar a la tierra.
 Arsh se qued; pensando.
- Sabes, casarse con una chica de aqu; significa convertirse en puertorrique;o. Ser parte de esta poblaci;n. Y no importa como los ame, de todas maneras siento que no me necesitan. Me siento in;til. ;Qu; puedo darles yo? ;Qu; puedo agregar a su mundo, a su cultura? Realmente me gustar;a, pero no puedo romper una muralla que est; en m;. ;He estado pensandolo!
- Bueno, ;y qu; pensastes?
- Que ellos no necesitan a nadie de otro lado. Ellos son una naci;n bastante autosuficiente. Independiente. A ellos toda la historia han tratado de meterles cosas de otros, que ellos no necesitan. Yo podr;a ser un buen esposo para una puertorrique;a, pero eso no es suficiente. ;Tienes que ser un buen ciudadano! Convertirte en Boricua. Tener la mancha de pl;tano. Es necesario saber qu; beneficio traer;s a tu esposa, a la ciudad en que vives,  a la tierra por donde caminas y al pueblo.

- ;Y, no ves lo que puedes hacer por esta tierra?
- Si fuera un ecologista, un pol;tico o un hombre de negocios, ser;a m;s f;cil para m;. Aqu; hay donde hechar una mano. Pero soy psic;logo. Y los puertorrique;os son una naci;n tan sana que educarlos solo los arruinar;a. Todo lo que necesitan es m;s confianza en s; mismos. Y solo lo conseguir;n si dejan de decirles que hacer.
- Esto se aplica para los rusos tambi;n, -  dijo Vasia. - ;Qu; piensa sobre esto, Andrey Nikolayevich?

Cap;tulo 10

En el  siguiente instante Arsh se dio cuenta de que andando por la nave, solo se hab;a desorientado un poco. Corri; hacia la otra borda y se tranquilizo: el bote estaba en el lugar. Deslizandose r;pidamente por la cuerda de paca con los libros, la harina y el t;, se baj;, pero al final se cay; de espaldas, empuj; el salvavidas y lo bot;. "De recuerdo", pens;, mientras bajaba y enrollaba la cuerda. "Me pregunto si el padre Andrey notar; que tomaron el bote, o no?". Arsh de repente se dio cuenta de lo estupido que se comport; en el barco. En vez de tomar el dinero y el paquete r;pido, andaba por la nave como pedro por su casa, dej; huellas y recogi; chatarra. Todo esto pudo terminar en que f;cilmente lo agregan a esos marineros a quienes el traducia. Arsh quer;a tirar por la borda todo lo recogido, pero se tranquiliz; pensando que pod;a hacerlo en la ciudad. Solo pasa por un basurero y lo bota. Sin embargo, camino a los muelles ;l se calm;. Amarr; bote, llev; la cuerda al auto y la dobl; en la cajuela. Y de repente sinti; ganas de tomar.

A;o 1942. El Mar B;ltico. Los escoltas.
Gregory estaba en una caba;a usada para los interrogatorios y esperaba que trajeran al general Urusov.
- ;Le gustar;a un poco de t;? – Le pregunt; cuando lo sentaron frente a ;l.
El general no respondi;. Cayado Gregory le sirvi; un vaso al general,  le puso en un papel dos pedazos de az;car y una cuchara, recostado en su silla, esper; haber si el general tomaba el t;. El general agarr; el vaso.
- Agradeci;.
Gregory se sirvi;. Y as; pasaron sentados uno en frente del otro tomando t;.
- Sabe, fue muy f;cil encontrarlo. Es asombroso.
El general mir; a Gregory, pero no respondi;.
- ;Usted sabe lo que le espera en su patria?
- S;, - dijo el general, Gregory se sinti; inc;modo nuevamente. ;l no ve;a nervioso al general, ni un poco, nada que podr;a ayudar a resolver el enredo.
- ;Y lo dice con tanta calma?
- ;Y c;mo deber;a hacerlo? -  De nuevo respondi; con una pregunta.
- Seguramente as; deber;a de ser, concord; Gregory. - Pero usted es un hombre activo. Toda su vida, por as; decirlo ha pasado en movimiento. Y he aqu;. ;Acaso no le han quedado fuerzas?.
- ;Para qu;? - El general pregunt; de nuevo.
- Pues, ;Acaso no le quedaron asuntos pendientes? Escribir una carta a sus familiares, por ejemplo.
- Todo ya est; dicho. - respondi; el general Urusov y Gregory pens;: ";Tal vez realmente est; destrozado? Entonces, ;para qu; esperar? Pues, que entregue a su esposa y terminamos el asunto. Pero en voz alta dijo:
- Usted quisiera ver a su ver a su esposa. ;Le hacemos una cita?
El general miro el vaso y clavo su mirada en el. Gregory comenz; a perder la paciencia. De nuevo.
- A m; me parece que es USTED quien quiere que yo la vea. ;Para qu;?
- Las preguntas aqu; las hago yo, - dijo bruscamente Gregory, y nuevamente sinti; enojo. Hubo algo que lo perturbo a ;l mismo. Pero se supon;a que deb;a perturbar al general.
El general estaba callado. Guardaba silencio y miraba a Gregory. No apartaba la mirada y eso, eso era lo que irritaba a Gregory. ;l vio amabilidad y colaboraci;n en esa mirada. Y eso no encajaba con la situaci;n en la que se encontraba el general. Como si fuera ;l quien necesitaba colaboraci;n y ayuda, no este ... "Contra", que logr; huir de las balas en la civil y ensuciar su antigua patria desde el exterior. Y, de alguna manera, ese trato de tutela perfor; el profesionalismo de Gregory. Sinti; que estaba gastando mucha energ;a poniendo resistencia. Eso es lo que lo descontrol;.

Diario de Arsh.
“Hoy despu;s de clases fui a casa de Liosha. En su cabinete se reunieron profesores de la localidad. Beb;an caf; y conversaban. Cuando yo entr;, uno de ellos dec;a: "Mi padre fue adonde una prostituta, yo fui adonde una prostituta y a mi hijo lo llevar; adonde una prostituta". Result; que yo llegu; cuando discut;an sobre la primera experiencia sexual. Para ser honestos, cuando Liosha y yo eramos j;venes pensabamos que las prostitutas eran solo para los extranjeros que viven en hoteles caros. Nuestra juventud pas; sin ellas. Nosotros mismos ten;amos que construir nuestras relaciones con las mujeres. Enamorarse y conquistar, pero no pagar. Para ser sincero, todav;a no entiendo c;mo funciona aqu;. ;Acaso los padres llevan a sus hijos a un burdel? Yo no podr;a hacerlo.
Llegu; a la UPR (Universidad de Puerto Rico) en autob;s. Por eso, Liosha me dio un pon. Camino a casa, nos detuvimos en la playa y recogimos a Vasia, Liosha lo llev; antes de las clases. ;l y como todos los norte;os, subestim; el poder del sol caribe;o. Especialmente le compr; una crema con la m;s alta protecci;n para los rayos ultravioletas, pero ;l no se la puso. Ahora se ve como la bandera de China y tres d;as dolorosos los tiene asegurados. Ya estamos tan acostumbrados a no usar protector solar, que ya sentimos cuando es hora de buscar la sombra, pero recuerdo muy bien mi primera cita con el sol. Ahora a menudo veo como por la ma;ana en San Juan navegan los cruceros donde se bajan blancos y por la tarde regresan rojos e hinchados.
En el camino, nos detuvimos en el Pueblo. Aquel mismo en el que desde hace un a;o no encienden las dos primeras letras. En ruso nos da la mala palabra eblo (chingar). Esta es la red de supermercados m;s conocida. Compramos Coca-cola, salchicha y pan, para almorzar en la playa.
Estuvimos sentados y comimos, a Liosha nos cont; una historia de su amigo Ricardo de Ecuador. Result; que donde ellos tambi;n hay una tradici;n, cuando los pap;s presentan a sus hijos con el sexo. Pero ellos no los llevan donde prostitutas. Se di; cuenta Liosha. Ricardo le pregunt;: Y d;nde ustedes cuando un chico crece ;con cu;l animal lo llevan? Liosha sorprendido respondi;: A nosotros no nos llevan y a ustedes ;con cu;l?. Ricardo se senti; apenado, se sonroj; y dij;: A nosotros tampoco no nos llevan con ninguno. En fin solo nos queda adivinar era una Llama, una cabra o un chiva.
Cerca se estaban ba;ando dos ni;os. Uno de ellos le pregunt; al otro, mirando hac;a nosotros ;En qu; idioma est;n hablando? En dominicano seguro, - respondi; el otro.
Liosha y yo sonreimos. En Puerto Rico hay muchos dominicanos. De una isla a la otra solo hay ochenta millas. Y ellos navegan. Una vez as; fallecieron alrededor de cien personas.

Cap;tulo 11

A;o 20 ...   San Juan.
El padre Andrey tom; la gran tetera de porcelana y qued; viendo a Vasia. Aquel asinti;, y Andrey le sirvi; una taza. Luego mir; a Arsh y tambi;n le sirvi; t;.
- Sabes, - dijo pensativamente. - Hace tiempo vi un programa sobre un agricultor argentino. ;l tiene m;s de cien a;os. ;l hace un arn;s, que compran incluso para los establos de la Reina de Gran Breta;a. Y entonces dijo: - antes la gente viv;a con sencillez y eran felices. Pero de primero aparecieron los peri;dicos y la gente empezaba a discutir lo que sucedia en otros lugares. Luego aparecieron activistas y comenzaron a convencer a todos de que es necesario votar por los diputados e ir a la ciudad. Luego apareci; la radio y la gente comenz; a reunirse y escuchar las noticias en lugar de trabajar. Y cuando apareci; la televisi;n y el Internet, las personas del todo dejaron de vivir sus vidas. Pensaban y hablaban solo de cosas sin importancia para ellos y deseaban una vida innecesaria para ellos. Comenzaron a irse a las ciudades, y ;l se qued; solo.
Andrey guardaba silencio.

- Y, ;qu;? Pregunt; Vasia. - Todos debemos regresar al pueblo, dejar de ver televisi;n y usar Internet?
- Yo mismo utilizo el Internet y veo las noticias. Recientemente se hablaba del desempleo. Y pens;, ;de d;nde viene? Alguien se va a la ciudad, estudia para mec;nico, va a la fabrica porque es m;s f;cil vivir, que en el pueblo, m;s dinero, cine, entretenimiento. La fabrica cierra, se traslada all; d;nde a los trabajadores les pueden pagar menos  ;y qu;? Todos los trabajadores locales se quedaron sin trabajo. Aqu; hay muchas empresas que no son locales. Cuando es rentable para ellos, atraen a las personas y luego los corren. ;Y a d;nde va a ir la gente? A la gente hay que protegerla de las empresas.
-  Usted habla como hermano, - sonri; Arsh. - Pero estoy de acuerdo con usted. Los negocios deben ser nacionales. Hay que amarrar el negocio a la tierra para que no se corra y no bote a la gente.

Ya en la entrada, Arsh se dio cuenta de que ya no encuentra estacionamiento cerca de la casa. Viernes por la noche, todos se reunieron en los bares de San Juan antiguo. Las autoridades de la ciudad, que no saben c;mo asegurar el estacionamiento, actuaron astutamente: lo prohibieron por todos lados, donde se pod;a. Viernes y s;bados toda la noche, la polic;a pon;a multas y dejaba los recibos en los parabrisas. La gente no entend;a. Cada fin de semana las calzadas siempre estaban llenas de carros. Seg;n los rumores, un treinta porciento del presupuesto de la ciudad era de estas multas. Antes de llegar a la ciudad hab;a un tap;n. Los choferes tocan las bocinas, pero apenas se mov;an. Arsh se par; en el tap;n, pero de pronto, cambi; su opini;n y decidi; ir a Liosha. Liosha trabaj; en La Upi. Vine aqu; por accidente, como estudiante de intercambio, pero quedo a trabajar, obtuve un permiso de residencia y asento. Se hicieron amigos. Era imposible escapar del tapon, pero Arsh sab;a que hab;a una abertura en la cerca de concreto, donde, violando las reglas, uno pod;a salir del lado opuesto, dar media vuelta y regresar a Condado. As; lo hizo, sin darse cuenta de c;mo, cuatro autos detr;s de ;l, el viejo conductor de Oldsmobile frot; su mano sobre el tim;n y maldijo.
- ;Puedo estacionar un auto en tu garaje? - Arsh pregunt; cu;ndo fue a Liosha. De repente se sinti; muy inc;modo de tener tal suma de dinero. Mientras estaba en el barco, solo era un paquete, miner;a. Ahora, el dinero, o m;s bien el temor de que puedan ser robados, comenz; a interferir con Arsh.
- Por supuesto. Ahora tomar; el llavero y subir; la puerta ", dijo Liosha y Arsh, c;lmense.

A;o 1942. El Mar B;ltico. Los escoltas.
- Haremos la cita, - dijo Gregory enojado. - Y usted ... usted piense lo que le va a decir a ella.
El general en silencio calentaba sus manos con el vaso de t;.
- Ahora le dar; papel y l;piz. - Escr;bale una carta. Lo que vaya a escribir es asunto suyo.
Gregory envi; al general de regreso con el escolta, sac; del bolso una cantimplora, se sirvi; un trago y se quedo pensando. ;l record; a su madre. ;Qu; le dijo a ;l de su padre? Que ;l era muy bueno y muri; en la guerra. Ni una foto, ni cartas. Cuando creci; y empez; a trabajar en la investigaci;n, se dio cuenta de que su madre estaba escondiendo algo, pero no hizo interrogaciones. "Al final", pens;. ";Qu; m;s necesita saber un ni;o sobre su padre para crecer y convertirse en un hombre? Amable, fuerte, amaba a mi madre y un h;roe ". Gregory abri; su caja para cigarrillos y mir; la foto que guardaba ah; de su madre. Luego se levant; y se acerc; a la ventana. Las olas gris-verdosas se fusionaron en el horizonte con el cielo gris. Empezo a br. "Este, tambi;n, despu;s de todo, luch; en la gerra primer imperialista (gerra mundial primera). ;l no se aescapaba en la sede. Se distingui; a s; mismo. Y luego se convirti; en un traidor. ;Y cu;ntos ni;os crecer;n sin padres ahora gracias a ;l? A los, como ;l. No, no juegues con ;l. No lo hagas. Es necesario presionar, como chinches todos estos inhumanos ". Gregory pens; que, probablemente, no era un enga;o y que la familia del general pod;a ser aliminada por completo, si ;l no cooperaba. Bueno, lo merece. Los pinos no nacen las naranjas. "Pero para ellos ;l, sin duda, tambi;n es un h;roe", pens; Gregory, y, despu;s de agotar su t;, sali; a cubierta.

Diario de Arsh.
Tengo maravillosos vecinos aqu;. Al lado de la calle. Javi y su esposa Maria. Un d;a, Mar;a toc; a la puerta. Ella se qued; sin az;car. Yo le serv; un vaso y me alegre. Es muy ruso y simple recurrir a tu vecino para pedir ayuda. Pero a;n m;s, me alegre por la noche. Javi me trajo un gran pedazo de pastel. Result; que Mar;a prepar; un pastel y que no ten;a suficiente az;car. Aunque las casas en Viejo San Juan son caras, no s; c;mo Mar;a compr; una aqu;, si su comportamiento es de pobres. Al igual que Javi. S;, ellos no viven lujosamente. Javier trabajaba en una ferreter;a local, y manejaba un carro tan viejo que incluso yo, un estudiante, ten;a un auto mejor. Recientemente consigui; un trabajo en la administraci;n de San Juan. Empez; a usar  traje y corbata y compr; un auto nuevo.
Este es el segundo matrimonio de Mar;a. Ella tiene una hija adulta de su primer marido que falleci;. Ella la ven;a a visitar con su novio. Ella me present; como buen vecino.
En general, para entender otro pa;s, conocer a su gente, uno debe mirar a la gente pobre. Los ricos son iguales en todas partes. Incluso tienen las mismas expresiones faciales. Si camino por las regiones de los pobres, no veo caras pl;sticas, sino rostros vivos. Escucho risas, maldiciones, gritos. Veo caras buenas y malas, melanc;licas y pensativas. Pero est;n vivos. Probablemente, Vladimir tiene raz;n con su amor por los pobres, sobre lo que habla muy seguido. ;l no siempre vivi; aqu; con su hermano. Antes alquilaba un peque;o cuarto en un barrio terriblemente pobre. Yo iba a visitarlo all; y me pareci; que yo regresaba a la URSS. No en el sentido de la pobreza, sino en el sentido de una atm;sfera donde los ni;os juegan libremente en la calle, donde los vecinos se visitan unos a otros. Donde a veces quedan las puertas abiertas, si los due;os est;n en la casa. Cercas, c;maras de vigilancia y ;reas cercadas con un guardia en la entrada son un simbolo de miedo y aislamiento. Los pobres viven en enjambre.
Recientemente, anduvimos con Vladimir por la isla  y nos encontramos una granja de cocodrilos. Los caimanes aqu;  viven en los pantanos, y el chico que vive ah; los atrapa y los diseca. Vladimir le pag; algo, e hizo para nosotros un barbecue de cocodrilo. Yo dir;a que me gust;. Vladimir me cont;, c;mo una vez compr; una sopa de pollo en un caf; al borde de la carretera, pero cuando comenz; a comer, se dio cuenta de que la carne no era pollo. Le pregunt; al due;o de qu; era la sopa. El propietario largo rato no quer;a confesar, pero al final dijo que la sopa era de iguana.


A;o 20 ... San Juan.
Vasia se removi; en su sill;n.
- Aqu;, escuch;, que las grandes corporaciones no dejan a los negocios locales. Todas las verduras y frutas son del exterior, el pescado y la carne tambi;n.
- ;Pero el caf; lo venden! - Exclam; Arsh. - Los cigarros del lugar hay tambi;n en las tiendas. Hay un mercado para los campesinos. Tambi;n se puede comprar pescado en el muelle. No te quejes. Hay que superarlo. Si alguien tuvo ;xito, significa que otros tambi;n pueden.
- ;S;! - Vasia tom; la iniciativa y comenz; a hablar muy r;pido. - Si miramos por todo el mundo, es decir, negocitos que fabrican bicicletas, motocicletas, barcos, zapatos, ropa, hornean pan y mueven a las corporaciones a nivel local. Hace unos cuarenta a;os en Europa hab;an alrededor de unos treinta peque;os talleres, que incluso hac;an autom;viles. En China y ahora hay varios miles de peque;as empresas automotrices.
- Lo ve! Con las corporaciones se puede competir, - dijo el padre Andrey. - Pero es necesaria la voluntad de la gente. La voluntad de trabajar. ;C;mo nos atrapan a todos? Por la pereza. Todos quieren trabajar menos, pero recibir m;s.
- S;, - concord; Arsh. - Pero, para trabajar con placer, es necesario  buscar lo tuyo con el alma. TU asunto. No todos se tienen que convertir nuevamente en campesinos.
- ;Y c;mo puedes encontrarlo? T; mismo dijiste que aqu; es dif;cil para ti realizar tu destinaci;n, - dijo Vasia.
- No es eso. Lo importante es que la era del crecimiento de los negocios est; llegando a su fin. El p;ndulo va hacia el otro lado. Viene el fin de la globalizaci;n.
- Bueno, yo no dir;a eso. - El padre Andrey se sirvi; t;. – Pero la comprensi;n de la situaci;n gradualmente viene a las mentes de la gente.



Cap;tulo 12

De hecho, Arsh podr;a dejar el autom;vil en el instituto. En el Viejo San Juan estaba el Instituto de Neurobiolog;a de la Facultad de Medicina de la Universidad, donde, a trav;s de sus conocidos, recibi; la pr;ctica estudiantil para una beca. La pr;ctica era una formalidad, pero Arsh no quer;a comer pan gratis y pidi; que le dieran al cualquier  trabajo donde podria ser util. A Arsh le encomendaron hacer un fichero de todos los libros en la biblioteca del instituto. Este trabajo en s;, nadie lo necesitaba. Arsh llegaba a la biblioteca, escribia en la computadora los nombres y autores  y cuando se aburr;a, se pon;a a leer, estudiar sus clases y a navegar en Internet. Se familiariz; con todos los trabajadores. Sobre todo era popular para los guardias y limpiadores. La gente no le pon;a atenci;n a los guardias, los limpiadores y en s; a las personas que no ayudan a sus carreras. Cuando Arsh le regal; una matryoshka a la secretaria, esta se sinti; muy conmovida. A los guardias a menudo les tra;a una botella de cerveza. Cuando se termin; el trabajo, los guardias lo dejaban que se estacionara y sin un pase. Escup;an en lo que la administraci;n lo prohib;a. Solo ped;an que recogiera el auto antes de las 8 de la ma;ana, para que nadie lo viera.
Arsh tambi;n podr;a estacionarse all; esta vez, pero no quer;a que lo dejaran solo despu;s de su aventura.

A;o 1942. El Mar B;ltico. Los escoltas.
"Mar;a", comenz; el general, y no pudo escribir ni una palabra m;s. ;l le escrib;a a ella cartas y todos estos a;os le hablaba mentalmente. Pero ahora, que hab;a la posibilidad de que ella recibiera la carta, se qued; sin palabras. "Y, ; si esta carta la puede lastimar?" - Pens;. - "s;, no". ;Por qu;? "Y entonces un nuevo pensamiento lo horroriz;:" ;Y si solo necesitan una muestra de mi letra? Miran y copian. Dios sabe qu; pueden escribir! "- Pens;, pero luego se calm;. "Las muestras de mi letra probablemente ya las tienen. ;Qu; es lo que quieren de m;? ;Y para qu;?
El general paso sentado mucho tiempo mirando la hoja de papel con el nombre, pensando que pod;a escribir y que no, al final, escribi;: ";Mar;a! Despu;s de treinta a;os de separaci;n, no cre;a que tendr;a la oportunidad de escribir una carta que puedes recibir y que puede dar la oportunidad de volver a verte. Cualquiera que sea la cita, estoy esperando con impaciencia. Nicholas ".
Dobl; la hoja en cuatro, la meti; en el bolsillo de la t;nica y mir; su reloj. Result; que la noche ya era profunda. El general toc; el medall;n sellado a trav;s de su t;nica y se acost;.

Diario de Arsh.
"Recientemente le; el libro de un autor local " Trabajador en la ca;a ". Se trata de la vida de la gente pobre que se qued; sin tierras y comenz; a trabajar en las plantaciones de ca;a. Cada vez entiendo mejor a estas personas. Me quede pensando en que cuando hablo con extranjeros, me siento m;s como puertorrique;o. Rayos, como quisiera ser uno de ellos. Yo a veces bromeo, llam;ndome "rusoboriqua". Pero hay algo que no se puede cambiar. Ante los ojos de ellos, sigo siendo un extranjero. Y me sonr;en cuando digo cosas buenas sobre Puerto Rico, pero tengo permitido criticar. Nuestro gran Pushkin dijo una vez: "Claro que yo desprecio mi patria de la cabeza a los pies, pero m;s me molesta que un extranjero comparta este sentimiento conmigo". Y es correcto. Pero me molesta cuando yo no critico y me preocupo, a;n as; no puedo decir lo que pienso, para no causar rechazo.
Soy hablo espa;ol bastante bien, pero los puertorrique;os, al ver que soy blanco, contin;an hablandome en ingl;s. Me quede pensando en que yo trato ser uno de ellos. Pero todo el tiempo me da la sensaci;n de que soy un intruso.Y, aunque no es agradable sentir este muro invisible, estoy feliz por los puertorrique;os. Esta es su inmunidad nacional, que construyeron para salvar su cultura y su identidad nacional. Me quede convencido de que ninguna ciudadan;a estadounidense, ni el dinero, ni la influencia pueden afectar su identidad. Estoy agradecido por esto. Si yo me sintiera que soy uno de ellos, entonces podr;a desaparecer mi identidad nacional. Y va desapareciendo. Solo entre los "suyos" me siento un ruso . Y as;, cada vez m;s me voy convirtiendo en otra persona". Es un sentimiento interesante. Al perder la conexi;n con las ra;ces, lo primero comienzas a perder son los valores. Si eres un extra;o en todas partes, entonces todos son extra;os para ti. La amistad, la comunidad, los valores morales: ;para qu; est;n, si est;s solo y no los compartes con nadie?. Hubo un momento en que tem;a perderme a mi mismo. Es tan f;cil convertirse en ego;sta, viviendo solo para ti mismo, si alrededor no est;n los tuyos. Para ser feliz, necesitas un amigo para ser amigos; una mujer y ni;os a quienes amar y cuidar; vecinos para ayudar y la patria, tu tierra natal, para vivir en ella. Una persona necesita el  paquete completo para ser feliz ".

Cap;tulo 13

A;o 20...  San Juan.
Una visita inesperada llego donde Arsh, Vasia que vino desde Rusia y le present; a Liosha, ellos se agradaron tanto que Liosha le propus;  vivir en su apartamento de tres habitaciones  y no en el cuarto de Arsh en el viejo San Juan,  Arsh estaba un poco celoso, porque ahora no es ;l con Vasia que van de visita donde Liosha, a Liosha con Vasia lo invitaban a jugar cartas. Ambos resultaron ser jugadores empedernidos. En esta vez, tambi;n hab;a cerveza, lanzaron la baraja sobre la mesa y comenz; el juego. Vasia jug; bien a las cartas, pero arriesgadamente. Probablemente, por esto, Arsh tambi;n a veces ganaba. Liosha jugaba con facilidad y seguridad, como todos los f;sicos. Hoy, las cartas estaban iguales para todos y por eso Arsh perd;a poco a poco contra ellos. A Arsh le impedian jugar los pensamientos de que hab;a dejado el dinero, el paquete secreto y los libros en el auto. No se dieron cuenta de como todos se enborracharon  y se les hacia dificil jugar. Todos se fueron a dormir. Arsh se acost; en el sof; de la sala, pero a pesar de estar borracho, no se durmi;. Record; nuevamente la conversaci;n con el padre Andrey y Vasia.
- La Iglesia no excomulg; a Tolstoy de la iglesia, - Vasia casi se tiro contra el padre Andrey cuando el dialogo tuvo que ver con la literatura. "Los sacerdotes han rechazado una parte de la cultura rusa, la literatura y la gente pensante, y por lo tanto parte de la poblaci;n. Y al separarse de la poblaci;n, perdieron el derecho de mandar.
Arsh estaba sentado a un lado y pensando, que si de alguna manera, las personas se dan cuenta de que t; eres un psic;logo o un sacerdote, o un abogado, entonces necesariamente comienzan a hablar contigo sobre estos temas. Sin embargo, en esta vez no pudo resistir y apoyo a Vasia:
"Ahora nuestras autoridades exportan el capital y compran castillos en el extranjero". Ellos tambi;n muestran a la gente que ellos no son de nosotros. En consecuencia, tambi;n pierden el derecho.
El Padre Andrey, sonri;.
"Todos ustedes deber;an rebelarse, muchachos". Arreglen sus vidad primero, mientras hay tiempo. La rebeli;n motiva, pero no trae ning;n beneficio.

A;o 1942. El Mar B;ltico. Los escoltas.
- ;Qu; me escribi; aqu;!!? – Casi gritando Gregory, pero de inmediato se controlo.
- ;Para Usted? Yo le escrib; a mi esposa.
El tono del general era tranquilo, pero Gregory lo sintip; como una burla.
- ;A cu;l? Usted tiene dos.
- A la que usted dijo que escribiera.
Gregory decidi; que no ten;a sentido seguir perdiendo tiempo con discusiones.
- Digame, Nikolai Gregorevich, ;de verdad cree que la justicia solo va a decidir dispararle"
El general Urusov sorprendido mir; a Gregory, hiz; una pausa y respondi;:
- ;Y ustedes quer;an ahogarme, luego cortarme en partes, y despu;s quemarme en la hoguera?
";Realmente no entiende?" Pensando Gregory, se lo iba a explicar directamente al general, pero el general continu;:
- Sabe, dir; lo que probablemente le parezca un salvajismo. Los dos servimos, peleamos, pero ya soy viejo y me di cuenta de que en la guerra es m;s importante perder que ganar. Aprenda a perder. Y aprenda a perdonar mientras haya tiempo.
";Qu; clase de tonter;as dice?" Pens; Gregory.
El general continu;.
- De lo contrario, este pueblo ruso, al que enga;aron con sus est;pidos lemas,  los lincharan. Usted, por supuesto, no cree en Dios, es m;s dif;cil para usted comprender que todas sus victorias, su furia y su odio en cualquier caso deben ser redimidos. Si no por ustedes, entonces por sus descendientes. Compadezcalos a ellos, si no puede compadecer a los enemigos. Parece que ustedes pelean por el brillante futuro de ellos.
";T; me vas a linchar? ;Olvidaste c;mo huias de nosotros? - Gregory perdi; la compostura por un segundo. Nunca le hab;a pasado esto. Parec;a que el general hab;a encontrado un nervio oculto sobre el que no ten;a idea y, cada vez tiraba de el, sin saber como.
- Usted! Usted perdi;. Y ahora nosotros le decimos qu; hacer.
- Yo no estoy en contra, - dijo el general con calma. ;Solo que, los van a escuchar a ustedes cuando no tengan bayonetas y alambre de p;as?"

Gregory se dio cuenta de que era lo que lo descontrolaba en el general. De manera incomprensible, su forma de mantenerse hac;a que Gregory se sintiera como un cachorro sin raza.  El sent;a una superioridad en el general que no podia ver, a la que no ten;a derecho, pero no pod;a hacer nada al respecto. Y el caso no era el origen, ni el rango, sino lo que Gregory sent;a por dentro,  sab;a y sent;a algo, que no le permit;a alcanzar el nivel con el cual el general se dirig;a a ;l.
Gregory se acerc; a la ventana para prepararse. Pero el general guardaba silencio y continu; hablando y distray;ndolo.
- El poder se manifiesta no en el terror, sino en la generosidad. Cuando las personas humilladas e insultadas que no tienen dignidad llegan al poder, no les puedes explicar por qu; a veces es mejor compadecer al enemigo.

Diario de Arsh.
"El fin de semana fuimos con Dima al club de tiro. Los ;ltimos cinco a;os hemos estado entrenando con ;l. A los puertorrique;os les encanta disparar, pero les falta perseverancia. Para ellos, es solo una distracci;n, no un deporte. Cuando yo a diez metros met;a una bala tras otra en el mismo agujero, la gente se acercaba para ver. Incluso yo di algunas clases de tiro aqu;. Es gracioso, pero a veces ellos pensaban que disparamos bien porque somos rusos. Es interesante lo que piensan de nosotros. Muchos piensan que si eres ruso, debes jugar bien al ajedrez. S; ellos jugaran conmigo, inmediatamente se dar;an cuenta de que es un mito. Pero no voy a arruinar la buena impresi;n.
Despu;s de tirar nos pusimos a hablar con los cazadores de la zona. ;En verdad que aqui hay una caza maravillosa! Puedes dispararle a las cabras, a los jabal;, a los cocodrilos, a las aves y los patos. Algunos cazan mangosta para reducir la poblaci;n. Pero lo m;s sencillo aqu; es cazar palomas e iguanas. Las palomas y las iguanas se han reproducido tanto que las cazan no para el consumo, sino para reducir su cantidad.
 -  Nunca hubiera pensado que pod;a caminar con un arma por una lagartija, - le dije al amigo de Dimitry, un cazador, que me cont; sobre la caza puertorrique;a.
- ;Y por qu; no? Le disparas a los pulmones e inmediatamente muere, - dijo.
- S;, s;", respond;. – Aqu; cocinan una sabrosa sopa de pollo de iguana.
 Todos se rieron.

Cap;tulo 14

A;o 20 ... San Juan.
Arsh estaba acostado mirando el cielo negro fuera de la ventana y pens; que, por supuesto Andrey ten;a raz;n. Fue fastidioso para ;l que lo llamaran chiquillo. Y viviendo en el extranjero, comenz; a ver a Rusia y a los rusos de una manera completamente diferente. A diferencia de Andrey, que tambi;n era ruso, pero naci; en Par;s y amaba a Rusia desde lejos, es decir, desde una distancia en la que es f;cil no prestar atenci;n a muchas cosas, Arsh se fue hace poco y con sorpresa y verg;enza descubri; en los rusos lo que no notaba en ellos cuando estaba en Rusia. Escribi; una vez en su diario - "Comparado con el hombre occidental", el ruso parece un pat;n maleducado. Incluso los profesores y estudiantes preparados, parecen unos salvajes a la par de los lugare;os. Y al mismo tiempo, al hombre occidental parece no  importarle nada m;s que su propia comodidad. Los puertorrique;os se diferencian de los estadounidenses en que son curiosos e inquisitivos. Si ellos tuvieran una buena educaci;n aqu;, f;cilmente le dar;an al mundo no solo cantantes, actores, boxeadores y bellezas, sino tambi;n cient;ficos, escritores y compositores ".

A;o 1942. El Mar B;ltico. Los escoltas.
- C- compadecer?! - Gregory mir; por la ventana una ola r;gida y de repente en ella volvi; a ver ... aquel conejito de peluche y el abrigo de ni;o. Esta obsesi;n dur; solo un momento, pero para ;l fue suficiente. Y se dio cuenta de que toda esa dignidad general solo la hab;a imaginado. Frente a ;l estaba sentado un insecto. Un par;sito aplastado y seco, que dec;a cosas sin importancia y que por s; mismo no val;a nada.
- S;, s;, - dijo el general, y qued; viendo a Gregory como padre. - Sabe, cuando son jovenes, los hijos crecen, ustedes se esfuerzan, cosechan exitos, luchan por ellos. No les pasa por la cabeza poner la otra mejilla. Y nacen los nietos de pronto, ustedes comprenden, que si respondes con un golpe, ojo por ojo, entonces en el mundo el mal ser; el doble: el de alguien m;s y el suyo.
Gregory mir; por la ventana y pens;: "Tenemos que poner fin a este asunto. Nivelar la balanza. Cumplir la orden y seguir adelante. No olvidar, pero puede que hasta perdone. Pero solo cuando ellos esten a mano, cuando no quede niguno de estos par;sitos".
- ;Compadecer! - Gregory se alej; del ventana, dio un paso hacia el general, que hab;a comenzado a levantarse de la silla, dio un paso  y con todas sus fuerzas lo golpeo con la bota en el pecho. - ;Perdonar? S;, ya sabes, liendre maldita, cuanto tenenemos que perdonar? ;Ustedes, Contras saben cuanto mal han causado?
El general  se estrell; contra la pared y golpeandose en la esquina del mamparo, cayo al suelo.

Diario de Arsh.
"Estoy acostado y enfermo. Dengue. Es una fiebre provocada por los mosquitos.  Con el denge no tengo suerte. Hay puertorrique;os que nunca se han enfermado de dengue. Y yo, est; es la tercera vez en cinco a;os. Ahora lo importante es no moverse.
Veo la pel;cula "Heroes de otra patria". Resulta que cada cuarto soldado en Vietnam era puertorrique;o. Pelearon en la primera y en la segunda guerra mundial. La pel;cula me la dio un chico de la universidad. ;l dice que pertenece a la organizaci;n local secreta "Macheteros". Macheteros, como todos los movimientos radicales en todo el mundo, donde el nivel de vida es normal, es poco lo que hacen. Todo se limita con di;logos. Nosotros en Rusia tambi;n tenemos algunos movimientos de este tipo. Pero toda su actividad poco a poco se va reduciendo. El poder hace mucho tiempo desarroll; su propio m;todo simple para tratar con ellos. Sobornan a los jefes del movimiento para que estos solo hablen, pero no hagan nada. Y durante varios a;os el movimiento se derrumba de tanto no hacer nada.
Dima vino de visita. Normalmente, ;l es muy en;rgico, que tem;a que me obligara a levantarme de la cama y hacer algo, pero ;l, por el contrario, se comport; como toda una mama preocupada. Calento el t;, fue a la tienda e incluso me prepar; una sopita de pollo. A veces las personas se revelan cuando menos lo esperamos.
Por cierto, es interesante lo que dijo Vladimir sobre ;l. De alguna manera llegamos a hablar sobre el trabajo de la inteligencia(militar). A todos le interesa hacerle preguntas a Vladimir sobre su juventud en la lucha. Entonces yo pregunt; en que se diferencia un militar de inteligencia de uno de contrainteligencia en el caracter; y Vladimir dijo que el de inteligencia busca amigos en un pa;s ajeno, y el de contrainteligencia busca a los enemigos entre los suyos. De ah; el carater. El de dinteligencia debe ser confiable, ser encantador, erudito, sociable, comprensivo, tener muchos conocidos. ;l debe tener cualidades de car;cter para que otros quisieran ser como ;l. ;l debe ser autoritario. Todo esto en conjunto no es real. Esto es lo ideal. Lo importante es que pueda dar ese sentimiento de confianza. El de inteligencia debe saber escuchar. As; la confianza se gana m;s r;pido. Nosotros confiamos en alguien, dependiendo de cu;nto le hemos contado sobre nosotros. Quieres que una persona te agrade, haz algo bueno para ;l o ella. Lev Tolstoy dijo que la ;nica forma de creer en el bien es comenzar uno mismo a hacer el bien. El de inteligencia debe ayudar a una persona a hacer algo bueno.

- Aqu;, por ejemplo, Dima, - dijo entonces Vladimir. - Es inteligente, educado, atl;tico, sociable. ;l tiene muchos amigos en todos los ;mbitos de la sociedad y en todas partes lo respetan. Es encantador. El de contrainteligencia no debe caerle bien a nadie. Adem;s, ;l no se arriesga tanto como el de inteligencia. Su riesgo es no recibir rega;os del jefe.
Realmente no lo cre;a. Tambi;n es necesario encontrar la manera de llevarte bien con alguien que es tu sospechoso. Cu;ntas personas  han sido descubiertas durante la investigaci;n gracias a la experiencia y la inteligencia del investigador, y a traves de la tortura. Claro que para m; es interesante escuchar, pero yo estoy lejos de eso. Tal vez sea por la profesi;n, pero creo que la humanidad es m;s importante que el patriotismo. El amor por la Patria es necesario para que una persona sea feliz, pero el amor al pr;jimo es m;s importante que cualquier ideolog;a. Vladimir dijo una vez que la inteligencia debe servir al mundo, y no a los intereses de un solo pa;s. Pero creo que ;l lo entendi;  ahora y no cuando trabaj; all;".

Cap;tulo 15

A;o 20... San Juan.
A la ma;ana siguiente, despu;s de tomar caf; y mirar los restos secos de la pizza del d;a anterior, Arsh, Liosha y Vasia decidieron ir a la iglesia. En esto hab;a un sentido que no ten;a nada que ver con la  religi;n. La misa, por supuesto, casi hab;a terminado. Pero despu;s de la misa siempre hab;a t; con pasteles. El padre Andrey o su nuera siempre horneaban pasteles los s;bados y despu;s de la misa serv;an una merienda. La comunidad ortodoxa era una mezcla. Las conversaciones en la mesa eran en diferentes idiomas. Y, sin embargo, a pesar de la diferencia de los idiomas y las nacionalidades, Arsh sent;a aqu; una especie de dulzura interior de la conciencia de algo en com;n, grande y presente que un;a a todas estas personas y que era mas sencillo y natural que la confesi;n o la nacionalidad. Quiz;s el hecho estaba en la personalidad del padre Andrey.  Era poco probable que la misa pod;a pagarle todo. Hab;a una canasta de donaciones por la compra de velas, pero despu;s de echar un vistazo all;, a Arsh le di; verg;enza de que todo este tiempo agarraba las velas y no daba nada. A su pregunta sobre la financiaci;n, el padre Andrey sonri; y respondi;:
- Esto es en Rusia que las iglesias que pueden sobrevivir de las donaciones, y en el exilio (si as; dijo "exilio") el sacerdote debe tener un trabajo para sobrevivir.

A;o 1942. El Mar B;ltico. Los escoltas.
El general estaba acostado. En el piso goteaba la sangre de su cara golpeada. De pronto, estiro sus labios como para besar, su cuerpo se sacudi; como si le estuviese comenzado una convulsi;n y despu;s de medio minuto, se quedo quieto y ya no se movi;. Gregory se dio cuenta de que el general estaba muerto. Se inclin; sobre ;l y de repente vio una cadena en su cuello. Tirando de la cadena, sac; el medall;n. Desabroch;  la cadena y se la quit;, se acerc; a la mesa. Enseguida le vinieron muchos pensamientos a la cabeza. ;l perdi;. ;C;mo pud; ... perder control? ;Qu; es lo que en este anciano le estaba haciendo perder los nervios y le hac;a perder el equilibrio? ;Por qu; es que un profesional, de repente perd;a el control de s; mismo, perdi; la oportunidad de averiguar el paradero de la esposa del general? Sin embargo, la carta lo ayudar; a demostrar que el general en realidad no ten;a informaci;n sobre ella. Es una pena, pero p00ara su carrera no es de muerte. Gregory intent; abrir el medall;n, pero con sorpresa descubri; que estaba soldado. Rompi; la soldadura con un cuchillo, abri; el medall;n y se qued; congelado. Desde aquella peque;a foto amarillenta, lo estaba mirando su madre.

Diario de Arsh.
"Hoy es mi primer d;a en la universidad despu;s del dengue. Comenz; no muy bien, y me he sentido irritado todo el d;a. Por la ma;ana, un chico de nuestra clase se acerc; a hablarme. ;l es estudiante de primer a;o. Nuestra clase coincidi; porque yo necesitaba tomar algunas clases que no ven;an en mi diploma ruso. Hoy me hizo una pregunta que ya la he respondido m;s de cien veces: ";Si me gustan las puertorrique;as?". Y aqu; con frecuencia preguntan: ";Si me gusta Puerto Rico?". ;Me gusta! Pero estoy arto de estas preguntas. Sobre las puertorique;as hay que hablar particularmente. Las Puertorrique;as son muy hermosas. Muy - esta palabra no describe lo bellas que son. Cinco o puede ser seis t;tulos de "Miss Universo", que recibieron las Puertorrique;as hablan por s; mismo. Por cierto, aunque yo no entiendo nada en la belleza masculina, los hombres de aqu; tambi;n son simpaticos. En s;, es probable que sea la naci;n m;s bella de todas las que he conocido. Uno de mis conocidos rusos es un mujeriego terrible y un apreciador de las mujeres, una vez me dijo que en todo el mundo, los pechos grandes y bonitos en las mujeres no combinan con caderas anchas y hermosas. Y siempre aclara: en las puertorrique;as si combina.
Sin embargo, la cuesti;n sobre la belleza tanto me art;, que por molestar respond;: "No". Luego me arrepent; horriblemente. El chico pens; que yo era gay.

Alguien dijo que aqu; el porcentaje de homosexuales es muy alto. No s; si ser; cierto, pero ahora esto es una moda en todas partes  y es normal y no hay porque esconderlo. Y este chico quer;a convencerme de que  no debo ocultar que soy gay. Yo trat; de explicarle que soy heterosexual, pero ;l no quiz; creerlo. Pas; casi una hora sigui;ndome, diciendo que ;l a;n as; ser;a mi amigo, que se lleva bien con los gays y todo eso. Este chico me art;. Fue dific;l quitarlo de encima.
Por cierto, adem;s de los homosexuales, la psicolog;a de aqu; solo trata de dos problemas: la violencia dom;stica contra la mujer y los ni;os. En ambos casos, claro que el hombre es el culpable.
Una vez en la clase de psicolog;a familiar, yo dije que incluso la ONU manda a las tropas para proteger a las dos partes del conflicto. ;Por qu; aqu; los psic;logos se ponen solo contra uno?
Despu;s de la clase, nuestra profesora me hizo a un lado y me dijo que este tema no es tan popular y que me ser; dif;cil encontrar trabajo si defiendo abiertamente a los hombres.
Lo interesante es que ella lo tom; as;,  que yo trato de defender a los hombres. Pero lo que yo dije en realidad es que necesitamos proteger ambas partes, proteger la uni;n de dos personas, la familia. Sin embargo, est; claro para m; que en la Facultad de Derecho y la de Periodismo tienen las mismas actitudes. Y con estas actitudes, los puertorrique;os arruinar;n la escuela de la familia. Sin familias, la naci;n se vuelve indefensa. ;Acaso no se dan cuenta de que est;n destruyendo la naci;n?

Hoy, en la radio "Noti-Uno", una tal cientifica tonta dijo que como lo m;s importante son los ni;os, luego del divorcio ellos deben vivir as; como antes. El ex-esposo debe pagar vivienda, pero vivir en otro lado, pagar escuela, pagar los gastos de la esposa y en pocas palabras todo. Ni siquiera estoy hablando de que a nadie le interesa si al hombre le queda dinero para ;l mismo. Despu;s de todo, ;l hombre no siempre es culpable del divorcio. Nadie nisiquiera piensa en salvar la familia. Solo piensan en qui;n va a pagar. ;Y entonces para qu; la mujer necesita marido, si lo tiene todo pagado? Para el sexo m;s que suficiente un amante. As; divorciarse ser; un beneficio para las mujeres".

Cap;tulo 16

A;o 20 ... San Juan.
Por la tarde, Liosha llev; a Arsh a la casa.
";Nos vemos en la fiesta esta noche?" Pregunt; Arsh mientras cerraba la puerta del coche.
- Por supuesto.
- Ok, bueno , adi;s. ;A que hora esperas a los invitados?
- Como a las siete. Hoy quer;amos jugar cartas con Vasia, Dima prometi; llegar para tomar cervezas.

El auto de Arsh todav;a estaba encerrado en el garaje de Liosha.Al abrir la puerta del apartamento, Arsh not; que Hary se acercaba apurado donde ;l. Hary - un vagabundo del local, a quien Arsh de vez en cuando ayudaba con dinero. Cuando Hary necesitaba dinero, buscaba a Arsh, quien nunca le dec;a que no. Pero esta vez, Hary se le acerc; con una expresi;n en la cara mucho m;s preocupada que las de antes.

- Sabes, comenz; Hary. - Te estuve esperando esta noche, me urg;a un poco de dinero, pero no estabas.
Arsh le dio a Harry el pedazo de torta, que la cu;ada de Andrey le hab;a empacado para el camino y se saco unos chavos del bolsillo.
- Gracias, - dijo Hary, metiendo la torta en la bolsa. - Ya es de noche y no ven;as,  ah; vi a unas personas que estaban tomando fotos de tu casa.
En otras circunstancias, Arsh no le hubiera puesto atenci;n a esto. Los turistas de los cruceros a menudo fotografiaban las casas antiguas durante las excursiones en la ciudad. Pero esta vez se preocup;.
- Y luego da;aron la cerradura y entraron, - dijo Hary y mir; a Arsh como disculpandose. Arsh se puso helado.
- ;Cu;ntos eran?
- Tres que entraron y uno m;s en el auto.
- ;Estuvieron mucho tiempo aqu;?
-No. Como unos veinte minutos. Escucha, ;no me agregas un poco m;s? Mi amigo, mi situaci;n est; muy mala ahora. Ya ves.
Arsh ve;a. Muchos mendigos aqu;, por aburrimiento y falta de perspectivas, tarde o temprano probaban la hero;na y se hac;an adictos. Hary se mantuvo m;s que los otros. ;l se afeitaba regularmente y se cuidaba. Pero era claro que la hero;na estaba haciendo su trabajo. Antes se le pod;a ver bajo los efectos de la hero;na no m;s de una vez al mes. Luego una vez a la semana. Ahora estaba claro que lo empezaba afectar y necesitaba dinero para la nueva dosis.
-Bueno, ;se fueron o no? - Arsh pregunt;, sacandose cinco dolares de su cartera.
- S;, se han ido. Gracias amigo. T; sabes cualquier cosa, estoy aqu; en la calle. Si yo veo algo, te lo dir;.
- Escucha, sientate por aqui cerca, si puedes, observa a los alrededores. Yo te dar; de comer. O por lo menos trata de pasar m;s seguido - dijo Arsh, pero Hary, al recibir el dinero , ya estaba pensando en otra cosa.
- S;, mi amigo. Por supuesto, - dijo, mientras se iba. – Yo estoy aqu;.
Arsh se par; frente a la puerta y mir; las llaves en su mano. Estaba asustado. Y no solo porque alguien estuvo, sino porque aun puede estar en la casa. Y no por lo que alguien descubri; lo de la estafa con la ida al barco. Lo deprim;a el hecho de que se involucro con gente , que asi por asi pod;an entrar a su casa y hacer lo que quisieran con ;l, como si fuera un insecto. Y era imposible negociar, convencer o persuadir simplemente porque ellos no lo necesitaban. Ellos ni siquiera trataron de negociar. Y m;s que todo, Arsh ni siquiera sab;a qui;nes eran.
Parado frente a la puerta, Arsh dio media vuelta y se fue. En el Viejo San Juan, el ;nico lugar a donde pod;a ir, era donde los hermanos Vladimir y Andrey.

A;o 1942. El Mar B;ltico. Los escoltas.
Gregory estaba sentado en su cabina, mirando el medall;n y tomando t; con alcohol. Poco a poco, en su cabeza, a pesar de algunas oscuridades, comenz; a formar una imagen de lo que est; sucediendo. Aparentemente, temiendo la persecuci;n, ella misma o con la ayuda de otros, mi madre aprovech; los tiempos dif;ciles y cambi; su apellido y muevo a Petrogrado (Nombre viejo de San Peterburgo). Nunca en ninguna parte nadie ha sido identificado ni emitido. Ella no pod;a decirle nada sobre su padre. ;Pero ella no lo sab;a! No sab;a qui;n era ;l. No sab;a que las autoridades sovi;ticas lo condenaron a muerte varias veces en ausencia. No sab;a y cre;a que ;l era amable, que la amaba, que muri; como un h;roe. No, no lo es. ;l no la disuadir;. Que ella se quede as; por ella. Pero Gregory se sent;a devoto. Ni de madre, ni siquiera de padre, sino de su mismo destino. ";;l no es mi padre! No es mi padre!  Te reniego! - Susurr; Gregory, sali; de la cabina, se subi; a la cubierta y mir; las olas. Sus ojos, tan claros y azules como los de su padre, eran tan oscuros que casi parec;an marrones. Gregory mir; el agua. ;l no ten;a m;s pensamientos. S;lo anhelo bestial hosco, sin forma, bestial. "Te reniego de ti", se repiti; a s; mismo otra vez, y despu;s de sacar la fotograf;a de su madre, tir; el medall;n por la borda.

Diario de Arsh.
"Al parecer es Vladimir quien compra toda la comida en la casa de los hermanos. Ignora los supermercados, va a las afueras de la ciudad para comprar comida donde los campesinos. Y all; compra tabaco para su pipa fea. ;l cree que la comida all; es m;s deliciosa y es verdad. Pero el tiene un motivo diferente. ;l se inclin; del lado de los pobres y siempre trata de ayudarlos. "Es mejor pagarles a ellos y comprar comida sabrosa, y no estos qu;micos sin sabor, ni olor en los supermercados. Aqu;, los supermercados hacen algo para prohibir que los campesinos vendan sus productos. Voy yo mismo y compro. Las personas en el campo son mejores. A menudo toco a sus puertas, les pido que me cocinen y les pago, pero no voy a los restaurantes. S; vas a viajar por la isla, no comas en una cafeter;a. Es mejor pagarle a la gente de campo y te alimentar;n mejor".
Si lo escuchamos bien, habla como un comunista. Pero, de hecho, ;l odia a los comunistas y toda su vida ha trabajado contra ellos. Es dif;cil para m; comprender todas sus creencias. Creo que en ;l y como en todos los rusos, hay un gran sentido de justicia. Y aqu; todos ven que los  hechos son evidentes. Las frutas y las verduras se traen de otros pa;ses, el pescado es demasiado caro, aunque a los alrededores hay oc;ano. Incluso en Rusia, lo que se pesca en estas regiones es m;s barato. Pero creo que Vladimir tiene su opini;n personal con respecto a los pobres. Su padre luch; contra los que construyeron el pa;s comunista y muri;. ;l mismo trabaj; contra su patria. Ayudar a los pobres ;puede ser un intento de disculparse?.
Vasia le pidi; que lo llevara a ver la vida en el campo, pero ahora Vladimir est; tan ocupado con una joven dominicana, que de aqu; al fin de semana no tendr; tiempo. ;l a nadie le presenta a su dominicana, pero yo una vez los vi juntos. ;l la mira con los ojos ardientes de un chico. ;Es una suerte a esa edad poder sentir esa pasi;n!
Pero ;l nunca habla de mujeres. Solo una vez, cuando hablabamos con su hermano de que se est; tratando de destruir la familia a prop;sito, ;l dijo que el objetivo del colapso de la escuela de la familia, es quitarle a la poblaci;n el poder de dirigir el pa;s. Incluso ahora cualquier naci;n es simplemente un reh;n de lo que los pol;ticos quieren, pero en el futuro, cuando el hombre no va a tener una familia que proteger, con est; naci;n se puede hacer cualquier cosa. Entonces Vasia dijo que las mujeres tienen la culpa porque creen en las feministas, en los abogados y en los trabajadores sociales, pero Vladimir lo qued; viendo seriamente, diciendo que si un hombre no puede hacer que una mujer crea en ;l, entonces ;l es el culpable. Estoy de acuerdo con ;l. Aqu;, por ejemplo, Vasia. ;C;mo poder confiar en ;l, si ;l mismo tiene dudas, formar una familia o no, quedarse con su esposa o separarse? ;Porsupuestoque ;ltienelaculpa!

Cap;tulo 17

A;o 20 ...   San Juan.
Sentado en la casa de los hermanos Urusov, en el techo como el que ;l ten;a, Arsh, a pesar de que era temprano, estaba bebiendo cerveza "Medalla Light" con Vladimir. Era sorprendente, ten;a los mismos gustos que Vladimir en comida y bebidas alcoh;licas. Ambos prefer;an esta cerveza, y no las que estaban m;s de moda aqu; "Corona" y "Presidente". De ron ambos prefer;an "Don Q", no el popular "Bacardi". Y su amor por el arroz y el pollo con frijoles hac;a reir a los rusos que siempre eleg;an la papa. Despu;s de lo que pas;, Arsh sent;a una gran necesidad de aconsejarse con algui;n. Con alguien que pueda no solo escuchar, sino que no lo traicione. Con Vladimir, Arsh estaba casi seguro. El caso es que una vez, en una fiesta, Vladimir dijo abiertamente que no se puede hablar de democracia en Estados Unidos. Una pareja que estaba en la fiesta, la esposa era rusa y el esposo gringo, trabajaban para el gobierno, se quejaron con las autoridades y dentro de dos d;as en el centro cultural franc;s donde trabajaba Vladimir, aparecieron dos agentes del FBI e insistentemente aconsejaron al director, despedir a Vladimir por no ser de confianza. El centro estaba subordinado al consulado de la Rep;blica Francesa, y el director con mucho gusto envi; a los agentes "muy lejooo", dandoles la recomendaci;n de estudiar una vez m;s la Constituci;n de los Estados Unidos, sobre la libertad de expresi;n de los ciudadanos. La pareja que denunci; a Vladimir, ante la comunidad rusa, claramente se hicieron persona non grata. Vladimir, que hasta su jubilaci;n trabaj;  para el gobierno y no en  cualquier lado, sino en la CIA, coment;:
- Delatar a algui;n es ;til para hacer carrera, no para el pa;s. Es la virtud de aquellos que no conocen el olor de la p;lvora. De esos se asentaron aqu; en la administraci;n. No participaban en las operaciones. Pero ellos ten;an m;s condecoraciones.

Arsh le cont; a Vladimir todo lo que le sucedi;. Vladimir lo escuch; atentamente, sin interrumpir, y luego pregunt;:
- ;D;nde dejaste el paquete?
- D;nde Liosha.
- ;;l lo sabe?
- No.
- Estoy casi seguro de que te est;n siguiendo. Debemos buscar un pretexto para ir donde Liosha y recoger el paquete sin que se den cuenta.
- Creo que hoy por la noche van a jugar a las cartas con Vasia. Y llegaran otras personas. Puedes recogerlo cuando todos se emborrachen.
- Entonces, as; lo haremos. No te vayas todav;a. Quetade aqu; hasta la noche, - dijo Vladimir. Ponte a leer en la biblioteca. Yo tengo que reunirme con un par de personas, pero regreso por la tarde. ;Y sabes qu;?
Vladimir mir; a Arsh fijamente.
- ;Qu;?
-Hasta que yo te diga, trata de no quedarte solo. Todo el tiempo, ya sea conmigo o con otra compa;;a.  Incluso si vas al ba;o que sea con alguien. De cualquier manera ... Si necesitas ir a alg;n lado, ll;mame a m; o a otra persona. Y no regreses a tu casa. Hoy puedes pasar la noche donde Liosha?
- S;, por supuesto.
- As; hazlo.

A;o 1942. Leningrado.
Gregory gir; la perilla de la campana que estaba en una tablita, en la que su mano de ni;o fue marcada con aguja caliente:
 "Smirnov". Detr;s de la puerta se escucharon los pasos de mama, ella abri; la puerta, como siempre sin preguntar qui;n es, pero esta vez no le reclam;, sino que simplemente la abraz; y hasta que ella le pregunt;:
- Hijito, ;Pas; algo?
- No, mama. No. Todo bien. Solo te extra;aba.
Ella se neg; rotundamente a dejar la ciudad. Gregory incluso quer;a llev;rsela a la fuerza, pero su resistencia inesperada hiz; que la dejara. Y despu;s de que vio al escolta derrotado con los ni;os y ;l mismo comenz; a creer que as; podr;a ser mejor. Esta regi;n de  la ciudad era relativamente segura. Por supuesto, que mama no hubiese sobrevivido al bloqueo sin su provisi;n. Para Gregory eran dolorosos y agradables los intentos de darle de comer, incluso cuando no ten;a nada m;s que lo que el hab;a traido. A ellos los alimentaban mejor que a todos. Pasaban hambre, pero no se mor;an de hambre.
Fue al lavabo en la cocina, se lav; las manos y se sent; a la mesa. Mam; ya estaba inquieta, encendiendo la estufa.
-  ;Por qu; te sientas en la cocina? Ve a la habitaci;n. Yo llevar; todo – dijo ella.
Gregory no respondi;. Se sent; poniendo las manos en la mejilla para calentarse y miraba a las manos de ella para no verla a los ojos.

Diario de Arsh.
"La semana pasada, Liosha nos llev; a V;sia y a m; a Coamo. Liosha vive aqui desde hace tiempo que los lugares turisticos no le son de interes. A m; por el contrario, me gusta venir a Rain Forest, a las cuevas, a las plantaciones y a Ponce una y otra vez. Coamo son aguas termales. Puedes descansar en el agua caliente todo el d;a y no pensar en nada. Te relajas tanto que luego te duermes profunda y dulcemente como un bebe. Los estadounidenses y otros turistas no vienen aqu; tan seguido. Est; lejos de San Juan.
Dejamos las cosas en el auto y fuimos a las piscinas. Yo estaba dispuesto a descansar del bullicio, pero tan pronto como V;sia se meti; al agua caliente, solt; su veneno y comenz; su serm;n. Sus quejas contra las mujeres ya se estaban repitiendo muy seguido. Me queda claro que ;l es el culpable de sus fracasos, pero sorprende lo ciego que es. Trat; de explicarle que se equivoca cuando muestra su independencia, en lugar de mostrar a la mujer cuanto la necesita y la aprecia. En lugar de escuchar lo que ella dice, pica como gallo y no escucha a nadie. Pues no es el ;nico as;. La mayor;a de los hombres juegan a: ;yo soy el macho! (Que pacho Picho?)No se dieron cuenta de que la mujer se liber; y ahora no se puede vivir con ella como viv;an nuestros bisabuelos. A m; no me gustan las leyes feministas, pero admito que hacen que el hombre comprenda que la comunicaci;n en la familia ahora solo es posibles en igualdad. Eres macho, pero te quedaste solo. Y solo puedes culparte a ti mismo.
Los hombres adoptaron muy mal el hecho de que el mundo hace mucho cambi;. Y las mujeres, como siempre, se adaptaron muy r;pido a las nuevas condiciones. Desafortunadamente, tanto mujeres como hombres se quedan solos. As; como antes, nos necesitamos el uno al otro. Las mujeres anhelan un hombro fuerte, y los hombres las palabras tiernas. Es f;cil separar, pero el mundo no tiene quien los una. ;Qui;n y c;mo podr; hacerlo? No lo s; y me pone triste ".

Cap;tulo 18

A;o 20 ... . San Juan.
Por la noche, donde Liosha se reuni; una compa;;a muy variada. Adem;s de ;l, Vasia y Ar;h, que vinieron con Vladimir y su sobrino con su esposa y la nuera de Andr;s, llegaron dos profesores de UPR - un f;sico y un matem;tico, tambien una estudiante rumana, dos puertorrique;os desconocidos y Alejandro estudiante del Departamento de ling;;stica, que estudia ruso y trata de hablar con fluidez, pero cambiaba las palabras que no sabia en espa;ol. Liosha, V;sia, Arsh y Vladimir se instalaron para jugar cartas. Para Liosha es una forma de no poner tanta atenci;n a los invitados , pero sin que estos se sientan ignorados. Agarraban las cervezas de la nevera, platicaban y la pasaban bien. Casi todos se conoc;an bien. En medio de la fiesta, Vladimir le hizo se;a a Arsh, le propuso tomar un descanso y sali;. Arsh lo sigui;. Bajaron al s;tano sin que nadie lo notara. Arsh abri; el maletero de su autom;vil y le mostr; a Vladimir sus "tesoros". A Vladimir solo le interesaba el paquete que buscaban. Lo vi; y sonri;.
- Bueno, aqu; hay algo por qu; preocuparse. Quisiera saber exactamente lo que es.
- ;No pueden averiguarlo?
- ;Y c;mo? Yo pregunto qu; es, y si resulta que era la pieza de un sat;lite secreto, ;y qu;? Yo ser; el primero en ser destripado. Y luego t;. No. Aqu; hay que actuar informalmente.
Arsh se dio cuenta de que su pregunta era est;pida.
- No te preocupes. Lo sabremos de aquellos que est;n esperando el paquete. Luego, tomamos fotos y enviamos a trav;s de nuestros canales, que ahora lo tienen ellos. Incluso y premio recibiremos. Para el informante.
- ;Para qui;n?
- Para el inexistente. As; hacen todos en inteligencia.
Bueno. Es hora de regresar. Vladimir meti; el paquete en su bolso y se dirigi; al ascensor. En el ascensor dijo:
- ;Bon! No salgas por dos d;as. Y luego nos reunimos. Te dar; intrucciones de lo que pasar; y como debes comportarte. Es interesante. Hace mucho no hab;a sentido hagallas. Pero no salgas solo. Si de repente te encuentras con un viejo amigo o alguien hace conversaci;n contigo, vete de ah;. Tu vida depende de eso.
PARTE 2

Capitulo 1

A;o 20 .... San Petersburgo
Kostik Smirnov, capit;n del segundo rango en su servicio "oficial", estaba sentado en un c;modo sill;n en la sala de espera, donde lo llam;inesperadamente y con urgencia de un base naval en ciudad Severomorsk. No estaba particularmente preocupado, mirando el retrato de "Edmundych" (Felix Edmundovich Dzerzinski - el primer jefe de contraespia en URSS) colgando sobre la cabeza de un secretario anciano. El momento en que tanto en el ej;rcito, en la flota e incluso en su oficina, muchas personas intentaron abandonar el servicio, parec;a haber pasado. Pero aquellos que se quedaron valoraron m;s
Kostik no conoc;a errores detr;s de ;l. Los errores por quienes lo podrian llamar para venir aqu;, especialmente.  Especialmente urgentemente Entonces ... significa la asignaci;n. Y una tarea importante. Sin embargo ... Kostik esper;.

En casa, apenas tuvo tiempo de despedirse de su esposa e hijos. El hijo Vladimir todav;a no quer;a arrodillarse.
- ;Y cu;ntos facistas mat; nuestro abuelo? - Pregunt;, mirando la foto de Grigoriy, su abuelo.
- Ya preguntaste. No lo se. Mucho
- Pap;, ;a d;nde vas? - ;l pregunt;.
- Tu padre tiene un trabajo", respondi; Natalya.
- ;Regresas pronto?
- No s;, hijo.
- ;Me traer;s algo?
- No lo se, hijito.
- No te molestes con tu padre, - con severidad dijo Sveta, hija, .
- No me digas. Somos hombres, tenemos nuestras propias conversaciones, dijo Vladimir en serio.
- Por lo tanto, ni;os, no discutan - Natalya, su esposa detuvo r;pidamente lo comienso de escaramuza. Ella misma quer;a sentarse en el regazo de Kostya y acariciarse, pero con los ni;os se sent;a inc;moda. No est;n acostumbrados a mostrar tanta ternura con ellos.
Kostik bajo su hijo y, acarici;ndose la cabeza, se puso de pie. Abraz; a su hija y alcanz; a su esposa.
- Tasha, es hora. (Tasha, Natasha, Nataly - las formas de llamar nombre Natalya)
Se abrazaron y se besaron r;pidamente, como por accidente, pero suavemente.
Kostik fue a la puerta.

Kostik era un ni;o muy tarde. Su padre ten;a casi sesenta a;os cuando naci;. La madre era treinta a;os m;s joven que el padre, pero la familia era amistosa. Padre, a pesar de su edad, era un hombre fuerte. Juguo al tenis. Condujo Kostya a sambo y boxeo. ;l mismo se involucr; mucho con ;l. Definido a escuela especial con las clases de f;sica y matem;tica fuertes. Y los amigos de su padre fueron interesantes. Kostik salto con paraca;das y se sumergio y disparo desde una ametralladora. El padre muri;, apenas alcanzando los noventa a;os. Despu;s de escuela, probablemente no sin mecenazgo, aunque Kostik no estaba seguro, ingres; en Academia Naval. Y plus de eso, desde el tercer a;o tuvo que dominar la profesi;n deque so;aba desde el principio. Una profecion secreta de contraespia. Le habl; de esto a su padre, pero ;l solo sonri;. Diga, no se apresure, estudie, haga lo que debe y no se preocupe.

- Konstantin Gregorevich, le est;n esperando.
El anciano secretario hizo un movimiento casi imperceptible de su cabeza hacia la puerta y de nuevo comenz; a leer algunos papeles en su escritorio.
Kostya entr; a la oficina. Salud; al general del ej;rcito. Estrech; su mano y lo indic; en la silla frente a ;l.
- Dime, ;estudiaste en la misma clase que Arkady Arshakov?
- S;. Incluso amigos.
- A;n as;? Y, ;entonces qu;? ;Se han separado las caminos?
- Nos encontramos un par de veces, unos cinco a;os despu;s de la escuela. ;l comenz; a preguntarme sobre el trabajo. En la escuela escribimos poemas juntos. Lo pens; con ;l sobre este tema y sigui; hablando de mi trabajo.
- Le; tus poemas, - dijo el general de repente. - Escribes muy bien.
Kostik de repente se sonroj;.

- ;C;mo le parese, que tipo de hombre as el? Dime lo que piensas
Kostik qued; estupefacto varias veces seguidas. Llamaron a Mosc;. Leeron sus poemas Est;n preguntando por un hombre del pasado. S;, era era amigo de Arsh. Odas enteras de varias p;ginas fueron escritas juntas. Odas er;ticas en versos, rid;culo sobre compa;eros de clase. En f;sica, se destacaron por su humanidad. Historia, idiomas y literatura les gustaba mucho m;s que la f;sica y las matem;ticas. Kostik tom; su asiduidad y, al final, se sinti; atra;do, amaba las ciencias exactas. Arsh, quien ingres; accidentalmente al m;dico y sue;a con convertirse en psic;logo, se qued; rezagado. Naturalmente, bebieron juntos. E incluso de alguna manera se permitieron la marihuana. Les gustaba conducir conversaciones filos;ficas. Pero luego, la escuela hab;a terminado, y de repente se volvieron diferentes. Arsh ingres; a estudiar psycologia y continu; liderando un estilo de vida relajado y libre. Kostik tambi;n comenz; a vivir de acuerdo con las regulaciones, "en tunica" y "en el cuartel". Su apego mutuo se ha derretido. ;Qu; podr;a decir Kostya sobre Arsh?

- ;l es travieso. ;l es amante de la libertad. No recuerdo su como patriota si es el caso.
- S;, y eso tambi;n, - respondi; el general. - Ese es todo el punto. Entonces, -  continu; en un tono diferente. - No puedes contar con el patriotismo.
El general hizo una pausa.
- El tuyo ... compa;ero de clase,- hizo una pausa el general. - Tu compa;ero de clase tiene acceso a una informaci;n muy importante para nosotros en el pa;s, donde casi no hay una agencia legal. Nuestro agente fue arrestado por otra raz;n. Tu compa;ero de clase se le asigna como int;rprete. No hay otra conexi;n con el agente. Estamos siendo observados de Arsh, pero a;n no se ha descubierto nada. El caso es delicado. Absolutamente no queremos arriesgarnos y hacer revelar a los agentes all;. En este sentido, decidieron enviarte. Pa;s tur;stico, te encontrar;s por casualidad, entrar;s en confianza. Entonces act;a de acuerdo a la situaci;n. Arriesgar y revelar a nuestro agente Julian generalmente es inaceptable. Los nuestros secretamente buscan el barco metro por metro. Pero es como buscar una aguja en un pajar. Por lo tanto, su tarea es transferir a trav;s de su compa;ero de clase a Julian, por lo que transfiri; el lugar del paquete.
Kostik escuch;.

Despu;s del colapso de la URSS, la Armada Atl;ntica de la Marina de los EE. UU. Asumi; algunas funciones policiales. Estados Unidos logr; imponer en muchos pa;ses del Hemisferio Occidental un acuerdo por el cual los buques de la Armada de los Estados Unidos pod;an inspeccionar cualquier buque bajo sus banderas. Esto permiti; a la armada, en estrecha cooperaci;n con la agencia antidroga, controlar mejor las v;as fluviales del tr;fico de drogas.

El asunto, por supuesto, no era sobre la lucha contra las drogas, sino sobre el control sobre ella. Tanto para la URSS como para los Estados Unidos, ambos mercados eran un flujo financiero inagotable para c;lculos extraoficiales en el escenario mundial. En el camino, ambas superpotencias estaban interesadas en envenenarse entre s; de tal manera, ya que era imposible usar armas biol;gicas.
Tambi;n hubo una regla impl;cita: los sovi;ticos no tocaron a los oficiales estadounidenses que trabajan en Afganist;n, y los Estados no tocaron a los asesores rusos en Am;rica Latina. Ahora el equilibrio de poder ha cambiado. Kostik no entendi; del todo, en cuya cabeza inteligente surgi; la idea de utilizar un canal de este tipo para el transporte del hallazgo m;s valioso. La oficina logr;, un bloque completo de el nuevo misil bal;stico de los Estados Unidos. En detalle, el general no entr;, pero ya estaba claro: para la defensa del pa;s, tal hallazgo no ten;a precio. Aprendidos derribar aviones en el siglo pasado. El hecho de que el agente Julian finalmente permiti; la creaci;n de un sistema que podr;a interceptar el control de un misil enemigo. Podr;a, es terrible pensar, girarlo en la direcci;n del enemigo. El negocio ol;a a gran aliento. Tal vez muy grande.
- Entonces, - continu; el general. Simplemente no tenemos el tiempo para recibir una visa estadounidense. Vuelas a la Rep;blica Dominicana, y desde all; en avi;n privado a San Juan. Los estadounidenses autom;ticamente otorgan visas a los propietarios de jet privados y a los navegantes. Si hay al menos un parche, debajo de otros documentos vuela a Anguila. Desde all; en bote. Cerca de Fajardo ser; llevado a bordo de un yate local, que simplemente regresar; al puerto. La inspecci;n no deber;a ser

Diario de Arsh.
";Qu; maravillosa es la vida! Esta ma;ana me puse a admirar a los puertorrique;os, y en la noche, uno de ellos dijo que odiaba a los rusos. En el d;a me qued; pensando en que los rusos somos una gran naci;n, y en el almuerzo me di cuenta de que a veces puede ser alrev;s. Pero describir; todo en orden.
En el curso de historia y cultura de Puerto Rico, nuestro profesor me pidi; que comentara sobre los eventos en Ucrania. Yo dije que mi abuela es rusa por parte de padre, y el abuelo es ucraniano, pero ahora ellos est;n viviendo en esa parte de Ucrania que est; pidiendo independencia. Mis t;os viven ah; tambi;n, y los primos viven en la Ucrania, que se lleva mal con Rusia. As; que la abuela y el abuelo quieren que Ucrania y Rusia vuelvan a ser un estado; m;os t;os quieren la independencia de Ucrania, y mis primos quieren una Ucrania fuerte y que este en contra de Rusia. Pero todos somos una familia. Y casi todos en Ucrania tienen una situaci;n similar. ;Qu; es m;s importante? ;la familia o la pol;tica? ;Qui;nes son mis allegados, mis parientes o los pol;ticos? Y de repente romp;  y comenc; a hablar de Puerto Rico. Que en los Estados Unidos tambi;n viven muchos puertorrique;os, que si llegaran a separarse, entonces la ruptura no va a ser en los papeles, sino en cada familia.

No s; si a los puertorrique;os les gust; lo que dije, pero escucharon en silencio. Y agregu; que los puertorrique;os son una naci;n que no est; segura de s; misma. Y que esto no es correcto. Que la raz;n de esto radica en la historia de la isla. Puerto Rico era una colonia de Espa;a y aunque ellos fueron uno de los primeros en declarar su independencia al igual que Cuba (incluso hab;a un dicho de que Cuba y Puerto Rico son alas de un mismo p;jaro ) nuevamente cayeron bajo la influencia extranjera y se convirtieron en los dominados de los Estados Unidos. Y es por esto que los puertorrique;os tienen dificultades con su "identidad" nacional. La temperatura del cuerpo la miden en grados Celsius y la del aire en Fahrenheit; la distancia en kil;metros y la velocidad en millas. Los pasaportes y el dinero estadounidenses combinan con el idioma espa;ol y la cultura latinoamericana. Yo dije que no son norteamericanos ni latinoamericanos, pero eso es lo que los hace ;nicos. Los puertorrique;os nunca perder;n su cultura, ni su idioma, ni su lugar exclusivo entre las dos Am;ricas. Es una ventaja. Y solo necesitan entender c;mo sacarle provecho a esta unicalidad. Y luego me emocion; por completo y dije que los puertorrique;os no necesitan nada m;s que su propio pasaporte para representarse a s; mismos como una naci;n independiente, no solo en la ONU y en los Juegos Ol;mpicos, sino en el mundo. Incluso si este pasaporte es emitido por el mismo departamento de EE. UU, igual que el ordinario, as; no hayan fronteras entre EE. UU y Puerto Rico. Pero en ellos nacer; un orgullo incomparable cuando viajen y muestren la hermosa portada azul con el escudo de armas de Puerto Rico.
Por alguna raz;n, me imagin; un pasaporte puertorrique;o con la portada azul y el cordero de Juan. Me gust; tanto la idea que de repente me sent; un puertorrique;o. Creo que si tuviera que presentarle este pasaporte a algui;n, realmente me sentir;a orgulloso.

Por la noche intent; encargar una c;mara por tel;fono. La empresa estaba en Nueva York, pero el telef;no lo contest;  un puertorrique;o. ;l se alegr; de que yo era de San Juan, y luego pregunt; que de d;nde era. Dije que de Rusia y me contest; que odiaba a los rusos y colg;. Probablemente era un ex militar. Muchos puertorrique;os lucharon por los EE. UU. en Vietnam, en Irak y les ense;aron que nosotros somos enemigos. Pero de igual forma hiere. ;Qu; bien! que conoc; a Greenberg en el almuerzo. ;Que bastardo! Pero es nuestro bastardo. Despu;s de las clases, de casualidad encontr; a un conocido de Chile, Isaac. ;l trabaja en la UPR como profesor, pero estudi; en Mosc; y habla ruso casi como nativo. Estabamos de pie platicando, cuando se nos acerc; una persona e Isaac dijo: "Mira otro ruso aqu;. Conozcanlo. Este es el profesor Greenberg ". Me parec;a que yo conoc;a a todos los rusos en la isla, por eso me sorprend;. Resulta que el profesor Greenberg, trabaja aqu; desde hace mucho tiempo, pero no se lleva con los rusos. Al principio comenz; a hablar de Puerto Rico y de los puertorrique;os, llam;ndolos animales vagos y tontos. Me sent;a inc;modo, pero despu;s Isaac se fue y se nos acerc; un grupo de estudiantes puertorrique;os de Greenberg. Greenberg comenz; inmediatamente a criticar a Rusia, diciendo que es un pa;s de esclavos y se se;ores, donde el poder le pertenece a los g;ngsters, pero la gente – son unos animales tontos. Despu;s de terminar su discurso, Greenberg de repente se fue, y yo me qued; con sus estudiantes. Hubo un silencio.

Luego uno de sus alumnos pregunt;: ";Por qu; trata as; a su Patria?" " Lo mismo dijo de Puerto Rico, antes de que ustedes vinieran,  todos se rieron. No quise decirles que aunque Greenberg naci; en Rusia, ;l no es ruso, sino jud;o. No creo que sea una cuesti;n de nacionalidad, aunque  hace tiempo descubr; que si una persona no ama y no extra;a a su patria, en la vida tambien resulta ser un cabron. Y algo m;s se me vino a la mente. ;Por qu; nosotros, los rusos, al igual que los puertorrique;os, sentimos constantemente una cierta dependencia de lo externo y lo ajeno, que no est; en nuestras manos? ;O estoy equivocado? Pero a;n as; nosotros y los puertorrique;os tenemos eso de no sentirnos due;os de nuestra tierra. ;Porqu; es as;?

Cap;tulo 2

A;o 20 ... San Juan.
Arsh, como hab;a dicho Vladimir, intentaba estar en lugares con mucha gente. Pas; la noche donde Liosha, a la ma;ana siguiente fue con ;l a  clases, y despu;s de las clases se dirigi; directamente donde los hermanos Urusov. Para no molestar a nadie, iba a la biblioteca y le;a. Cuando se aburr;a, sub;a al techo y tomaba el sol. Nadie le pon;a atenci;n. Los invitados en esta casa era tan comunes como los muebles. Nadie le preguntaba qu; hac;a aqu; o por qu; no se iba. Lo llamaban a la mesa cuando com;an, pero, en s;, Arsh pod;a prepararse t; o hacerse un s;ndwich solo. En esta casa era normal.
-  ;No sabes a d;nde fue Vladimir? - Pregunt; Arsh a Marion, la hija de Andrey.
- ;l nunca dice a d;nde va, - respondi; ella. – Siempre sale por su cuenta.
Vladimir no estuvo en todo el d;a. Y solo en la noche apareci;. Meti; su motocicleta al patio, se quit; el casco y las gafas y salud; a Arsh, que se asom; desde el techo al oir el ruido del motor.
- ;Bon! - Como de costumbre, Vladimir comenz; en franc;s. - Felicidades. Hiciste de m; un "Contra".
- ;C;mo as;? -  no entend;a Arsh.
- La inteligencia y la contrainteligencia son como el hombre y la mujer. La contrainteligencia todo el tiempo est; inquieta, haciendo algo, tejiendo, buscando enemigos. Y la inteligencia ... La inteligencia debe basarse en la amistad. Se necesitan  absolutamente diferentes caracteres para esto. Los de inteligencia desprecian a los de contrainteligencia. As; es aqu;. Los llamamos "Contra". Y ahora yo tuve que convertirme en una contra. Bon! Esto es lo que te dir;.
Arsh lo escuchaba con mucha atenci;n.

Cuando t; te quedes solo, ellos aparecer;n. Parece que conseguiste un paquete muy valioso. Pero, - Vladimir levant; la mano. – Aqu; los capturaremos. Ma;ana y pasado ma;ana te llevar; a la playa. Acuestate, toma el sol, pretende que estas descansando. Yo voy a estar cerca, pero ten en cuenta que cualquier contacto no ser; por casualidad. ;Entiendes?
Arsh asinti;.
- Lo m;s probable es que alguien se acerque as; por as; o pregunte algo, el pretexto m;s inocente. Entonces, - Vladimir nuevamente levant; la mano. - No vayas a ninguna parte. Y mejor no te voltees de espalda.
Vladimir guard; silencio.
- Je pense, - Vladimir no pod;a dejar de decir sus frases habituales en frances. - Puede ser un ruso. Un turista o cualquiera de tus conocidos. S;. Tambi;n as; puede ser.
- ;Y qu; hago?
- No te muevas del lugar. Es todo. Habla, haz preguntas, pero no te relajes. Qui;n sabe lo que decidieron. Tal vez aturdirte sin que nadie se de cuenta, y cuando te levantes ya ser; tarde. No comas ni bebas nada si se te ofrecen.
Arsh se quedo congelado en el techo caliente.
- ;Me quieren de carnada? -  pregunt; ;l.
- ;Qu;? -  - Vladimir no entendi;.
- Pues, asi se dice en ruso, de carnada, significa carnada viva, como aqu; cuando pezcan con sardina viva.

- Ah! - Dijo Vladimir. - S;. De carnada. Pero no te preocupes. Estar; cerca.";Un estudiante y un jubilado es fuerza!", Pens; Arsh, y dijo en voz alta:
- Est; bien. ;Y entonces es mejor pasar la noche en su casa?
- S;, por supuesto. No te pongas nervioso y no salgas de la casa. Lee libros. Ya me voy. Todav;a tengo mucho que hacer hoy. No sabes cuanto.
Vladimir se fue y Arsh se qued; solo.

Diario de Arsh.
"Para entender otro pa;s y a su gente, hay que amarlos. Eso lo entend; aqu;. Me enamor; tanto de esta isla y de su gente que para m; son como  mis parientes. ; Con temor razon;! ;Pero entiendo yo a mi pa;s? ;Entiendo a mi gente? Aqu; a veces nos confunden con los alemanes. Eso quiere decir mucho. Muchos gobiernos intentaron hacernos europeos. Hab;a una moda con Francia y con Inglaterra. Pero m;s que todo quer;an hacernos alemanes. Qui;n sabe por qu;. Seguro quer;an hacernos trabajar m;s. Entre nuestros zares hab;an m;s que todo alemanes. Y, posiblemente, caracter bochornoso del ruso no le gust; a los luteranos, educados en la idea de que Dios es trabajo y orden. Creo que de ellos vino el estereotipo de que el ruso es un perezoso. Gracias a esos alemanes, no nos hicimos m;s disciplinados. Simplemente nos avergonzabamos de nosotros mismos. Apareci; una especie de dualidad en nuestro carater. No queremos ser quienes somos. Queremos vivir como los dem;s. Pero nuestra vida y la vida de la naci;n son un reflejo del car;cter nacional. No se puede ser uno y querer otra cosa. Los puertorrique;os tambi;n son as;. Y como resultado, la misma dualidad.

;Y qu; es lo que realmente queremos? Que nos amen tales cuales somos. En el alma el ruso quiere caos y libertad, y por fuera desea el orden. A los politicos les va bien jugando en esto. Cuando se hablaba del permiso para portar armas, nos hicieron creer que somos unas bestias y que no podr;amos porque nos disparar;amos unos a otros. Y cuando en verdad fue necesario, de nuevo nos hicieron creer que eramos europeos.
;Y qui;nes somos realmente? Una frase de Ch;khov me pareci; especialmente caracteristica para describir a los rusos: "La naturaleza le di; al ruso, una extraordinaria capacidad de creer,  una mente curiosa y el don de razonamiento, pero todo se vuelve cenizas por el descuido, la pereza y los pensamientos irracionales". Muchos piensan de nosotros, y donde nosotros tambi;n piensan, que nos gustar;a vivir bien y como ricos, pero nos da pereza. Yo no estoy de acuerdo. Amamos la libertad, pero ni una vez en toda la historia de Rusia, nos han dado la oportunidad de sentirnos due;os de nuestra tierra. Nos dicen que somos violentos, que no respetamos los l;mites de los dem;s, que la libertad para nosotros es libertinaje. Bestias hip;critas! Para respetar los l;mites de otras personas, es necesario que la ley la protejamos nosotros mismos. Para ser trabajador de tu tierra, hay que estar seguro de que no te la van a quitar. Nuestro gobierno nunca ha estado apoyado en el pueblo. Solo en su ej;rcito y en los comandos especiales. El gobierno teme de que el pueblo se haga due;o del pa;s. Es mejor que los rusos se hagan holgazanes, a que aprendan a usar su libertad".

A;o 20 ... . Hemisferio occidental El Caribe Puerto Rico.
Durante nueve horas de vuelo, Kostik ienso sobre muchas cosas. La pregunta que lo atormentaba: por qu; era ;l, de la contrainteligencia que hab;a sido expulsado y enviado a esta tarea, recibi; una respuesta. Por supuesto, nadie quer;a arriesgar a los agentes locales por un caso que ten;a pocas posibilidades de ;xito. Si Kostik hubiera fallado, la red local no habr;a sufrido. Tambi;n tuvo la oportunidad de hacer negocios y regresar sin dejar rastro. Incluso si Arsh supiera lo que estaba haciendo en Puerto Rico, eso no afectar;a su trabajo. S;, ;l trabaja para un servicio secreto. S;, ;l est; aqu; en una misi;n. S;, ;l viola la ley de este pa;s. Pero ;l no es un residente. En el peor de los casos, tarde o temprano regresar; a casa y continuar; trabajando. Para un residente, tal falla significar;a el final de una carrera. Y, sin embargo, Kostik estaba molesto porque, debido a algunos juegos internos, lo enviaron a realizar un trabajo inusual para ;l, al que simplemente no estaba preparado.

En el aeropuerto "Fernando Luis Ribas Dominicci", donde Kostik tom; un vuelo interno desde la isla de Culebra, se sent; en el carro que esperaba. Los muchachos decidieron cubrirse y lo llevaron a la isla de Culebra, y no al puerto de Fajardo. Esto fue correcto Kostik estaba muy cansado. Un viaje a Mosc;, luego inmediatamente aqu;, un vuelo largo, un cambio clim;tico. Y era necesario, sin perder tiempo, tambi;n planear sobre el terreno.
- Chicos, ba;;monos al principio si el tiempo sufre un poco, - dijo a la reuni;n.
El oc;ano estaba genial. Locales en esta ;poca del a;o no nadaron. Estaban fr;os. Pero para Kostik despu;s de los inconvenientes del Mar del Norte, parec;a agradable. Los chicos entendieron. Trabajo es trabajo, pero el asunto pueden discutir no solo en apartamentos cargados con postigos cerrados. ;Qu; le impide hacer esto en la playa con una botella de cerveza? Kostik estaba divirti;ndose. Y los chicos sean buenos. Inmediatamente encontraron un lenguaje com;n.
- Te alquilamos un departamento. Pero, si lo desea, puede quedarse en el hotel. Es m;s c;modo all;, pero est;s a la vista. Hay tan pocos rusos aqu; que ser;s recordado.
- El apartamento es muy plano. Siempre puedo mudarme al hotel. ;Hay un acondicionador de aire all;?
- S;, - Ivan se ri;. Ivan era el nombre de uno de la compa. - Simplemente ten cuidado. Solo por aires acondicionados y resfr;an aqui.
Se tumbaron quietos y comenzaron a juntarse solo cuando el sol se hab;a puesto y se oscureci;. En este momento son; el tel;fono de Roman, asi llamado el segundo chico,  .
- Por cierto, - dijo, terminando la conversaci;n. - El cazador y la bestia huyen. Arkady es en el puerto. ;l toma el bote. ;l no regresar; r;pidamente. ;Manejamos hacia ;l? Miras a su apartamiento mientras ;l se va.
Se levantabamos r;pidamente y se marcharon.

El apartamento de Arsh sorprendi; a Kostya. Una bolsa de boxeo, una abundancia de libros, blancos de tiro con firmas.
- ;Est; practicando disparo? - Pregunt; Kostik.
- Y no solo esto. ;l tiene todo bien. Gimnasio, boxeo, tiro.
Se;al; con su dedo al blanco.
- Mira. Son treinta y cinco metros. Casi un resultado campe;n.
- No, no son metros, sino yardas. Pero sigue siendo bueno. Miras la estanter;a. Psicolog;a de mentiras, armas, negociaciones. ;Qu; es esto para el psic;logo familiar? Es por eso que lo hicimos nosotros mismos y realmente no quer;amos hacerlo. No est; claro qui;n es ;l.
Kostik frunci; el ce;o. ;l conoc;a Arsh de manera diferente. En la escuela era bot;nico. Y aqu; tal sorpresa.
Se quedaron un poco m;s en el departamento. Kostik mir; todo. Quer;a entender tanto como fuera posible a aquel con quien una vez hab;a sido amigo. Quer;a saber qui;n era, en qu; estaba interesado, con qu; temas pod;a hablar para acercarse r;pidamente.
- Copie su disco duro, - dijo, notando la computadora y subi;ndose al techo. All; se sent; en un sof; viejo y suave, pero sinti; algo debajo de su trasero, algo en el camino, puso su mano y sac; un cuaderno. EraeldiariodeArsh.

Cap;tulo 3

Diario de Arsh.
"Oda a Puerto Rico”
"Me es extra;o ahora recordar, que pr;cticamente cinco a;os atr;s, cuando vine aqu;, ten;a una opini;n sobre la isla, complementamente distinta a la que tengo ahora. Ahora veo que tenemos mucho en com;n. Rusia no solo es enorme. Tenemos todo: recursos naturales, tierras,  tecnolog;a, educaci;n y armas,  agarrar todo esto para construir el para;so en nuestro pa;s para nosotros. Los puertorrique;os tienen m;s suerte a;n. En esta peque;a isla est;n enterrados tantos tesoros, que ni te imaginas.
El Zool;gico, la Isla de Monas, las arenas blancas de Vieques y negra de Fajardo, la Ruta Panor;mica,  aguas termales en Ba;os de Coamo,  la selva tropical, maravillosos campos de golf, lagunas fosforescentes, el castillo de El Morro y la fortaleza San Cristobal, el viejo San Juan, enormes cuevas, y de hecho Puerto Rico tiene la cadena m;s larga de cuevas en el mundo, as; como la estalagmita m;s grande del mundo, tambi;n plantaciones abandonadas de algod;n, un caf; incre;ble; tabaco, de aqu; llevaron las semillas a Cuba, el radiotelescopio m;s grande del mundo, faros, arrecifes con peces tropicales, las excavaciones de asentamientos indigenas antiguos, la f;brica de ron Bacard; – el ron m;s famoso en el mundo. Casa Blanca, la iglesia m;s antigua en Latinoam;rica, yates, buceo, caza, pesca, playas sin tiburones. Ni siquiera hay animales peligrosos para el hombre. Ni serpientes venenosas, ni ara;as. Yo cre;a que en estos cinco a;os ya hab;a recorrido todo, pero cada vez descubro algo nuevo. Puerto Rico es infinito. ;Y la gente de aqu;! En ellos no hay violencia, son amantes de la libertad, accesibles y no son conflictivos. No en cualquier pa;s puedes ir donde tu vecino, cuando se te acaba la sal. Unas investigaciones afirman, que los puertorrique;os son una de las naciones m;s felices del mundo. Ellos le dieron el mundo Ricky Martin, Benicio del Toro, Tito Trinidad y cinco o seis Miss Universo. Y todo esto est; en una peque;a isla entre las dos Am;ricas, no en un territorio enorme. Solo una tierra m;gica puede dar tales frutos. Y solo la mejor de las naciones puede quedarselo. Adoro este pa;s y a su gente. Incluso estoy avergonzado de que al principio cuando no los comprend;a, me comport; mal con ellos.
Pero al igual que en Rusia, las personas de esta isla que poseen todas estas riquezas, constantemente sienten una inseguridad en su propia grandeza. Por qu;? ;Qu; pasa con nosotros? ;Por qu;, en el fondo del alma, tenemos ese sentimiento incomprensible como humillaci;n o  inseguridad? ;Acaso estas riquezas no muestran que somos los elegidos? ;No muestran que Dios nos escogi; para algo? Para qu;? ;S; para la felicidad de los que viven aqu;! Los puertorrique;os no necesitan preguntar todo el tiempo: ;te gusta Puerto Rico?. No tenemos que caerle bien a todo el mundo. Ya no somos ni;os. Pensemos por nosotros mismos».

Kostik qued; tan impresionado al leer que no se dio cuenta de que hab;a pasado m;s de una hora.
De repente, el tel;fono de Roman volvi; a sonar.
- Eso es todo! Felicidades! - Dijo por tel;fono y se volvi; hacia Kostik con cara alegre. - ;Estaba en el barco! Trajo algunas cosas ;Ahora va aqui! ;Es necesario cogerlo!
- ;Deber;a cogerlo all;!
Kostik se puso de pie. La oportunidad de terminar la operaci;n bellamente y r;pidamente se alz; ante ;l con una alegre anticipaci;n.
- No En el muelle esta guardia. C;maras de vigilancia.
- ;Esperaremos aqu;? - Roman hizo una pregunta que implicaba un desarrollo muy definido de los eventos. Atrapar a Arsh en su casa significaba revelar agentes. Y esto, a su vez, implic; la inevitable liquidaci;n del testigo.
- ;Y por qu;? - Ivan trep; al techo. - La carga esta en su carro. Se estacionar; e ir; a su casa, y nosotros sacaremos la carga del auto y nos iremos.
- Y si la carga no est; en el auto?
- Lo recogeremos ma;ana. Yo supongo que no va a llevarla con ;l, - respondi; Iv;n, y se detuvo callado. Roman lo mir; con reproche. ;Por qu; est; hablando sin pensar?
- El apartamento debajo de nosotros est; vac;o, - dijo Roman. - Podemos esperarlo all;.
- S;. Nos quedaremos abajo, e Ivan estar; afuera. Cuando llegue y se levante, revisar; el autom;vil. Si la carga est; ah;, la tomaremos y nos iremos. Si no, nos levantaremos y hablaremos con ;l aqu; - Kostik habl; r;pidamente y claramente. El plan en su cabeza estaba listo. - Eso es todo. Vamos.

Roman y Kostik se sentaron en el apartamento de abajo y guardaron silencio. Tiempo arrastrado lentamente. Estaban hablando en voz baja.
- ;C;mo llegaste a Puerto Rico?
- Vieques, - respondi; Roman en breve. - Yo trabajo en la oficina de comercios de Portugal. Me gradu; del Departamento de Filolog;a Rumana en la Universidad Estatal de San Petersburgo. Espa;ol, portugu;s. Estudio en el mismo universidad que Arsh. El graduo quatro anos despues de mi. Pero? por la verdad, no lo recuerdo. El fue a la escuela de postgrado. Psic;logo
Kostik ley; los archivos personales de ambos y lo supo.
- Bueno, ;Y c;mo est; Vieques?

- Y, ;qu; le pasar? Los Puertoricones de vez en cuando organizan protestas. Seguimos, pero en realidad la situaci;n no se puede cambiar. Los gringos demasiado lo pagan.
- Es extra;o, - Kostik sab;a que no le digan toda la informaci;n, pero se sorprendi; de que hubiera tan pocos agentes en Puerto Rico. La importancia estrat;gica de esta isla le parec;a un Mosc; subestimado. - Aqu; convergen las formas de comercio legal e ilegal, los turistas adinerados de los EE. UU., de Europa, el establecimiento local a la vista. Cruceros con inspecci;n m;nima. Una mina de oro para inteligencia. Pero somos casi no presentados aqu;.
- Ese es el punto, que todo est; a la vista. Antes por l menos sol;amos tener aqu; el c;nsul honorario. Ella corr;o, hablo, ayudo.
Kostik estaba al tanto de esta historia. Estados Unidos cortado la condici;n de cinco c;nsules honorarios en su territorio. El c;nsul honorario de Rusia en Puerto Rico tambi;n cay; bajo estas sanciones. Y, sin embargo, Kostik no entend;a c;mo Rusia no pod;a ver que la actitud de los puertorrique;os hacia los EE. UU. es una fuente eterna de reclutamiento valioso. Al final, ;l entendi;. Por supuesto! Nadie reclutar; a puertorrique;os de sus hogares. Es m;s f;cil hacerlo donde sea que viajen. En Nueva York, por ejemplo. Hay suficiente agencia all;.
As; que hablaron durante unos veinte minutos. Roman no lo hizo, y no pudo decirle a Kostik, un extra;o para ellos, el verdadero estado de la inteligencia en Puerto Rico. Como en cualquier pa;s tur;stico, el trabajo aqu; fue genial. La llegada de Kostik los distrajo de las acciones que ellos mismos realizaban. La necesidad, de acuerdo con las instrucciones de las autoridades, de ayudar a la enviada desde otro departamento y completar la operaci;n en el menor tiempo posible fue percibida por todos de manera muy negativa. Roman entendi; que, en general, la llegada de Kostik fue el resultado de algunas intrigas encubiertas en Mosc;.
El tel;fono de Roman volvi; a sonar de nuevo. Despu;s de escuchar todo, maldijo.
- ;Cono!
- ;Qu; pasa? - Kostik se levant;.
- El se ha desaparesido. Escapado.
- ;C;mo?
- Ese es el punto, profesionalmente. Salio del tapon y fui. Ivan no pudo alcanzarlo. ;l tambi;n estaba en tr;fico. Cuando pudo salir, ya era demasiado tarde.
Kostik de repente quer;a ir al ba;o. Fue su punto d;bil. Cuando estaba nervioso, los ri;ones comenzaron a trabajar con fuerza y fuerza. Eltratodeellossehueledecat;strofecompleta.

Kostik sali; a la calle y puso su cara a la brisa de la tarde.
- Alguien tiene que quedarse a vigilar la casa, - dijo. - Si el llegara, h;zmelo saber. Haremos todo r;pidamente. Ahora ll;vame a casa. No he dormido por casi un d;a.
En el camino, Kostik pidi; que lo trajeran a la tienda. Quer;a comprar algo para beber, pero Ivan lo tranquiliz;. Ellos ya lo hicieron y lo pusieron en el refrigerador, sixpack de "Corona" y una botella de ron local. "Bien hecho", pens; Kostik. No mir; atentamente a su apartamiento, sino que fue directamente a la ducha. Despu;s de lavar sal de oceano de su piel y no vestirse, saquo una botella de cerveza del refrigerador, tumbo en la cama y comenco a beber lentamente. El alcohol y la fatiga capa tras capa envolvieron su cabeza como algod;n. Quinceminutosdespu;syaestabaprofundamentedormido.

Cap;tulo 4

Diario de Arsh.
"El otro d;a, un cubano conocido m;o, vino a verme con su novia. ;l estudia como yo en la UPR y hace poco me pidi; que participara en la conferencia de su novia. La conferencia fue sobre el desarrollo de la vida en los pa;ses socialistas. Lo ayud; y hoy, en agradecimiento, ella me trajo un pastel. Yo me sorpend;. Definitivamente no esperaba un regalo. Pero el cubano seriamente me dijo: "Nosotros, en nuestra tierra, recibimos todo gratuitamente: medicina, educaci;n, jardines de infantes. Estamos acostumbrados a ayudar al otro de coraz;n. Pero aqu; no es as;.  Aqu; nada es gratis". Yo entend; lo que estaba diciendo. ;Es extra;o que no haya pensado en esto! Nosotros realmente crecimos en un sistema que nos di; un incre;ble sentimiento de protecci;n. Muchos anhelan estos tiempos, pero estoy seguro de que no me hubiese gustado vivir con ese sistema en estos tiempos. Por esta protecci;n pagamos con la represi;n total de la iniciativa personal y la libertad. Para ser honesto, no creo que haya alg;n tipo de mal social que venga del estado.
Nosotros en Rusia muchas veces vimos en el poder, no lo que ayuda a la prosperidad de la gente y el pa;s, sino un sistema de represi;n de nuestra propia gente. Nosotros percibimos el poder como algo ajeno, como algo que no es parte del pueblo. Y la persona que trabaja en el gobierno, para nosotros es como un extra;o. Pushkin dijo que en Rusia solo hay un europeo: el gobierno. No puedo hablar por todos, pero me parece que para el pueblo ruso el mejor gobierno, es el que deje en paz al pueblo, el que deje de arrastrarnos hacia Europa y nosotros nos convertiremos en nuestros propios due;os. Ese modelo de anarquismo, donde hay personas libres que poseen su tierra, que se reunen solo cuando hay que luchar contra el enemigo externo, que una vez fue personificado por el padre Makhno (Padre Makhno - un lider anarkista de los kossaks, su gobierno libre fue eliminado por los rojos), ser;a preferible para nosotros.
S;, no me agrada mucho el gobierno. Como para cualquier ruso, la idea de que algui;n vaya a cortar mi libertad y ponerme reglas , es insoportable. Incluso tenemos un refr;n: "No me digas qu; hacer y no te dir; a d;nde ir". Pero debo admitir que yo personalmente, y nosotros como pueblo, tenemos que aprender a respetar las reglas y los l;mites, y llegar a un acuerdo con las autoridades sobre las reglas y los l;mites que necesitamos y cu;les son inaceptables. Sin esto, nunca romperemos ese c;rculo vicioso, en el que hemos estado durante siglos, o soportando bajo un poder r;gido o barriendo a un poder d;bil.
En el servicio del gobierno, a menudo sucede que una persona tiene que escoger: ser un funcionario o un ser humano? El ministro siempre es un funcionario. Los pol;ticos cambian, pero el funcionario es eterno. Si en una persona gana el ser funcionario, entonces es posible que se repita el holocausto, la esclavitud y todo lo dem;s. Eso es lo que tememos. Cada uno elige. Y todos quieren dinero, quieren comodidad, quieren conservar su lugar de trabajo. Entonces, el funcionario solo tiene una opci;n: servir a las personas o al sistema.
La lucha entre el bien y el mal se da adentro de las personas, en el coraz;n. En cada uno de nuestros corazones. Y donde sea que este la persona, ella decide c;mo comportarse. En cualquier empresa, pa;s, en cualquier sistema y bajo cualquier estructura pol;tica, el funcionario no debe dejar de ser una persona. De lo contrario, llegar; el fin, porque entonces ser; m;s f;cil sacrificar a uno por el bien de los dem;s y entonces, todos nos convertiremos en ese que ser; sacrificado despu;s".

A;o 20 ...  San Juan.
 Todo el tiempo que paso en la casa de los hermanos Arsh se aburri; de tanta ociosidad, que al final no aguant; m;s y llam; a Dima. Dima es uno de los primeros rusos en llegar y quedarse en Puerto Rico. Se convirti; como en el tutor de Arsh. Le ayud; en la universidad, le mostr; la isla, lo present;  a sus amigos del lugar. Motiv; a Arsh a hacer deporte. El mismo Dima en sus tiempos fue campe;n de combate en sambo, es el sistema de lucha mano a mano que se impart;a en Rusia a las fuerzas especiales. Con ;l regularmente entrenaban.
- ;Hola! ;Deber;amos ir en tu hora de almuerzo a ejercitarnos? - Pregunt; Arsh, cuando Dima contest;.
- ;Por qu; no? Ven, - respondi; Dima.
Consciente de la advertencia de Vladimir de no estar solo, Arsh minti;:
- S;, mi auto se averi;. Puedes recogerme? Estoy de visita donde Vladimir.
- Est; bien, - Sin dudar respondi;. – Llegar; dentro de veinticinco minutos.
Incluso vino antes.
- ;Te vas? - Pregunto el padre Andrey sorprendido a Arsh en la salida .
- S;, ir; con Dima al gimnasio. Ya lleg;.
Andrey mir; extra;amente a Arsh, pero no dijo nada. Y solo al salir a la calle con Dima despu;s del entreno, Arsh entendi;, que Andrey le hab;a avisado a Vladimir de su salida. Vladimir estaba sentado frente al club deportivo en su motocicleta y mir; sarc;sticamente a Arsh a trav;s de sus gafas amarillas de motocicleta.
- ;Subete, campe;n! - Dijo, luego se levant; y se acerc; a darles la mano.
Arsh se despidi; de Dima y se subi; a la moto.
- Ahora te llevar; a la playa. Descansa, toma el sol, espera.
- Me gustar;a comer algo, - dijo Arsh.
Se detuvieron en Pollo Tropical y almorzaron.
- Estar; cerca, - dijo Vladimir, dejando a Arsh. - Mira! Sin tonter;as.
Vladimir di; la vuelta y se fue. Arsh se qued; solo. Atraves; el estacionamiento y lleg; a la playa, extendi; una toalla en la sombra de unas palmas y comenz; a esperar.


Cap;tulo 5


La ma;ana no trajo buenas noticias. Y en la tarde, Roman llam; nuevamente y dijo que Arsh estaba en la calle McArtur, tuvo contacto con una persona desconocida y no entr; en la casa, sino que fue a visitar a un sacerdote local de la Iglesia Ortodoxa. ;l no ten;a nada con ;l. Donde tambi;n estaba su auto, era desconocido. Lo que Kostya y todos ellos ten;an m;s miedo de todo, sucedi;. Ellos no sabian donde esta el paquete y Arsh probablemente supo de presencia de ellos y ser;a cauteloso. Kostik era reacio a pronunciar esta palabra incluso a s; mismo, pero estaba claro que hab;a ocurrido una cat;strofe.
Quedaba por usar la opci;n, que desarrollaron en Mosc;. Un encuentro casual con un compa;ero de clase en la playa, tener una charla de coraz;n a corazon en un lugar tranquilo, inyectar un suero de verdad y ... si no hay cuerpo,  no hai investigasion criminal. Un hombre ha desaparecido. Eso pasa... Es por eso que al general le interesaba el tipo de relaci;n que ten;an en la escuela. Queria saber que ellos ya no estaban amigos.
Al contrario de las expectativas de Kostik, los muchachos lo trataron con el debido respeto. Sin desd;n o desprecio oculto, como aquellos que trabajan en el campo ten;an para aquellos que se sientan en ofocinas. Y, sin embargo, Kostik tambien sab;a que en un momento clave solo puede contar con s; mismo. Corre mucho menos que ellos.
Kostik llam; a Roman. Acordaron continuar supervis;ndolo e inform;ndole si Arsh est; solo en la playa, en un bar o en un centro comercial. Pero durante otros dos d;as nunca vieron a Arkady solo. ;l siempre estaba en p;blico. Y solo en el tercer d;a Roman dio el visto bueno. Arkady, despu;s de haber terminado de entrenar en el gimnasio, donde se fue con su amigo, fue solo a la playa p;blica del Escambron. Kostik meti; un ba;ador en la bolsa, una toalla, y salt; fuera del apartamento. Ivan lo llev; a la playa y le mostr; d;nde se encuentra Arkady.

Cap;tulo 6


- ;Arsh! - Kostik no ocult; su sorpresa. - ;T;? No puedo creer!
- ;Kostik? - Arsh tambi;n estaba sorprendido tanto que todas las instrucciones de Vladimir saltaron inmediatamente de su cabeza. - ;Como puede ser que estas aqui?
- De vacaciones. He estado aqu; tres a;os seguidos. ;Y t;?
- Y yo vivo aqu;.
- De veras?
- S;. Fui a la escuela de postgrado. M;s precisamente, quer;a, pero evaluaron bajo mi diploma de Rusia por lo que tuvo que finalisar una maestria primero, y luego comienso estudiarme postgraduado.
- ;Quieres convertirte en profesor?
- No, solo un psic;logo de familia.

Arsh  quer;a preguntar Kostik d;nde el est; trabajando, y qu; esta haciendo, pero de repente record; que en su ;ltima reuni;n hace muchos a;os en Rusia, donde se le hizo esta pregunta, Kostik cierra inmediatamente. Entonces pens; en qu; m;s preguntar, pero Kostik estaba delante de ;l.
- ;Por qu; aqui? No ense;an los psic;logos en Rusia?
- Bueno, accidentalmente llegu; aqu;. Gan; un grant. - Arsh prest; atenci;n al traje del bano de Kostik.
- Escucha, comprate los de tipo local.
- ;Y por qu;?
- Aqu; solo homosexuales vestigan asi. Aqu;, es necesario vestir banadores grandes, como pantalones cortos.
- ;Realmente me importa un carajo c;mo piensan de m;?"
- Te destacas. ;Est;s casado? ;Tienes hijos?
- Tengo esposa e hijos". De acuerdo
- ;Cu;nto?
- ;Esposas? Uno.
- Ni;os.
- Dos.
- ;Y ni;os o ni;as?
- Uno y una.
- ;Y qui;n es mayor?
- La ni;a.
Kostik respondi; asi, que todo el tiempo ten;a que hacer una pregunta aclaratoria.
- ;Cu;ntos a;os tienen?
;Qui;n?
- Los ni;os.
- Mi hija tiene doce a;os. E hijo tiene siete. ;Tienes hijos?
- No
- ;Has venido con tu esposa?
- No Ella tiene vacasiones un poco m;s tarde. Y los ni;os a;n no han comenzado sus vacaciones. ;Est;s casado?

En alguno nivel subconsciente Ar;h entiendo lo extra;o de lo que Kostya entr; sin una familia de vacaciones, pero no se llega a la conciencia.
- No, a;n no me he casado.
- ;Y por qu;?
- ;C;mo te casas, si todo el tiempo vive como turista? - respondi; Arsh, tratando de no tocar el tema de las relaciones con las mujeres. Por un lado, ya estaba cansado de V;sia con su drama. Y por el otro, ;l mismo fue catastr;ficamente desafortunado aqu;, en Puerto Rico con las chicas. Los dos primeros a;os, se avergonz; simplemente porque hablaba mal en espa;ol. Luego, finalmente, comenz; a salir con una chica local y ya estaba pensando en casarse, pero una reuni;n con sus padres se marco fin a su relaci;n. No necesitaban un extranjero sin un futuro definido. Despu;s de este episodio Arsh triste y por mucho tiempo no pudo encontrar una novia. Y s;lo un a;o m;s tarde se comenz; a formar una relaci;n con una negrita de la isla Saint Croix. Sin embargo, ella termin; sus estudios y se fue antes de que esta relaci;n se pusiera seria. Arsh por alguna raz;n a menudo la recordaba. ;l, que vivi; toda su vida en Rusia, y s;lo hab;a visto negros en la televisi;n, ella parec;a una extraterrestre - hermoso, extra;o, misterioso. Y ni la comunicaci;n ni la intimidad con ella podr;an cambiar este sentido. Ella todav;a era algo m;gico para ;l. Adem;s, las mujeres blancas despu;s de ella comenzaron a parecerle poco interesantes.

- ;Y c;mo ganas dinero aqu;? Kostik pregunt;. - ;Beca?
- No. Ganancias casuales. Como traductor. Tengo que obtener permiso para trabajar con una visa de estudiante. Por lo tanto, estoy sobreviviendo, como puedo. Puedes ganar algo, pero no puedes encontrar nada permanente.
- ;Como traductor donde trabaj;?
- Bueno, varias veces en la firma Jimenez Graffam y Lausel. Tienen un contrato para proporcionar asistencia legal a nuestros barcos y marineros. Una vez que el barco encall;, lo traduje por casi dos semanas. Pas; seis meses con ese dinero. Y un d;a, en un barco, el marinero decidi; suicidarse. Algo le pas; a la psique. Tambi;n fue removido del barco aqu;. As; que tambi;n fui a un hospital psiqui;trico todos los d;as durante dos semanas para traducirlo. Ah; es donde las impresiones recogieron. All;, una anciana anormal comenz; a atacar me sexualmente. Las mujeres, cuando se vuelvan locos, comienzan a interesarse por el sexo encreiblemente.
- ;Tienes un trabajo ahora?

Arsh comenz; a hablar mucho. Estaba tan feliz de ver a Kostik que se hab;a olvidado, en su ;ltima reuni;n eran bastante decepcionado con la otra. Arsh, como ahora, yo era entonces feliz de encontrarse con un amigo de la escuela a la que estaban juntos todo el tiempo, escrib;a poes;a, bebi;, corri; detr;s de las chicas y en busca de aventura. Pero Kostya estaba reservado y todas las preguntas Arsha, en el que trabaja respondi;: "Yo como mi pedazo de pastel." La conversaci;n sobre las almas en ese momento no sucedi;. La franqueza que deber;an haber existido entre los verdaderos amigos en su juventud no ol;an a ellos. Luego se separaron con frialdad y Arsh intent; recordar esa reuni;n sobre Kostya.

Cap;tulo 7

Vladimir advirti; a Arsh que "ellos" inic;an en contacto con ;l, tan pronto como se causa una situaci;n c;moda. Vladimir incluso indicaro espec;ficamente que Arsh podria encontrar alg;n viejo conocido. Como m;nimo, tendr;n alg;n tipo de amigos comunes. Pero Arsh no esperaba que fuera Kostik. No sospechaba nada malo, y en general se olvid; de lo que Vladimir le hab;a contado mientras Kostik no lo invitaba a su casa persistentemente. Su conversaci;n fue tan divertida e interesante que Arsh no se dio cuenta de c;mo pas; el tiempo. De repente se dio cuenta de que Vladimir, que hab;a prometido esperarlo y ver las circunstancias, lo estaba esperando en el autom;vil durante casi una hora.
- ;Qu; vamos a hacer en tu ligar?
- Debo cambiar mi ripa, y sentar;mos ablando, - insisti; Kostik.
- A mi me est;n esperando. Tengo mucho que hacer por la tarde.  Yo vivo aqu;, y no descanso, - exclam; Arsh, inventando la mentira conveniente.
- Pa'l carajo las cosas! ;Cu;ndo m;s se encontrar;n?
El mismo Kostik estaba sorprendido por el cambio que hab;a ocurrido con Arsh, quien hab;a pasado de ser un ni;o fr;gil a ser un hombre grande para la reuni;n, y no hab;a prestado atenci;n al hecho de que Arsh tercamente se negaba a ir a ninguna parte. Kostik continu; buscando opciones para convencerlo. Por lo tanto, no se dio cuenta de c;mo un anciano delgado vestido con cubanita, pantalones cortos y zapatillas se les acerc;.

- Arsh, ;lo olvidaste? ;bamos a ir hoy. Te esper;, y luego Dima dijo que estabas aqu;.
";A d;nde?" - quer;a preguntarle a Arsh, pero Vladimir lo golpe;.
- ;Has conocido a un amigo?
- S;. Conoce a Vladimir Nikolaevich. Es ...
- Kostik. Un compa;ero de clase de Arsh. Accidentalmente conocido. Vine aqu; de vacaciones. Y tal sorpresa!
- Ah! Entonces, ;est;s de vacaciones? Solo o con tu familia?
- Uno. La familia no vol;. No dieron vacaciones a mi esposa, mis hijos esta en la escuela, respondi; Kostik.
- Bueno, ya que eres libre, - confirm; Vladimir. - Te llevamos con nosotros. No hay necesidad de cambiarte. Vamos.
- ;Por qu; tan pronto? - Intent; recuperar a Kostya, pero Vladimir, sin escuchar, recogi; las cosas de Arsh en una bolsa.
Todo sali; mal seg;n lo planeado. Pero Kostik no pudo hacer nada al respecto.
- Tengo que irme a casa, - dijo.
- ;Entonces no te detuviste en el hotel! - Vladimir estaba sorprendido. - ;C;mo es eso?
- No me gustan los hoteles. Alquil; un departamento, - contest; ya en movimiento porque Arsh y Vladimir simplemente se levantaron y se fueron.
- Es muy interesante. ;Y d;nde vives?
- En Santurse.
- Oh! Est; en camino, - dijo Vladimir. - Por cierto, llevar;s tu auto all;, y ya ha pasado el cuarto d;a sin el due;o, continu;, refiri;ndose a Arsh.
Cuando Kostik se enter; del autom;vil de Arsh, decidi; que era imposible perder esa oportunidad y decidi; irse.

Ivan estaba sentado en el carro en el estacionamiento de la playa Escambron. Desde all;, dos figuras en la distancia eran claramente visibles para ;l. El estacionamiento estaba casi vac;o. Un anciano, similar a un jubilado estadounidense, vino vestido en Cubanita. El aparc; tan ruidosamente que Iv;n sonri;. El anciano baj; del auto y se dirigi; al bar detr;s de la colina. Regres; de all;, sosteniendo una botella de cerveza y un pastel. Abri; el ba;l, sac; la bomba y comenz; a bombear la rueda desde el otro lado. Luego sac; una lata pl;stica de agua del ba;l y se enjuag; las manos lentamente. Luego comenz; a cavar en el ba;l, sacando algunos paquetes, una toalla y una silla plegable. Rebusc; durante veinte minutos y luego volvi; al bar. Despu;s de un tiempo, Iv;n not; que se hab;a acercado a Arsh y Kostik. Luego todos fueron juntos al auto. Ivan quer;a llamar, pero descubri; que faltaba la red. Ivan no sab;a que Vladimir encendi; mudo de radio signal en su autom;vil. Ivan se qued; mirando. La trinidad subi; al auto del anciano hablando incesantemente de algo y sali; del estacionamiento. Iv;n fue tras ellos, pero en el camino a la avenida Luis Munos Rivera, un jeep condujo hasta el carril contrario y bloque; completamente su camino. Iv;n hizo una se;al furiosa, pero el autom;vil no se movi;, y un franc;s sali; de ;l y comenz; a balbucear a su manera. Iv;n regres; para rodearlo, pero el franc;s, que se hab;a torcido un dedo en la sien, subi; al autom;vil y comenz; a girar para bloquearle nuevamente el camino. Ivan maldicho, pero no hizo nada. Ten;a que esperar a que el maldito franc;s se fuera. El franc;s no parec;a saber c;mo operar su autom;vil en absoluto. Al final, se dio la vuelta y se par; frente a la encrucijada exactamente donde Ivan ten;a que ir. La luz roja se incendi;.

En el camino, Vladimir no le dio un descanso a Kostya y lo bombarde; con preguntas, chistes y varias historias divertidas sobre Arsh. Condujeron por Santurce, Ocean Park y se dirigieron a Pinones
- Te invitar; a una bebida que solo cinco personas rusas en el mundo podr;an probar. Este es Pitorro. ;Trat; de pitorro?
- No
- Oh! Es una cancion! Arsh lo intent; la ;ltima vez en la boda y empezo sin acento cantar con los locales: ;Cortaron la Elena! ;Cortaron la Elena! ;Recuerdas?
- Por supuesto! Kostya, quedar;s impresionado. Esto es hecho localmente de ca;as, y luego en frutas frescas.
- Y t;, Vladimir, ;d;nde lo conseguiste?
- Entonces no soy t;, no soy un habitante de la ciudad. Es necesario conocer gente en el pueblo.
 - ;Sabes qu; tipo de personas hay en el interior de la isla? Milagro! Ellos son milagro. Son pobres, pero notable. Prefiero ser amigo de los pobres aqu;. Los ricos son iguales en todas partes. ;Eres de una familia rica?
- En realidad no, - minti; Kostik. Ciertamente creci; sin lujo, y de verdad qu; lujo podr;a haber en la URSS, pero su padre consigui; un buen apartamiento de gobierno, un autom;vil, una muy buena pensi;n, que la madre recibi; toda su vida despu;s de la muerte de su padre. En general, no necesitaba nada.
- Y yo soy de los pobres. Y ;l siempre am; a los pobres. Incluso cuando comenz; a ganar, todav;a compart;a. No necesito mucho. Hay tabaco, hay pan. Vivo y no me quejo.
- ;Tienes una familia? - Pregunt; Kostik.
- Estuve casado cinco veces, - respondi; Vladimir y se ri;. Hay suficientes ni;os Pero todos son independientes. Por cierto, la gente local aqu; tiene muchos hijos. Bien. Me encanta cuando las familias son grandes.
;Y tambien pobres?
- Aqu; y los ricos tienen muchos ni;os. ;C;mo eso esta en Rusia ahora? Muchos ninos tienen?
Entonces, sin dejar que la conversaci;n cesara por un minuto, manejaron a trav;s de Isla Verde y saltaron a la carretera.
- ;A d;nde vamos? - Preocupo Kostik, cuando la ciudad de repente termin;.
- Ya llegamos. Hay un pueblo detr;s de esos ;rboles. Tengo una casita all;.

Arsh se sent; en el auto y silenciosamente perplejo. ;Qu; casita? ;Y por qu; Vladimir dijo que Arsh dej; su auto all;? ;Es realmente Kostik? ;Vladimir plane; todo esto para verificarlo?
- ;D;nde est; tu auto? - pregunt; Kostik, cuando se acercaron a una peque;a choza, hecha de tablas y madera contrachapada, que se vea abandonada.
- Ah ... all;. Se fue del bar, - contest; Arsh confundido.
- Vamos, ;lo mostrar;s? Me pregunto qu; carro tienes.
- ;Todo despues! - Vladimir intervino. - Kostik, ;por qu; est;s de pie? Toma las bolsas del ba;l. Ay;dame a traerte esto. No seas t;mido.
- Tengo que llamar, - dijo Kostik, llevando las bolsas a la casa.
- Ya ahora llamar;s. ;Y a qui;n est;s llamando aqu;? - pregunt; Vladimir.
Kostik se dio cuenta de que hab;a dicho demasiado y fingi; no haber o;do.
- ;Qui;n va a llamar? - Pregunt; Arsh. - A Rusia?
- S;, - minti; Kostik.
- Ahora es la cuarta hora de la noche.
- Oh, ;s;? Bueno, est; bien. - Eso era todo lo que podria responder Kostya.
- Entonces, - dijo Vladimir, cuando entraron a la casa. - Ahora vamos a beber. Y luego vamos al bar local. Arsh, tu ll;vara nos a casa. Entonces no exageres demasiado. Aqu; ves. Una bebida preciosa.
Sac; del armario una enorme botella en la que flotaban dulces de color naranja y mango sobre el l;quido oscuro. Sac; las copas. ;l derram; vasos y los dio a todos.

- ;El primero para la reuni;n hasta el final! Y luego veremos.
Vladimir y Arsh bebieron y pusieron los vasos sobre la mesa. Kostik olfate; el l;quido e hizo un peque;o sorbo de desconfianza. A ;l le gustaba la humedad. Jarabe frutal escaldante con sabor a humo. Termin; su bebida. El olor a humo del cristal se hizo visible de repente. Nad; ante los ojos de Kostya y de repente se sinti; tan bien, tan insoportablemente feliz que Kostik se elev; por el techo hacia el negro cielo del sur y comenz; a correr entre las estrellas. Los bes; dici;ndoles a todos: ";Te amo! Te amo! Te amo! ;Vivir; contigo aqu;, en esta altura y brillo desde arriba, como t;!"

Cap;tulo 8

- ;Qu; est;s esperando all;? Saque a todos de las bolsas r;pidamente sobre la mesa. - Vladimir estaba reunido, pero sonriendo. - Aqu;, toma un tr;pode y exti;ndelo.
Arsh obedientemente comenz; a desmontar el tr;pode, tratando de no prestar atenci;n a Kostya, que estaba tendido sobre el piso cerca de la mesa y inconsciente. Vladimir cuidadosamente puso a Kostik de costado, sac; su tel;fono del bolsillo y lo dej; sobre la mesa. De repente, se escuch; un ruido de neum;ticos y en unos segundos entraron dos m;s en la casa. Uno, a pesar del calor, estaba vestido con una chaqueta ligera.
- You will meet each other later, - dijo Vladimir en ingl;s. Put him on the bed.
Arsh y el que tom; la chaqueta agarraron Kostik  por los brazos y las piernas,  lo llevadan a la habitaci;n y se puso en la cama.
- Come here, - llam; Vladimir de nuevo, y agit; su mano hacia Arsh. - Deja el tel;fono aqu; o saca la bater;a. Arsh tom; el tel;fono para sacar la bater;a y vio que la red no estaba all;.
- Y no hay una red aqu;.
- No es una red, pero tengo un jammer en mi auto, pero tiene un radio peque;o. Por lo tanto, es mejor sacar la bater;a despu;s de todo.
Salieron de la casa. Vladimir sac; su terrible pipa, la llen; lentamente y la encendi;. Luego se alej; de la casa unos pasos m;s. Arsh lo sigui;.
- ;Qu; le diste? - Pregunt; Arsh.
- No soy qu;mico. No lo se. La tableta n;mero uno y Kostik volaron al espacio. Ahora da una pildora n;mero dos, y ;l comenzar; a copular con todo lo que ve. Luego una tableta n;mero tres y despu;s de un tiempo ;l contar; todo lo que sabe sobre s; mismo, sobre usted, sobre por qu; est; aqu;. Y luego duerme otra vez, y cuando se despierte no recordar; nada. Pero lo escribiremos y se lo mostraremos. Y le haremos una oferta ventajosa.
- ;Y si no es ;l?
- ;l.
- ;C;mo lo sabes?

- Como? Yo no creo en los milagros. Accidentalmente conociste a un hombre de Rusia, su viejo amigo, en la playa, donde los turistas no van, que alquil; un apartamento, y no se detuvo en el hotel y se fue a descansar sin su esposa e hijos en la isla, donde en la historia de los turistas rusos hab;a cinco personas. ;Y antes de que este ucranio de la prisi;n federal le pida que recoja la carga que va a Rusia? Y esta carga no es algo, ;pero un bloque con microesquemas?
- S;. La coincidencia no se puede llamar.
- Exactamente.
Se quedaron un poco m;s. Los estragos y gemidos salieron de la caba;a.
- ;Tableta n;mero dos?
- S;.
- ;Cu;nto tiempo estar;n all; ...? - Arsh supuso qui;n era ese segundo, vestido como un maricon de ojos grasientos.
- No mucho, - dijo Vladimir. - quando grabaran lo suficiente, eso es todo. -  Hizo una pausa. - Aunque no te aconsejar;a que veas todo esto.
Todo parec;a un sue;o para Arsh . Un sueno terrible e interesante. ;l quer;a verlo terminado.
- Ya lo ver;, - dijo.
- Bueno, entonces. Mira. Espero que no necesites decir que contar lo que ves y, en general, lo que ya sucedi; puede ser mortal.
- No es necesario. No quiero estar en lugar de Kostik.
- S;, esto es correcto.
La puerta de la caba;a se abri;, y el tipo de la chaqueta les salud; con mano. Regresaron a la casa. Kostik estaba sentado en la cama, completamente desnudo. Sus ojos eran como vidrio. El tipo que Arsh pens; era gay estaba vestido. Vladimir mir; al hombre de la chaqueta y sac; al tipo de la casa.
- Hola! - Dijo Vladimir. - ;Qu; tipo de paquete necesita recibir del barco "La Familia"?
Kostik volvi; la cabeza hacia Vladimir.
- Esto es parte de la unidad de control del misil X51A.
- ;D;nde trabajas?
- En la Flota del Norte.
- ;Qu; est;s haciendo?
- Estamos desarrollando software para equipos militares.
- ;Qu;?
- Sistemas operativos.
- Y aqu;, ;c;mo salieron?
- Por orden del general Pervushin.
- ;FSB?
- S;.
- ;Y qu; lugar ocupas en esta organizaci;n?
- Control de fuga de informaci;n.
- ;C;mo quieres obtener un bloque de un cohete?
- me estoy enga;ando Arsh, tratando de averiguar sobre el bloque y tomarlo.
- ;Y luego que va a hacr con Arsh?
- En las circunstancias en que ;l mismo subi; al barco ... Enjuague y se ahogue mientras no revela el agente.
;Como?
- Hay un yate en Fajardo. Navegaremos hacia el Atl;ntico y tiraremos el cuerpo.
- ;Time! - Dijo el hombre de la chaqueta. Arsh no se dio cuenta de c;mo el regres;.
- ;Cu;l es el secreto m;s importante en tu trabajo?
- Ellos mismos sofware y d;nde los fijaremos.
- ;Y d;nde?
- S-300, S-400, S-500 y todos los misiles bal;sticos basados en la flota. Otros sat;lites de comunicaci;n en parte con nuestro ... con nuestro ..., - Kostik cerr; los ojos y se dej; caer en la cama.
- Enough? - Pregunt; el hombre de la chaqueta.
- Not really for us, - respondi; Vladimir. - Enough for him though. Well guys, thank you. God job! Jean-Paul meet Arsh, Arsh meet Jean-Paul. Send your guy out and come back. We’ll wake this man up. (Suficiente para ;l sin embargo. Bueno muchachos, gracias. ;Dios trabajo! Jean-Paul conoce a Arsh, Arsh conoce a Jean-Paul. Env;a a tu chico y vuelve. Despertaremosaestehombre.)

Jean-Paul se fue. Arsh lo escuch; irse. Kostik estaba dormido.
- ;Cu;nto tiempo dormir; as;?
- Alrededor de dos horas. Pero no le daremos tanto. - Vladimir encendi; la computadora e insert; en ella una tarjeta de memoria de la c;mara. Aparentemente, copiado.
- No tenemos tiempo. No tenemos tiempo para nada. Y tan mucho debemos hacernos.
Vladimir Se dirigi; a Kostik, que yac;a completamente desnudo en la cama, lo gir; de costado, coloc; una silla junto a ;l en la cama y luego le dio la espalda a Kostya. Result; que Kostik estaba sentado en una silla, solo tumbado. Vladimir sac; una cuerda delgada y comenz; a atar cuidadosamente la pierna de Kostik a la pata de la silla. ;l tambi;n hizo la otra pierna, luego volvi; a Kostya y tom; su mano derecha.
- Bueno, ay;dame a dejarlo.
Junto con Arsh han puesto a Kostika junto con una silla en el piso. Kostik no se despert;.
- A;n as;, de alguna manera es repugnante y desagradable. Me siento como un ternero, que se alimentan por tener carne.
- ;Es desagradable escuchar que ibas a ahogarte? En el mundo, siempre es as;. Eres un ternero que se cultiva para la carne o el orde;o, o un bastardo que trabaja en una granja. Cualquier gran cantidad de dinero en el mundo se paga solo por el trabajo de bast.
- ;Es por eso que amas a los pobres?
- S;. No soy un socialista. Solo s; c;mo funciona todo.
- T; mismo trabajas en este sistema.
- Yo trabaj;. Quando los tiempos eran diferente. Y yo era diferente. No entend; mucho.
- Y ahora?
- Ahora estoy jubilado. Analizando Lo recuerdo. Ya sabes, el comunismo es solo un sistema de gesti;n. En Am;rica, todo el mundo quiere ser rico y la gente como un reba;o de ovejas lidera bajo esta bandera. En la URSS, todos quer;an vivir sin los pobres, al igual que las ovejas pasaban bajo una bandera diferente. Pero a;n as;, como ovejas. Y todav;a no hab;a libertad. Y la democracia es un cuento de hadas como el comunismo. Para ni;os. La familia, la honestidad y la decencia son valores reales, no comunismo o democracia. Ahora, bajo el pretexto de la igualdad, a las mujeres se les ense;a que un abogado especializado en derechos del ni;o las proteger; mejor que el padre del ni;o. Y durante todo el camino las ovejas comenzaron a divorciarse y solicitaron una pensi;n alimenticia.

Arsh record; la historia de la Segunda Guerra Mundial, Diez  nazis con ametralladoras separaron a los hombres de las mujeres con ni;os. Un hombre que no tiene a nadie a quien defenderse se vuelve obediente. Y a las mujeres les dispararon con ni;os. Entonces 10 personas pudieron destruir la aldea donde viv;an medio mil personas. "Ahora todo es lo mismo", pens; Arsh. "Simplemente dividen a hombres y mujeres con ni;os a trav;s de leyes, abogados y jueces". La mujer no comprende cu;n rid;culo es, pero cree que un abogado proteger; a sus hijos mejor que su propio padre ". Arsh se sentii; amargo. "Y sin embargo, los puertorrique;os no son tan est;pidos como piensan en una casa blanca". Saben que toda la familia es m;s importante que la madre con el ni;o y la pensi;n alimenticia. No son estadounidensas con sus valores imbeciles.

- ;Quieres un poco de caf;? - Vladimir distrajo su reflexion.
- S;.
- Aqu; est; la cafetera. Agua El caf; est; en alg;n lugar del estante. Prapara lo m;s fuerte para todos.
De nuevo, se escuch; el ruido de las ruedas y un minuto despu;s apareci; Jean-Paul.
- ;How is he? - ;l pregunt;.
-  contest; Vladimir.
Jean-Paul mir; el hueso atado.
- ;Le r;veiller? (;despertarlo?)
- Give him some time.
Vladimir movi; la mesa y el tr;pode con la c;mara. Se movi; la computadora port;til para que el monitor se desplegara en Kostya y mir; a Arsh.
- Vamos a tomar un caf;.
Arsh se sirvi; un paquete de caf; local y muy bueno, Yaucono, que se compraba para si mismo. A veces compraba Crema o Pilon, pero a;n as; regresaba a Yaucono. El cuchar;n era grande y el agua hervida lentamente.
Vladimir mostro a Jean-Paul con la mano que debe despertar a Kostya. Jean-Paul sac; una jeringa y le dio una inyecci;n. Kostik se movi;, abri; los ojos y los mir; lentamente con una mirada aleccionadora. De repente, comenz; a temblar, aunque la caba;a estaba bastante caliente.
- Mmm, - murmur;. - Maldici;n.
- Dale un poco de caf;, - dijo Vladimir.
Arsh coloc; una jarra delante de ;l. Con una mano libre, izquierda, Kostik tom; la taza, pero despu;s de tomar un peque;o sorbo, hizo una mueca y puso la taza sobre la mesa. Era evidente que era muy l;gubre.
- Esperaremos, - dijo Vladimir. Tom; un cuchar;n, se sirvi; una taza de caf; y se sent; en la mesa de lado a lado de Kostya. Se miraron el uno al otro.
- ;Qu; est; pasando? - Pregunt; Kostik.
Vladimir guard; silencio y bebi; caf;. Arsh tambi;n se sirvi; una taza y se detuvo junto a una peque;a estufa de gas port;til. Fue dif;cil para ;l mirar a Kostik.
- Quer;as obtener una unidad de control del cohete, - dijo Vladimir. - Aqu; est;.
;l puso el paquete sobre la mesa. Kostik estaba en silencio. Vladimir bebi; un sorbo de caf;, luego volvi; a llenar su pipa y la encendi;. Parec;a que el ha olvidado sobre Kostik.
- ;Qu; tu quieres? - Kostik pregunt;.
- Quiero mostrarte un video interesante.
Vladimir presion; la tecla en la computadora port;til y Arsh escuch; los sonidos de las relaciones sexuales. Unos minutos m;s tarde fue la grabaci;n del interrogatorio de Kostik.


En palabras "todos misiles bal;sticos basados" Vladimir interrumpi; el video y dijo:
- Bueno, y as; pa'lante. Como sabes, dijiste lo suficiente. Traici;n, traici;n a su esposa, cruce ilegal de fronteras, espionaje, preparaci;n de asesinatos. Ahora te espera mucho tiempo en carcel aqui, y luego toda la vida all;. Adi;s a la familia, a los ni;os, a la Patria. ;Te imaginas si tu hija ver; tus juegos sexuales? Ves? Tu perdiste todo.
- ;Por qu; me est;s diciendo esto?
- Quiero salvarte.
- S;, lo puedo ver.
- Kostik. Eres una persona razonable, y entiendes c;mo est; todo arreglado. Tienes la oportunidad de regresar a casa con la tarea completada, recibir un bono o incluso un aumento. Y para seguir viviendo, como si nada hubiera sucedido. ;Me dices si lo quieres o no?
- ;Tengo una opci;n?
- Bueno, como oficial, siempre puedes salvar tu honor y dispararte a ti mismo. Simplemente no lo hagas enseguida. C;lmate, pondera todo pro y contra y luego decide. Tienes una cruz en el pecho, entonces eres un creyente?
- S;.
- Ya veo, ya veo, - Vladimir apenas ocult; una sonrisa. - Escuch; un dicho:
Es eso un agente malo que solo trabaja para un pais? Bueno, ;c;mo es? ;Qu; dices? ;Cooperaremos?
- ;Por qu; est;s preguntando?
- Quiero claridad. Entonces, ;s; o no? - La voz de Vladimir de repente se volvi; helada.
Kostik baj; la cabeza y respondi; en voz baja.
- No puedo o;rte, - dijo Vladimir en voz alta
- ;S;!
- Eso est; bien. Comprender;s que hiciste lo correcto luego. Cr;ame. Necesitas criar a tus hijas, ver a tus nietos. Familia: eso es lo que importa. Y a escala global, su acto es una gota en el oc;ano. Siempre hubo filtraciones de informaci;n. Y no pas; nada. Toma un caf;. Va a sentirte mejor.
Kostik nuevamente tom; la taza y comenz; a beber.
- Y ahora - Vladimir se puso de pie, se puso las esposas Kostik, desat; su mano derecha y meti; una s;bana y un bol;grafo delante de ;l. -Usted escribe la declaraci;n. Yo, el nombre completo, el rango en la flota, el rango en el FSB, la publicaci;n, y de vez en cuando, acepto voluntariamente transferir informaci;n sobre el trabajo, bueno, etc. en forma libre, pero con el mayor detalle. Entonces no tienes que volver a escribir.
- Jean-Paul, m;ralo. Y nos vamos a dar un paseo con Arsh, - dijo Vladimir a Jean-Paul. - Arsh, toma el caf;, vamos al porche.
Ellos se fueron. Arsh estaba junto a Vladimir, bebi; caf; y no entendi; si so;; con todo o no.

- Bueno, has tenido la oportunidad de asistir con un reclutamiento real, - dijo Vladimir. En las novelas escriben que las personas mismas comienzan a cooperar con la inteligencia del enemigo. Pero en la vida solo puedes creer en evidencia comprometedora. Por lo tanto, s; honesto y puro.
- Lo intentar;.
- De acuerdo. Todav;a tenemos mucho trabajo por hacer. ;Hambriento?
- S;
- Hay una cantidad de empanadillas muy buenas en el bar cerca de aqui. Comprelos para todos.
Arsh camin; silenciosamente hacia la carretera. ;l no se apresur;. No quer;a ver a Kostya ni a Vladimir. En la vida, todo result; de manera diferente que en las historias de Vladimir.

Arsh record; la historia que Vladimir estaba contando. Los analistas del departamento de Mosc; de la CIA, basados en el an;lisis de la prensa, a menudo son mejores que los agentes para extraer cierta informaci;n de fuentes abiertas. Pero el analista simplemente recibi; un salario, y los agentes recibieron dinero para pagar informaci;n valiosa con sus contactos. Luego, los analistas inventaron un informante inexistente que supuestamente les dio informaci;n por dinero. Los analistas fueron buenos. La informaci;n que proporcionaron era cierta y el liderazgo durante a;os les pag; a un informante inexistente. La historia fue hermosa. Pero aqu; en la vida todo era desagradable.

Arsh compro cerveza y empanadilla. bebo i como lentamente para tener tiempo a piensar i calmar. ;l se quedaria asi poco mas, pero los mosquitos  lo hicieron. Tom; tres botellas m;s de "Medalla", tres empanadillas y lentamente la sigui;. Jean-Paul estaba sentado en el umbral y tocaba el tel;fono.
- ;Quieres cerveza?,  Pregunt; Arsh en espa;ol. - Y tambien tengo comida.
- Gracias, - Jean-Paul tom; la botella. - ;Esto es para tu amigo?
- S;, - dijo Arsh.
- El no puede beber ahora.
Arsh pens; y comenz; a beber cerveza, que compr; para Kostik.
Desde la caba;a llegaron las voces apagadas de Kostik y Vladimir, pero era imposible entender lo que se dec;a. Despu;s de media hora se abri; la puerta y Vladimir llam; a Jean-Paul a la casa. Arsh permaneci; en el umbral. Unos minutos m;s tarde trajeron a Kostya, ya vestido, pero esposado y se dirigi; al autom;vil.
- Ahora tomaremos a nuestro nuevo amigo mutuo, y luego un poco m;s  todos son gratuitos, - dijo Vladimir en espa;ol. Todos subieron al auto junto con Jean-Paul. Kostik estaba sentado con Jean-Paul por detr;s, y Vladimir estaba sentado detr;s del volante.
- Te compr; una cerveza y un pan, - dijo Arsh.
- Gracias, - dijo Vladimir, volte;ndose y tomando cerveza y empanadilla, inmediatamente lo puso en la guantera. - ;Sabes qu;? Subete al carro de Jean-Paul y s;guenos. Arsh obedeci;.

Cap;tulo 9

En la Avenida Ashvord, Vladimir se detuvo de repente y, d;ndose la vuelta, se quit; las esposas de Kostik.
Jean-Paul sali; del auto, liberando a Kostya y fue a Arsh. Arsh se dio cuenta de que necesitaba subir al carro de Vladimir.
- Ahora iremos al centro franc;s por un minuto, - dijo Vladimir, cuando Arsh se acerc; a ;l.
- ;Me llevar;s a casa? Tengo algo que llevar.
-No. Seg;n la leyenda, para tu amigo de la infancia es necesario que regrese a casa en su autom;vil. Te llevar; a Liosha. Toma el auto y va. Solo. Jean-Paul est;ra serco de tu casa vigilando. Para que puedas ir tranquilo.
Llegaron al centro franc;s. Vladimir no se qued; all; por mucho tiempo. Luego ellos guian a Liosha. Liosha estaba en casa. Result; que Vladimir lo pidi; esperar por adelantado. Arsh entendi; esto cuando Liosha, en lugar de saludar, dijo:
- Les espere mucho.
- No quejas, - respondi; Vladimir. - Aqu; est; tu Calvados.
Les trajo a Liosha una botella de Calvados del centro franc;s. Era una excusa para detenerse all; y dejar registros de interrogatorios all;. Arsh se dio cuenta de que la botella estaba en el auto desde el principio. Cuando Arsh sali; del garaje subterr;neo y lleg; al nivel del autom;vil de Vladimir, se fueron y se dieron la mano. De repente, Arsh se dio cuenta de lo agotado que estaba Vladimir. Antes de ;l no era un valiente anciano, sino un viejo demacrado y decr;pito, y solo sus ojos azules brillaban, como siempre. Arsh solo se dio cuenta de los nervios y las tensiones de voluntad que necesitaba para divertirse bromeando en el coche con Kostik, para pensar e implementar todos los detalles de la operaci;n y llevarla hasta el final.
- Bueno. Ahora es todo? ;O una nueva ronda del juego? Arsh pregunt; con una amarga sonrisa.
- El juego nunca termina, - dijo Vladimir.
- Bueno, ahora tienes informasion importante. ;Lo vender;s?
- No lo s;, - sonri; Vladimir. - Realmente no lo s;.
Estuvieron en silencio por unos segundos.
- Vladimir Nikolaevich, - dijo Arsh. - Gracias por todo.
- Ve, - respondi; Vladimir y se fue.
Arsh subi; al autom;vil y se dirigi; al Viejo San Juan. Entr; en la casa, tom; un cepillo de dientes y un diario y fue otra vez a Liosha. ;l no quer;a estar solo.

Diario de Arsh.
"Ayer, iba de camino a la casa de los hermanos y pase de visita por donde unos conocidos. Uno de ellos es de Israel y tiene una tienda de recuerdos, y el otro tiene una tienda de bolsos de cuero. Sus tiendas se encuentran una frente a la otra en la calle San Francisco, en el viejo San Juan. Los conoc; cuando trabajaba como vendedor en una tienda cercana. Primero conoc; a Samir, un ;rabe de Siria. Hablamos. Samir vino aqu; hace mucho tiempo y ya trajo a toda su familia. Cuando le pregunt; por qu; se hab;a venido aqu;, ;l respondi; brevemente: "Por los malditos jud;os". Y al d;a siguiente vino Samuel, un Israelita. Al pregunt;rle c;mo lleg; a Puerto Rico, me respondi;: "Por los malditos ;rabes". Pero aqu; Samir y Samuel son amigos. Es muy interesante que estando en el extranjero se hagan amigos. Hinduses y paquistan;es, rusos y ucranianos, serbios y croatas: en sus pa;ses ellos pelean, pero aqu; se convierten en hermanos. Todo esto me recuerda el comportamiento de los ni;os que comparten un juguete en lugar de jugar juntos.
Nosotros hablamos sobre la vida. No les interesa tanto Puerto Rico. Su preocupaci;n son los turistas gringos ricos. La tienda donde trabaj; quebr; y cerr;. La due;a se cas;. Como Samuel dijo, ella se acerc; y  dijo: "Si no me caso ahora, no me casar; nunca". Nos re;mos. ";Por qu; no te casaste con ella? Est;s soltero.  Yo ya tendr;a dos tiendas ". Samuel se ri;. "Tengo suficientes problemas con una tienda", dijo. "No quiero casarme con una puertorrique;a. Aqu;, las mujeres han aprendido muy bien de los gringos, c;mo dividir las propiedades en el divorcio. Es peligroso casarse. El divorcio es m;s rentable que el matrimonio ".
Otra vez la misma historia. Dividir.


Cap;tulo 10

Volviendo a Liosha, Arsh encontro a V;sia all;. V;sia estaba bebiendo y anhelando. Liosha ya estaba cansado de  su lloriqueo y estaba contento de que ahora Arsh lo escuchara.
- Estoy durmiendo, muchachos". Ir; a la UPR ma;ana, - dijo y se fue a su habitaci;n.
Arsh estaba en tal condici;n que pod;a escuchar cualquier cosa, solo para distraerse de los recuerdos del d;a.
- Entiende, le dije a Liosha, - V;sia inmediatamente se comienso su "cancion". - Bueno, ;c;mo los entiendes? ;Por qu; no siempre es suficiente para ellas?
- Es naturaleza. No la aceptar;s, no necesitar; nada de ti, - dijo Arsh con irritaci;n. - Vete y s; libre.
V;sia se ofendi;.
- ;Y qu; deber;a hacer con esta libertad?
- Toma un ejemplo de Liosha. El est; solo, tambi;n, pero no desanimado. La casa de el se ha llevado a su ex, y ;l compr; un  nuevo apartamento, construye un nuevo nido, ense;a a estudiantes de f;sica y te dio un alberque.
- Y, ;qu; sigue de esto? ;Llegar; la nueva mujer y se llevar; este nido?
- Sabes, conosco una chica de India trabajando con Liosha en la Facultad de F;sica de la Upi. Fui con ella al curso de espa;ol cuando vine y nos conocimos. Y de alguna manera le pregunt; si es cierto que en la India los padres a;n eligen a un c;nyuge para un hijo. Ella dice que s;.
- ;Y qu;?
- Le pregunto, ;pero ella y su esposo tambi;n est;n casados asi? Ella dice que s;. Digo, pero ;c;mo puedes amar y construir relaciones con el que viste en la boda por primera vez? Y ella me dijo, ;sabes lo que dijo?
- ;Qu;?
- ;Es mi ;nico amigo de por vida! ;Entiendes?
- As; que est; en India.
- Entonces esta actitud! Para ti una mujer es que? Me dijiste tantas veces que debe sentir bien con la mujer. Solo ves la fuente de placer en ella. Si tratas a una mujer as;, entonces ella te paga lo mismo. ;Tratas a tus amigos de la misma manera? ;Solo tienes amistad con aquellos que lo benefician?

- Claro que no. ;Y qu; est; mal con el beneficio mutuo? Yo cumpl; con mis deberes.
- En beneficio mutuo, nada est; mal. Pero cuando se tiene una estrecha relaci;n basada en el beneficio mutuo, tan pronto como la pareja va a benificiar m;s si te deja, ;lla lo har; y vaya a otro.
- Pero yo. Yo no la abandon;.
- Pero tu construiste relaciones para obtener ganancias. Cuando ella se aburri; contigo, tu encontre una amante, ;recuerdas?
- Pero no renunci; a mi familia.
- Tu traiciste a tu esposa.
- Pero ella no estaba herida.
- De veras? Ella entero y te fui.
- Es demagogia.
- Bien. Pero el hecho es trato. Tu construe relaciones con fines de lucro, su esposa se fue.
- ;Y en qu; construirlos?
- Sobre la amistad y el amor, en el servicio y el respeto.
- Una mujer no puede hacerlo.
- Conforme a vuestra fe el mar hecho, - dijo Arsh en espanol.
- Cue?
Arsh repetio eso en ruso
- ;Y t; crees eso?
- ;Sabes lo que dijo Leo Tolstoy? Para creer en el bien, debes comenzar a hacerlo. Ya. Quiero dormir
- Bueno, buenas noches, - Vasia finalmente se ofende y cogi; una rebanada de pizza de la placa y meti;ndola en la boca, fue a su habitaci;n.

Al quedarse solo en la sala vac;a, Arsh tom; el cigarro puertorrique;o "Don Bienve" y la encendi;. Amaba los sigaros puertorrique;os porque el tabaco local era m;s suave. Mir; a trav;s de los balcones a la intersecci;n, a la gasolinera, a los carros raros y escuch; la m;sica. En alg;n lugar lejano tocaron mariachi. Arsh realmente quer;a escribir todo lo que le sucedi; en el diario, pero entendi; que era imposible. En cambio, se escribi; a s; mismo inesperadamente:

Diario de Arsh.
"Parece que he perdido la fe en la psicolog;a. Pens; que la psicolog;a une a las personas y las conduce a la felicidad, y aqu; los psic;logos solo tienen dos temas: mujer abusada y ni;o maltratado. El psic;logo se pone al lado del abogado especialista en divorcios y el juez que divide al marido a un lado y la mujer con el ni;o al otro. No quiero ser un tirador nazis, ;l que dispar; de esa manera a toda la aldea bielorrusa. Si conservamos a la familia, entonces el agente social, el abogado y el psic;logo no recibir;n nada  y esto no es rentable para la econom;a. Me ser; imposible encontrar un trabajo aqu;. Estoy del otro lado de las barricadas ".

Arsh se sirvi; en un vaso lo que quedaba de la botella de Dewars, tom; un gran sorbo y esper; a que le llegara el sue;o.

Cap;tulo 11

Por la ma;ana, Arsh se despert; tarde. Hac;a calor. El aire acondicionado en la sala estaba apagado. V;sia estaba sentado frente a la computadora y aburrido solitario.
- Vamos a alg;n lado? - ;l pregunt;.
- Debemos irnos a casa, - dijo Arsh, pasando a la cocina. Les prepar; caf; y le dio a V;sia una taza. - Tu te regresas a Rusia por la tarde. Haz descansado bien?
- Bien, pero no suficiente. Habr;a estado mintiendo toda la vida en la playa, si no tuviera que trabajar. ;Y a d;nde deber;a regresar me? En un apartamento vac;o?
- Al;grate de tener una. Si estuvieras divorciado aqu;, no tendr;as ning;n lugar donde regresar.
- Gracias. Apoyado, - respondi; V;sia.
- Prep;rate. Ahora vamos a desayunar, luego te arrojar; a la playa y me ir; a casa. Te recoger; en unas tres horas. Date un chapuz;n en el oc;ano por fin.
Desayunaron en la esquina de Quiznos Sub, en la esquina de Kings Court Street y Calle Loiza, y se marcharon. Arsh dej; a V;sia en la playa y se fue a casa. Abri; el ba;l y llev; las bolsas del barco al pasillo. Luego estacion; en la calle Norzagaray y regres; a la casa. Extendi; los libros en los estantes, pero, piensando un poco los dobl; en sacos atras y abri; una bolsa de dinero.

En el aeropuerto Luis Mu;oz Mar;n estaba un poco abarrotado. Los vuelos internacionales nocturnos fueron pocos. V;sia, quemada por el sol y descansado, pero con una mina ;cida, sorbi; un c;ctel a trav;s de una pajita.
- ;Piensas en volver a Rusia t; mismo?
- Buena pregunta.
Era algo extra;o, pero no hab;an nada que decir antes de partir. Estaban en silencio.
- Bien, es hora de decir adi;s, - dijo Arsh. Se abrazaron y V;sia pas; al control de pasaportes. "Buena pregunta", pens; Arsh de nuevo. "Durante los primeros tres a;os, me sent; atra;do por mi tierra natal, que al menos saltaba al oc;ano y nadaba, pero ahora no tengo ganas. Yo casi reverso a un boriqua. Pero no veo un lugar para m; aqu; ". Arsh baj; al primer piso y fue al estacionamiento. Cuando subi; al autom;vil, su tel;fono son;.
- Hola. V;sia est; contigo? - Pregunto Liosha
- Ya se fue.
- Maldici;n. Quer;a despedirme de ;l, pero despu;s de la conferencia los estudiantes se acercaron con preguntas. Hoy, Andrey y Vladimir tienen una fiesta en el techo. ;Vendr;s?
- Vendr;.

Cap;tulo 12

En el gran techo plano de la casa de los hermanos Urusov, se reunieron muchas personas. Arsh apareci; unas tres horas despu;s. Vivi; en Puerto Rico por mucho tiempo y sab;a que si llegaba a tiempo, entonces una o dos horas m;s tendr;a que esperar a los dem;s. Padre Peter, como siempre se sent; solo. Arsh, saludando, bes;ndose, abraz;ndose y estrechando manos con amigos, se acerc; a ;l y se abrazaron. Arsh se sent; junto a ;l en el sof; y de pronto record; que, en su primera relaci;n, a Peter no le gustaba. Arsh era desagradable porque en el primer encuentro, el padre Peter lo abraz; y bes; la tradici;n ortodoxa tres veces. Arsh, como todos los norte;os, se contuvo en manifestaciones de simpat;a. No entend; c;mo es posible sonre;r alegremente a una persona desconocida, a la que no se puede sentir ninguna intimidad, y a;n m;s, escalar con besos. Pero, m;s importante a;n, todos estos besos y abrazos no significan nada. Solo con el tiempo, se dio cuenta, que esta norma de comportamiento deber;a ser simplemente aceptada, tal como es. Por otra parte, Arsh se dio cuenta de que el padre Peter ten;a una rara cualidad de regocijo a otro verdaderamente y sus brazos siempre eran sinceros. Ahora Arsh se mantuvo cerca de ;l precisamente porque el se sentio bien cerca de padre Peter.
Arsh se sent; junto a ;l y mir; hacia el horizonte. Desde el puerto de San Juan, brillando como un ;rbol de Navidad, el crucero tur;stico, el hermoso "Carnival Conquest", emergi; lentamente en el oc;ano.
La gente se acerc;, se fue. La fiesta daba vueltas alrededor de ellos.
- ;Extra;as Sicilia? Arsh pregunt; en ingl;s.
- No, - respondi;. - Todos los d;as rezo por los hermanos all;.  Me siento que estamos juntos.
El padre Petro palme; la gran cruz que colgaba de su pecho.

- ;Rezas por Rusia?
- No
"Debemos que haser eso. Mientras no est;s en casa, reza por la casa. Es m;s f;cil que cuando est; all;.
"Es extra;o", pens; Arsh. "Rec; por mis padres, amigos, parientes, por el bienestar y la salud, m;s a menudo por m; mismo, pero nunca or; por mi pa;s. Pero el tambi;n est; vivo, esta muy cerca. Y en voz alta pregunt;:
- ;Los sicilianos son pareidos a puertorrique;os?
- S;. Sicilianos, puertorrique;os y rusos tienen una caracter;stica. Ellos aman a su patria, pero est;n muy preocupados si a otros les gusta. Y la mayor;a de las veces, otros son ... El padre Peter pens; en ello. - M;s que otros se preocupan por sus deficiencias.
- Pero eso es bien.
- S;. Esto significa que una persona ama a su Patria h;bilmente. Pero a veces miro al gringo y pienso que es m;s f;cil para ellos. No dudan que su pa;s es el mejor. Ellos creen seriamente que no son amados porque envidian, y no porque est;n bombardeando a otros.
- Yo veo. Antes nos dijeron tambien que la Uni;n Sovi;tica env;a aviones y misiles para ayudar a los pueblos hermanos.
- Oh! ;Ya est;s aqu;! - Liosha apareci; de repente ante ellos. Abrac; al padre Peter calurosamente y quise sentarme junto a ellos, pero Arsh se levant; y lo arrastr; a la mesa con comida.
- Vamos a comer.
Se movieron entre las mesas con los aperitivos y entre los presentes. Hab;a muchos extra;os en la fiesta. La gente estaba parada en grupos, hablando. Escuch; el discurso en ruso, ingl;s y espa;ol. A veces se les acercaba y se daban la mano.
Roman, de pie en el mismo grupo que el ex C;nsul Honorario de Rusia en Puerto Rico, vio a Arsh. Estaba parado junto a Liosha en la mesa con huevos rellenos, que una rumana trajo y simplemente se meti; uno de ellos en la boca.

- ;Ellos tambi;n son ruso? - ;l le pregunt; a Anastasia.
- S;. Este es Liosha, un f;sico, que trabaja en la UPR, ense;ando a estudiantes. Una vez salv; a dos locales. Incluso escribi; sobre ;l en el peri;dico. Mam; e hija entraron en un reflujo y se ahogaron. ;l los sac;. Y junto a ;l Arkady, el estudia de posgrado en el mismo universidad. El  est; buscando trabajo. Quieres conocer los?
Roman pienso que dos amigos estaban parados a su lado, uno de los cuales salv; a mam; y a la ni;a de ahogarse, y el otro por el mismo se escapo de estar en el fondo del oc;ano. Una sonrisa apareci; en su rostro tranquilo.
- No quiero moestar los. Otra ves - dijo, y cambiaron de tema.

Arsh y Liosha comieron se llenaron bastante r;pido. Tomando una botella de cerveza del cooler, se acercaron a la barandilla y comenzaron a mirar el oc;ano.
- Bueno, ;c;mo est;ba V;sia? - Pregunt; Liosha, tomando un sorbo de la botella. - ;No quer;a volar?
- Por supuesto que no. Bueno, nada. Hablamos con ;l, ;l quiere intentar abrir una firma psicol;gica. Ahora hago un sitio web para ;l, supongo que lo har;.
- ;Se reconcili; con su esposa?
- No. Creo que eso no se reconciliar;.
- Mmm?
- S;. ;l no entiende. ;l piensa que con una mujer deber;a ser bueno. Y no quiere aceptar que todo se prueba exactamente cuando es malo.
- ;No deber;a una mujer ser buena?
- Y tu te pienses asi.
- Bueno, ;y qu;? ;Por qu; vivir con una mujer, si no es placer?
- Es otra pregunta. La idea equivocada es de que trates a una mujer como fuente de placer. Dos ego;stas juntos no ser;n felices.
- ;Y qu; deber;a hacer? Todos somos ego;stas.
- ;Qu; deber;a hacer? Trabaja sobre ti mismo. Encuentra objetivos comunes, ama a tu pr;jimo. Esto est; escrito en la Biblia. ;Y qui;n es mas cercano projimo de ti que tu esposa?
- No soy un creyente. Soy un cient;fico
Arsh no desarroll; este tema. ;l quer;a hablar con el padre Andrey. Pero los invitados apenas comenzaban a dispersarse. Pronto Liosha se aburri;.
- Debo que irme a casa, - dijo. - ;No quieres tirar las cartas esta noche?"
- Me quedar; por un poco mas, - dijo Arsh. - ;Tal vez te visitar; m;s tarde?
 ;Cu;nto tu te vas a dormir?
Arsh no quer;a admitirlo, pero todav;a no quer;a volver a su casa y, especialmente, pasar la noche alli.
- Muy tarde. Llamame, quando vas a salir.

Liosha se fue y Arsh comenz; a buscar al padre de Andrey. ;l no estaba en el techo. Baj; las escaleras y entr; en la biblioteca. Los hermanos ten;an una habitaci;n entera reservada para libros. Padre Andrey bromeaba, que mientras el tra;a alli literatura cl;sica, Vladimir traio detectives, un mini-bar, e hizo una habitaci;n para fumadores de la biblioteca. Arsh se encontr; Vladimir all;. Vladimir estaba sentado en un sill;n bajo con brazos tallados y fumaba su pipa.
- Pase, si;ntese. - Agit; una mano hacia la silla contigua. - ;C;mo te sientes? Nervioso?
- Nervioso, - dijo Arsh en breve. - Y, lo m;s importante, no hay nadie para compartir.
- Oh! Es una cosa insidiosa, - Vladimir sonri; de manera tranquilizadora. - Algunas veces una persona trabaja encubierta por a;os. Trabaja bien. Todo est; bien con ;l. Y de repente en un momento, va al bar, eborracha alli con un extra;o y ...
Vladimir hizo una pausa.
- Y todo se est; cayendo. - ;l sonri; de nuevo.
- S;, buenas perspectivas.
- El fue hoy, - continu; Vladimir. - Dile a Julian que alguien le rob; su paquete de su autom;vil. Si el pregunta. Pero creo que ;l no preguntar;. No se necesitar;n m;s traductores en el carcel.

***
Nueve horas a Mosc;, luego otro largo vuelo a Severomorsk. Y todo este tiempo Kostik se qued; solo. Pero sus pensamientos lo abandonaron. ;l se sumergi; en un estado completamente tranquilo. El trabajo, los informes, los eventos que le sucedieron, todo parec;a estar de alguna manera distante, como la infancia. Pero por alguna raz;n, solo pens; en su esposa. Incluso los pensamientos de los ni;os no penetraron en su conciencia, sino en su esposa. Su imagen apareci; por primera vez en su cabeza espont;neamente, y luego comenz; a expandirse y ocupaba todo el espacio en ella. Como un monjo oraba asiduamente ante el ;cono, el solo ve;a su rostro ante su mirada interior.

El general lo encontr; en el autom;vil, en Mosc;, cuando se mud; de Sheremetyevo a Vnukovo (dos aeropuertos en Moscu: internacional y local).

- Ya le; tus informes. Con la tarea que manejaste, bien hecho. Y ahora mostramos al otro departameento que somos mejor. Podr;an haberlo hecho sin ti, pero no pudieron hacerlo.
Kostik escuch;.
- ;No te eastas aburrido de Severomorsk?
- Amo mucho el norte.
- ;No te arrepientes de haber tenido que dejar Petersburgo?
- Extra;o a Peterburgo, pero m;s a la arquitectura, y en el norte la gente es completamente diferente y menos aventurera. No interfiere con el trabajo.
- Ya sabes, estoy de acuerdo. La gente en el norte son personas verdaderos. Ni un par de arribistas de Mosc;. Yo mismo comenz; desde el norte. Pero no es posible mantener el espesialista como tu detr;s del c;rculo polar. Entonces, est;s listo para transferirse. Descansa una semana y cerra tus negosios ali.
Kostik escuch;.
- ;No est;s feliz?
- Claro que si, camarada general. Simplemente inesperadamente de alguna manera. Y despu;s de los vuelos, la cabeza est; bastante acolchada.
- Lo s;, lo s;. Pero nada. Descansar;s Dormir;s. Pero tu te ves bien. Y eres bronceado tambien.
- Gracias, camarada general.
Kostik sali; del auto. El ayudante le dio la maleta y el auto se fue. Kostik mir; los copos de nieve que ca;an y las ventanas grandes y brillantes del aeropuerto.

Al llegar a casa, se detuvo frente a la puerta antes de llamar al timbre. Y de repente se abri; la puerta.
- De pronto me di cuenta de que hab;as venido, dijo Natalya.
En otra ocasi;n, Kostik se sorprender;a. Pero ahora ;l acaba de soltar la maleta de su mano y abraz; a su esposa. Estuvieron de pie tanto tiempo.
- ;Qu;? ;Me extra;aste tanto? - Pregunt; Natalia.
- Me parece que incluso ahora te extra;o, - susurr; Kostik.
Solt; a su esposa de sus brazos, pero se mantuvo para tomarla de la mano. Entonces fueron al apartamento.
- Vladimir no se durmi; hoy, - dijo en voz baja. - Todos preguntaron: -
- ;Cu;ndo vendr; pap;?
Sentado en la mesa, ;l continu; mir;ndola y guard; silencio.
- Ey, ;Qu; te pasa? Ella ya pregunt; en serio. - ;Qu; pas;?
- No lo s;, - dijo Kostik. - Nunca ha sido tan bueno en casa.
Hizo una pausa.
- Tengo unas cortas vacaciones. Pasemos unos d;as juntos. Solo t; y yo.
Natalia no respondi; de inmediato. Ella estaba de espaldas a ;l e intent; no llorar. Por alegr;a.

Diario de Arsh.
Javi se divorci; de Mar;a. Su yerno estaba involucrado en el tr;fico de drogas y le dispararon a ;l y a la hija de Mar;a en el auto. A Xavi le ofrecieron un ascenso en la administraci;n de San Juan, pero con su esposa, cuya hija estaba involucrada con el bar;n de la droga, no pod;a prentender al puesto. Y ;l escogi; su carrera. Me costaba creerlo. ;Acaso el traje y el salario son m;s importantes que la familia? Me sent; triste por ellos. Vivimos cerca cinco a;os y nos ayudabamos mutuamente. Yo una vez les repar; el suministro de agua. Javi me llev; a una compa;;a el;ctrica cuando me cortaron la electricidad y fue mi traductor. Nos convertimos casi en parientes. Ahora Javi solo se aparece los s;bados, para llevar a su hijo al b;isbol.
Hoy en clases, nuestra profesora cont; una historia muy interesante. Ella viene del sur de la isla y all;, como ella dijo, hay un pueblo donde la mitad de los residentes tienen apellidos rusos. Doscientos o incluso trescientos a;os atr;s, un velero ruso se estrell; all;. El equipaje,  todos ellos eran marineros rusos, llegaron a la orilla. En esos tiempos, no era tan f;cil regresar a Rusia como ahora, y algunos de ellos se quedaron en Puerto Rico. Logicamente, se casaron y le dieron su apellido a los hijos. Y los apellidos se heredan. Ahora probablemente, nadie recuerda c;mo paso todo, pero los apellidos quedaron.
En s;, aqu; a veces podemos encontrar fragmentos muy interesantes de la antigua Rusia. Dima una vez me present; a un descendiente del Pr;ncipe Gagarin. Sus bisabuelos emigraron aqu; a finales del siglo XIX. El pr;ncipe moderno Gagarin ya parece m;s puertorrique;o y no sabe ni una palabra en ruso, pues en Rusia en el siglo anterior Gagarin era un apellido famoso. Pero nosotros, los rusos, tenemos la culpa. No s; porque, no es com;n ense;arle a los ni;os su lengua materna cuando estamos en el extranjero. Incluso el hijo y la hija de Dima no saben ni una palabra en ruso. Lo que no guardamos, se destruye. Las tradiciones, las familias, la cultura y los sentimientos deber;an ser guardados. Esta es nuestra verdadera riqueza.

Cap;tulo 13

Arsh sab;a que el juicio hab;a terminado. El juez La Fit le ofreci; un trato al acusado. Se declararon culpables y recibieron sentencias de menos de dos a;os. Incluso los abogados se sorprendieron. El capit;n y el primer ofisial testificaron contra su propio equipo y cayeron bajo el programa de protecci;n de testigos. Ahora ellos, con la ayuda de funcionarios estadounidenses, tuvieron que conectarse con sus familias y convertirse en respetables ciudadanos de los Estados Unidos, y el resto de equipo servicio de inmigraci;n iban a enviar fuera del pa;s en un a;o. El caso estaba cerrado y todos estaban felices. Especialmente traductores y abogados. La administraci;n de los Estados Unidos les pag; $ 70 por hora y la suma fue agradable.

- ;Bon! ;Qu; te est; molestando? Espec;ficamente, que? - Vladimir c;lidamente y con una chispa alentadora en sus ojos mir; a Arsh.
;l pens; en eso.
- Sabes, - dijo despu;s de una larga pausa. - No dejo la sensaci;n de que me met; en algo desagradable y me ensuci;.
- Eso est; bien, - dijo Vladimir pensativo y core;. - Entonces resolver;s tu inmunidad.
- Y todavia..., -  Arsh suspir;.
- C'est la vie, mon cher! Eres una persona abierta. Aprende a ser reservado. Now you know. Ahora sabes. Entiendo, es terrible por primera vez estar en  tal colisi;n.
- No cabe en mi cabeza que todo est; tan cerca. Que un compa;ero de clase, un amigo, un vecino, todos los que conoces y piensas que son parejidos, pueden ser ... eso.
- T;, como todos los que vieron el trabajo de los servicios especiales solo en el cine, no pudieron evitar la romanticizaci;n. El idealismo en este trabajo es como enamorarse de una relaci;n. Amor pasa. Por lo tanto, no se puede contar en eso. Mucho m;s confiable es dar un buen salario, poder, privilegios y miedo, que todo eso puede pierder con la cabeza.

Hizo una pausa.
- Qui;n fue Kostik a ti? Un compa;ero de clase, amigo de la infancia y simplemente una buena persona. Verdad?
Arsh asinti;.
- Y cre;as que las personas a tu alrededor son las mismas que t;, amables y buenos. Pero luego tu acabaste detr;s de escena y viste que, aparentemente, las personas no son buenas. Y te contar; m;s. Ellos todos son asi. Y tu tambi;n. Solo es que tu tienes miedo a la conciencia, el criminal tienes miedo de ser castigado y el oficial tiene miedo de perder su posision. Pero la esencia es la misma.
Vladimir call; y comenz; a fumar una pipa extinta, pero ella ya se hab;a quemado.
- Le pregunt; en el auto mientras nos estabamos siguiendo. Yo quer;a entender qu; tipo de persona es el. C;mo trabajar con ;l ;Y sabes qu;?
- ;Qu;?
- Un tipo ordinario. Cl;sico. ;Crees que ;l sirve como un patriota?
Vladimir estaba limpiando su pipa.
- El recargo por trabajar el norte, el recargo por trabajo secreto, otro salario adem;s del oficial. ;l gana tres veces m;s que el profesor aqu;. Pero despu;s de todo el tiempo de servicio, inmunidad, privilegios, una pensi;n brillante. ;Sabes cu;nto miedo tiene de perderlo?
Vladimir encendi; su pipa.
- Las personas mienten sobre el patriotismo, el deber de servicio y el amor a la Patria. Una patria no tiene que ver con eso. Esto, mi amigo, est; en todas partes. Pero ;l, para no perder su posision, ahoga a todos sus compa;eros de clase, si es necesario. No solo tu.
Vladimir guard; silencio, recordando algo.
- Le pregunt; si amaba a su esposa y ;l se ri;. ;l dice que ;l y su esposa solo tienen un proyecto conjunto: criar y educar a los ni;os y asegurar su vejez.
- En la escuela era diferente, - Arsh mir; a Vladimir. - Escribi; poes;a.
- S;, ;l ama la Patria. Y la probablemente escribe una buena poesia. Pero una persona que trabaja para el estado es principalmente un funcionario, cuya tarea n;mero uno es encubrir su trasero. Solo la inteligencia libre de los intereses ego;stas puede servir al mundo.

- Pero esto es una tonter;a.
- Bueno, c;modecir ... Yo, por ejemplo, puedo permitirme actuar como mejor me parezca. Dentro de ciertos l;mites Y no sirvo ni a la CIS ni a la DGSE (Direcci;n General de Seguridad General Direcci;n General de Seguridad Externa de Francia), - dijo Vladimir. - Ni el FBI. Soy un pensionista por fin.
Mientras Vladimir dec;a, Arsh se dio cuenta de repente de que no sab;a exactamente d;nde trabajaba Vladimir para el servicio de inteligencia franc;s o la CIA. De repente se dio cuenta de que la CIA no realizaba operaciones en los Estados Unidos. Y Jean-Paul es generalmente franc;s. S;, y los registros de los interrogatorios que Kostika Vladimir dej; en el centro franc;s.
- ;Sabes que es un contraespia hereditario?
Esto fue noticia para Arsh y Vladimir not; esto.
- S;, s;. Sirvan continuamente a la Patria, aunque usted, si comprende, ama a la Patria mucho m;s que a ;l, - dijo Vladimir.
El aire acondicionado funcionaba en la biblioteca y Arsh comenz; a congelarse.
- ;Tienes un trago aqu;? - ;l pregunt;.
Ll;valo del bar.
Arsh se levant; y se sirvi; medio vaso de whisky.
- Y t;, - Arsh se detuvo. - ;C;mo funciona contra la patria?
Vladimir tosi; y se rasc; la frente.
- ;No trabaj; contra la Patria! - Dijo bruscamente Vladimir. - Trabaj; contra la escoria comunista que esclaviz; a su propia gente. Trate de entender que hay una idea que es mucho m;s que la anunciada en su pa;s por las autoridades. Recuerde Bulgakov: Rusia no encaja en un sombrero. No seas un patriota de armas e himnos. Siempre ha sido as;: un traidor para un pa;s, se convierte en un h;roe para otro. Pero no pertenecemos a las armas. Nosotros pertenecemos a la tierra. Para toda la tierra. Nosotros los rusos somos agentes del bien en eso. Nuestra Patria est; en otra dimensi;n. Y en armas e himnos no necesita. Antes de la revoluci;n, no hab;a himno. A zar Nicol;s II Alexandrovich cant;: "Dios salve al rey".

- Bueno, ;Y qu; sucede al final? Ahora, ambos pa;ses necesitar;n m;s dinero para crear una protecci;n a;n m;s poderosa entre s;. Y todo esto supondr; una pesada carga para los contribuyentes. En la gente Y, en ;ltima instancia, toda la tierra, que tendr; que soportar nuestras bombas y misiles.
- Ves, hay un dicho: "la gente siempre merece su gobernante". Es porque un mont;n de ego;stas en diferentes pa;ses est;n constantemente desarrollando su potencial nuclear, espiando a los dem;s, en lugar de vivir de forma amistosa. La ;nica forma de evitar la guerra en esta situaci;n es mantener un equilibrio de poder. Aqu;, mira a los puertorrique;os. Ellos nunca peleaban con nadie. Gente pac;fica.
- S;. Fueron obligados a morir por la otra patria", suspir; Arsh.
- ;Est;s diciendo mal! - Otra vez, dijo bruscamente Vladimir. - La haza;a no tiene patria. Los puertorrique;os son una naci;n heroica. Y este es su valor y su gloria. Ellos dieron sus vidas, y la vida le pertenece a Dios.
- S;, no discuto.
Vladimir fue excitado.
- Hay dos formas de evitar guerras. Para mantener un equilibrio de poder o hacer del mundo un lugar mejor. Por un lado, necesitamos un ej;rcito, por otra fe. La inteligencia es un negocio sucio. Pero sin eso, ahora estar;as mintiendo en alg;n lugar en el fondo de la fosa puertorrique;a.
Vladimir se levant; y se sirvi; un whisky, y luego se acerc; a Arsh y le dijo:
- En la guerra es ojo por ojo. En tiempos de paz, vu;lvele la mejilla derecha, . Eso es todo.
Hizo una pausa.
- Tu no eres un guerrero. Entonces no me juzgues ni a m; ni a Kostik. Yo, para que lo sepas, no trabajar; con ;l.
- Por qu;? Por qu; no?
- No trabajar; contra Rusia. Me ayud; a ti y est; bien. Estoy retirado! Y Jean-Paul ... Me gusta como un padre. No traira. As; que duerme bien. Y nunca le cuentes a nadie ni a nada sobre nada.

Arsh bebi; whisky y se pregunt; c;mo le gustaban estos hermanos Vladimir y Andrey. Y c;mo los envidia. "Ellos sirven", pens;. "Ambos sireven. Uno a Dios, otro a equilibrio de poder. Y esto es m;s importante que cualquier otra cosa. Todos son oficiales. Su Rusia, realmente no existe hace mucho tiempo. Rusia se ha convertido para ellos en una idea, pero ellos creen en ella y est;n dedicados a ella, y todav;a la sirven ".

- Vladimir Nikolaevich, - Arsh lo mir; a los ojos. - Muchas gracias. No por eso ... por eso tambi;n, pero ... - Casi perdi; el rumbo. - Ya sabes, me has aydado eligir algo muy importante.
Vladimir mir; c;lidamente a Arsh, y de repente se puso de pie (Arsh se puso de pie tambi;n) se acerc; a ;l y lo abraz;. Se quedaron all; por unos segundos.
- Bueno, est; bien. Estoy contento. Estoy feliz por ti. Creo que todo estar; bien para ti.
Era evidente que Vladimir tambi;n se conmovi;.
Arsh se dio vuelta y se fue a casa. En el umbral se encontr; con Anaastasia y Rom;n. Tambi;n vivieron en la ciudad vieja y dejaron uno de los ;ltimos.
- Arsh, - Nastya, como siempre, estaba sonriendo y alegre. - Conoce a mi amigo, es Romano. ;l ha estado viviendo aqu; por m;s de seis meses. Y este es Arsh.
Anastasiia se volvi; hacia Rom;n. Le dieron la mano a Arsh.
;Te llevo? - La cara afable de Roman le resultaba familiar a Arsh.
- Nom gracias. Yo vivo aqu; y me voy de pie.
Arsh no quer;a distraerse de sus pensamientos ahora y no comenz; a desarrollar su conocimiento. Se despidi; y se fue a su habitaci;n. Tuvo que pasar por la Plaza de Armas, la plaza donde era su cafeter;a favorita. Su humor era alto. La cafeteria todav;a estaba funcionando. Tom; un passillo y lo bebi; lentamente en un banco debajo de un ;rbol. Cuando lleg; a la casa, subi; a su techo, se tumb; en el sof;, se cubri; con una manta y se durmi; r;pidamente. Le gustaba dormir al aire libre y fresco. Arsh vio un extra;o sue;o. Nad; en un barco a trav;s del inundado San Petersburgo hasta el Sol y observ; el resplandor de los techos mojados que se elevaban del agua.

Diario de Arsh.
";Por qu; nosotros, los rusos siempre dudamos de nuestra patria? ;Qui;n nos lo arruin;? No es normal.
La patria es nuestro entorno en el que nacimos y crecimos. ;Qui;n ha visto a un gusano de esti;rcol que no le guste el esti;rcol o un pescado que no le guste el agua? As; es la patria. No podemos no amarla. Es simplemente antinatural. Cuando entendemos que no nos gusta este entorno y tratamos de hacerlo mejor, ;estamos en contra de nuestra propia naturaleza? ; Nos es mas natural utilizar este entorno?
Pero despu;s de todo, la naturaleza humana tambi;n es nuestra esencia. Y esta naturaleza nos empuja a buscar el placer, el libertinaje, el origen animal. Y la lucha contra la naturaleza es una lucha espiritual. Renuncia a t; y s;gueme, dijo Cristo. Pero entonces esto significa: renunciar no solo a ti mismo, sino a tu patria, al mal que hay en ella. Si la amas. He aqu;, la paradoja.
Le traje unos libros del barco al padre Andrey  y quer;a darle el dinero a Julian. ;l siempre ha so;ado con construir nuestra iglesia. Ahora ;l y el padre Pedro hacen las misas en una habitaci;n que nos dieron unas buenas personas de la iglesia de San Agust;n en San Juan. Pero Vladimir solo tom; los  libros y me convenci; de no darle el dinero a su hermano. Y dijo: "No se puede ofrecer esa cantidad de dinero. En todo el mundo, los bandidos donan generosamente a las iglesias, pensando que ella les dar; el perd;n de sus pecados, pero no entienden que ese dinero solo contamina a la iglesia. Este es tu karma. Piensa en que puedes gastar el dinero, pero no pidas a algui;n que lo haga por ti". En s;, estoy de acuerdo con ;l. El objetivo no justifica los medios.
Y Vladimir dijo que en todas partes somos extranjeros, incluso en casa. Yo respond; que psicologicamente, un extranjero se siente como un ni;o que lo arrancaron de la teta de su madre. La nostalgia es privaci;n, pero Vladimir respondi; que no lo siente as;, pero el ruso nacido en Rusia, es la ;nica naci;n que no ama a su Patria. En un peque;o momento  me di; la impresi;n de que estaba celoso. Yo despu;s de todo a;n puedo regresar a casa. Y ;l seguir; siendo un jud;o errante"

EP;LOGO
Los d;as pasaron volando. Arsh defendi; la tesis con facilidad. Recibi; su diploma. Pero se sent;a vac;o. Hab;a que buscar trabajo. Incluso le ofrecieron un puesto en el centro de SIDA, donde hizo sus pr;cticas. El salario era muy peque;o, pero esa no fue la raz;n por la cual Arsh se neg;. Simplemente se sumergi; en la apat;a y no hac;a nada para encontrar trabajo.

Un d;a, despu;s de regresar del servicio con Andrey, Arsh le pregunt;:
- Digame, Andrey, ;Usted a menudo se siente como un extra;o, incluso all;  donde todo le gusta?
- Yo en todos lados soy un extra;o. Soy un ruso, nacido en Francia, que durante mucho tiempo vivi; en Australia y que probablemente pase el resto de su vida aqu;. Antes sol;a preguntarme, d;nde est; mi casa. Pero una vez vi, que una persona es extranjera en todas partes, sin darse cuenta. Cada uno quiere encontrar su patria, pero la Patria tratara de escapar. Hay t;rminos que no son aplicables a la realidad exterior. La Patria, la verdad, la fe: es lo que llevamos dentro. All; es donde est;. - Andrey toc; la cruz en su pecho. El mundo siempre peliar; contra esto. Pero es importante que gane lo que hay dentro. Y todos estamos en esta guerra.
Caminaron lentamente por la calle donde hab;a sombra. La gente los quedaba viendo. Debido a la sotana de Andrey. Para muchos era inusual ver la vestimenta de un sacerdote ruso.
- Digame, Andrey, ;c;mo matiene el contacto con la Patria, con Rusia, si nunca vivi; all; e incluso naci; en otro pa;s?
- Para mi es una onda, una vibraci;n. T; vas al templo, te diriges a Dios, ;qu; sientes? Si est;s sintonizado, oir;s, sentir;s, es como m;sica, algo completamente inexplicable. Esto, probablemente, es el llamado de la casa.
- Yo me part; en dos. A veces me parece que amo a Puerto Rico m;s que a Rusia. ;Y qu; es Rusia para m;? Ella es demasiado grande para amarla completamente. Ni siquiera puedo imaginar c;mo ser;a, extra;arla entera. Solo echo de menos San Petersburgo. La URSS ten;a una idea com;n que un;a a todos los pueblos y nacionalidades. Y ahora incluso nosotros, la mononaci;n, no sabemos por qu; estamos y para qu;. Y si no sabemos esto, ;qu; tipo de Patria puede haber? ;Para qu; misiles, econom;a, cultura, si le servimos solo al territorio? Todos estamos perdidos. Somos inmigrantes como ustedes.
Andrey continu; caminando en silencio
- Aparentemente, es hora de que regreses a casa.
- ;Usted cree?
- S;.
- Es extra;o, pero si regreso a Rusia, en el momento exacto cuando descubr; que la Patria no es el territorio en el que nac;, no es un lugar a donde puedes ir. Ni siquiera es la casa donde puedes invitar a algui;n. Es una cierta ola, que no se puede medir, que radiamos nosotros  y nos conocemos el uno al otro a traves de este impulso y ... - Arsh se distrajo  y sinti; que estaba hablando demasiado complicado. "Y sin embargo", pens;, "no podr; sentirme que estoy en casa, incluso en Rusia". Porque la casa es ... "

Arsh se desvi; por completo, pero Andrey, como si leyera su mente, respondi;:
- T; tienes la tarea de descubrir, buscar, entender y decirselo a los dem;s.
Llegaron a la Plaza de Colon. La calle San Francisco va de subida a la colina, caminaron m;s lento. Arsh no respondi;, iba cayado a la par del sacerdote. De repente record; aquella conversaci;n que tuvieron con Andrey, Vladimir y V;sia.

- La esencia del cristianismo, - dijo Andrey en ese momento. - Es un amor sacrificado. Para el projimo. Y el amor del hombre  y de la mujer es la forma m;s f;cil de materializar este amor. La mujer, aunque no se de cuenta, en ella trabaja el programa de sacar de uno el amor verdadero. Para con ella, para s; misma. Para la salvaci;n del hombre.
- ;Y t; porqu; est;s soltero a;n? ;Acaso no te gustan las puertorrique;as? - pregunt; de repente Vladimir y Arsh respondi;, refiri;ndose a Andrey:
- Yo creo. Creo que en las mujeres existe ese deseo inconsciente de salvarnos. Yo lo que necesito en verdad es un icono, un espejo, una persona ante la cual, yo ser;a incapaz de hacer algo bajo o repugnante. Simplemente no he encontrado una as; a;n.
- Y sin una mujer as;, por t; mismo ;no puedes ser honesto y digno? - pregunt; Vladimir.
- Gotcha! - dijo V;sia.
- Pero en verdad necesitamos a alguien a quien dedicarle poemas, cuya felicidad sea m;s importante que la tuya, y por qui;n, si es necesario, con alegr;a no con miedo, dar la vida.
- Cuando amas, no solo necesitas dedicar versos a algui;n. Tambi;n necesitas que ella te ame, - dijo V;sia.
 - ;Y sin eso no puedes amar? ;De d;nde sacamos la necesidad de  que alguien nos apruebe? ;Huh? ;No es una aceptaci;n equivocada? ;No se olvidaron de la autosuficiencia? - Arsh comenz; a pensar en voz alta.
- Yo en verdad s; que tengo todo lo que necesito dentro de m;. El Reino de Dios est; dentro de ti. Un extra;o  sentimiento, cuando de repente  te das cuenta, que el amor – es un demonio hambriento, una obsesi;n. Y t; ... eres libre y no necesitas a nadie. Ni su aprobaci;n, ni su amor. De repente senti un poco de lastima por las mujeres...  Nosotros los hombres podemos vivir en un tienda de campa;a, comer una vez al d;a, dormir sin ropa de cama, reproducirnos y ba;arnos con una taza. No necesitamos aferrarnos a otro para sobrevivir. Pero a ellas les es dificil sin nosotros... . La mujer es un dispositivo complejo que requiere, atenci;n, cuidado y condiciones para vivir.
- La incubadora - V;sia sonri;.
- Bueno, incluso la incubadora. Aunque a la incubadora no le importa donde la pongan, para la mujer es importante, ;qu; techo tiene sobre su cabeza, qui;n vive bajo este techo, que palabras le dice y c;mo la tratan. Amar es lo m;s importante para alguien que ama, no para el que recibe amor.
Andrey sonri; con su pomposo bigote sobre su barba gris y dijo en voz baja:
- Est;s listo para amar a otro por su bien, y no por el tuyo mismo.


Diario de Arsh.
"Toda mi vida pasada estaba lleno de esperanza y trabaj; para el futuro. Al principio so;aba con graduarme de la escuela y pens; que ser;a libre. Luego esper;  la graduaci;n de la universidad para comenzar a trabajar. Entonces cre; que estudiar en el extranjero me dar;a un nuevo ;mpetu. Seguia siendo un ni;o que espera a Santa Claus y qui;n ve su felicidad no ahora, sino en el futuro. ;Que estupidez! Pueblos enteros creen repetidamente en las promesas preelectorales. Est;n esperando algo nuevo y no viven el ahora. No ven lo que cualquier pol;tico sabe, incluso cualquier pastor experimentado: para que la manada vaya a alg;n lado, hay que mostrarles el objetivo, hay que prometerles. El futuro se convierte en el objetivo y la promesa y la esperanza son los medios para dirigir. Los padres prometen a los ni;os, los pol;ticos al pueblo y todos van. Los ciegos gu;an a los ciegos.  Trabajar no porque me gusta, sino porque necesito dinero para huir y pasar vacaciones all; en alguna parte. Me voy sin esperanza. No creo que en alg;n lugar, en Rusia o en Puerto Rico o en la India sea mejor. La felicidad es un silencio desesperado en mi alma, en el que hay todo lo que necesito. Incluso si es poco, pero es suficiente para hacer el trabajo con calma y alejarse de aquellos que se pasan la vida lamentando el pasado o esperando el futuro ".


El avi;n aterriz;. Mirando por la ventana los campos cubiertos de nieve y la inscripci;n "San Petersburgo" brillando con ne;n azul, Arsh fue al estacionamiento donde lo esperaba un viejo amigo. Se abrazaron, metieron las cosas al balijero y se fueron.
 - Escucha! Cuando dijiste que volver;as, no lo cre;a. Aqu; es invierno, fr;o, no hay dinero. Y all; hay sol, mar, trabajo. Por que carajo regresaste?
- El llamado de la sangre, - Arsh intent; re;r. - Donde nac;, ah; me necesitan.
- ;Y qu; vas a hacer aqu;?
- Vivir, servir a las personas.
- ;Y aqu; alguien te necesita?
- Y all; tampoco me necesitan. Pero aqu; no soy necesario para los suyos, all; son ajenos.
- En segunda te digo, es m;s f;cil de superarlo.
- No Slav, all; ni a si mismo me necesito. Y aqu; ... aqu; yo los necesito,  yo te necesito, necesito hacer lo que sea.
- Ya veo. Bueno, haz algo!
- ;Lo intentar;, Su Excelencia! - Dijo Arsh, y ambos se rieron.

El fin


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